61

401 42 64
                                    

Giró una vez más en su cama, ahora dándole la espalda a la ventana y mirando su pequeño clóset. Frunció los labios al ver el hoodie rojo colgando en el interior, pues la puertilla estaba entreabierta. Se incorporó desganado, mirando primero a su jirafa y luego a la prenda roja, así una y otra vez.

— ¿Sería muy patético si me lo pongo ahora? — Le preguntó a James en voz baja, pero su compañero permaneció en silencio por obviedad. — Tienes razón. Si tiene que ver con él, nada es patético.

Brendon se levantó de su cama y se encaminó a aquél mueble, sacando su hoodie favorito y poniéndoselo sobre su camisa blanca. Lo gracioso era que que las bermudas que tenía apenas le quedaban arriba de las rodillas y el hoodie llegaba al punto en que comenzaban sus muslos. Sólo traía puestos sus calcetines negros, así que regresó rápidamente a la cama y rodeó a su amigo de cuello largo fuertemente.

— James, creo que sí es eso. — Habló solo en su habitación. — Se siente raro, pero posiblemente sea verdad. — Lo abrazó con más fuerza y cerró los ojos. — Creo que lo amo.

Ese día, sus dos mejores amigos finalmente habían aceptado lo que sentían por el otro e iniciaron una relación, mas no fueron los únicos en tener ese tipo de revelaciones. Brendon también tuvo una, o eso creía. Durante su charla con Nicole, dijo algo que se quedó en su mente todo el día incluso cuando estuvo viendo una película en la sala de los Weekes con su novio a un lado. No le había importado mucho el filme, ni siquiera le había prestado atención a la mitad. Sus pensamientos lo tomaron y lo condujeron a una reflexión que terminó en duda. ¿Realmente sentía ese tipo de amor por Dallon?

Siguió dándole vueltas a lo mismo cuando el castaño lo llevó a casa y también cuando se dio un baño caliente. Estando en la comodidad de su habitación y completamente a solas, se encerró en su nube de pensamientos nuevamente y esta vez concluyó con una respuesta casi segura. Él decía que tal vez sí, pero...

— ¿Acaso él me ama? — Siguió hablando con su juguete. — ¿Cómo puedo saberlo? Sé que dijo que él también ha sentido "la conexión" conmigo, pero el amor es cosa seria y cuando se trata de seriedad, Dall evita tocar el tema y prefiere hacer otra cosa. No quiero que evada esto porque es importante para mí, ¿lo entiendes?

Miró a James y le movió la cabeza para hacerlo negar.

— Sí, ya sé también que es complicado. De hecho, no estoy cien por ciento seguro de que mis sentimientos se definan así. ¿Qué sabría yo de eso?, ¡sólo tengo dieciséis años!

Entonces se colocó una almohada en la cara y dejó caer los brazos a los lados, rendido y cansado de pensar tanto en el mismo asunto. Oyó su puerta rechinar y la luz del pasillo se adentró un poco a su cuarto, claro que él no lo notó porque había un esponjoso y suave objeto cubriéndole los ojos. Sintió a la persona un poco más cerca y luego escuchó su masculina voz.

— Brenny, ¿estás bien? — Le preguntó su papá. — Escuché que levantaste la voz y el que estés acostado de esa forma me da a entender que algo te pasa.

Brendon colocó en su lugar la almohada y en cambio tomó a James entre sus brazos. No miraba a Boyd a los ojos, sólo se concentraba en el juguete y el hoodie que le recordaban a cierta persona.

— No estoy mal, pero tampoco bien. — Dijo.

— ¿Que pasó?, ¿estabas hablando con Dallon por teléfono? — Su hijo negó. — Pero ¿tiene que ver con él? — Ahora asintió.

El viejo se sentó a los pies de la cama mientras el azabache se incorporaba, listo para explicarle su situación al otro.

— Bo, me he dado cuenta de algo.

Handsome Brother •• BrallonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora