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A tiempo, Dallon llegó a su casa después de dejar a Naran en la suya. Tuvo cerca de diez minutos libres antes de que sus padres llegaran también y aprovechó ese tiempo para enviarle algunos mensajes a Brendon. Nada importante, sólo le aviso que estaba bien y se aseguró de que el menor también lo estaba. Entonces se tumbó en el sillón individual y mientras intentaba llamar a su hermana a las ocho de la noche, la puerta se abrió y la pareja entró.

Nervioso, Dallon se puso de pie y les pidió que se acomodaran en la sala.

— ¿Qué sucede, hijo? — Preguntó Leann dulcemente, tono totalmente opuesto al que el personaje restante usó después de ella.

— Habla rápido, James, tengo trabajo que hacer y debo dormir temprano.

— Dudo que vayas a hacer eso. — Inició el chico.

— ¿Qué dices? Dallon, di lo que tengas que decir y déjate de rod...

— Mi hermana no está. — Dijo rápidamente para callar a su padre, mismo que desfiguró aún más su rostro con una desagradable expresión de perplejidad. — No ha llegado y no responde su teléfono. ¿A ustedes les dijo algo?, ¿han sabido de ella?

— Dallon, nosotros estábamos con el abuelo. — Respondió Leann esta vez. — Nicole no nos llamó ni nada. ¿Estás seguro de que no está aquí? Quizá llegó y no te diste cuenta. ¿Revisaste en su cuarto? — La castaña había comenzado a hablar con un ligero temblor en la voz y se levantó inmediatamente para caminar hacia las escaleras.

Los otros la dejaron subir, sólo porque sí, no querían detenerla. No obstante, Dallon bajó la mirada al quedarse solo con su padre. Como era de esperarse, el señor Weekes le reclamó severamente.

— James, es tu hermana menor. ¿Cómo pudiste descuidarla? Seguramente estabas en la calle, ¿no?

— No, estuve aquí desde el mediodía cuando llegué del trabajo.—  Contestó en voz alta. — Todos sabíamos que Nicole iba a salir con un amigo en la mañana, así que en ningún momento del día la vi.

— ¿Quién era?

— ¿Quién?

— El amigo de Nicole.

— Mike Naran, un chico de su clase, pero él no...

— Vamos ahora mismo con ese chico y...

Dallon se levantó rápidamente y le prohibió el paso a su padre, quien pretendía salir de la casa. Ceñudo, Harold miró al castaño.

— ¡Mike no tiene nada que ver!, él fue quien me dijo que Nicole nunca llegó a reunirse con él.

— ¿Entonces dónde está ella? — Preguntó desesperado el mayor.

— Cariño, no está arriba. — Escucharon una voz femenina llegando a ellos. Se giraron y encontraron a Leann llegando, ojos acuosos en su rostro y sus manos temblaban un poco. — Nicole, nuestra niña, no está.

— Maldita sea, James. Esto es tu culpa.

— ¿Qué?

— ¡Harold! Ninguno de nosotros es el culpable. — Intervino la mujer. — Ahora es cuando más unidos debemos estar. Tranquilicémonos y pensemos qué podemos hacer para encontrar a nuestra hija.

— Opino que hay que reportar la desaparición. — Propuso Dallon. — Tengo algunas ideas sobre qué fue lo que pasó con mi hermana.

— ¿Qué ideas?

— Sospechosos y eso. — Resumió el castaño. — Si vamos al departamento de policía, yo puedo decir todo lo que sé. Con eso bastará para que den con ella, pues son pistas muy buenas.

Handsome Brother •• BrallonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora