Handsome Brother •• Brallon

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— Bueno, al menos le gustó la canción. — Dijo Brendon al mismo tiempo que abrió la puerta principal y entró junto a su novio. Éste le contó en el camino lo que le dijo su padre y eso le aclaró la duda de por qué el castaño tenía prisa por salir de su casa. Menos mal ya estaban en territorio de los Urie donde, afortunadamente, ambos eran bienvenidos. — Pasa a la sala y siéntate en el sofá. Iré a la cocina a buscar algo para ti porque sé que te quedaste con las ganas de probar el pastel que hizo tu mamá.

Dallon asintió sonriente y obedeció al menor. Apenas tomó asiento, vio que del pasillo que conducía al cuarto de lavado y a la pequeña oficina de Grace salió el señor Urie. Él se acercó tranquilamente y luego se acomodó en su lugar que no era otro más que el sillón individual.

— ¿Qué tal, Dallon? — Inició el mayor. — ¿A qué se debe su visita?

— Oh, es que Brendon me invitó a cenar. — En realidad él se había invitado solo, pero eso no importaba ahora.

— Muy bien. Ah, por cierto, — Boyd recordó algo importante al parecer. — ¿ya está lista la canción en la que estaban trabajando?

Weekes asintió, gustoso de que ese personaje se interesara en su proyecto.

— Sí, la subí a algunas plataformas en la mañana. Brendon tiene los enlaces para dar con la canción, si quiere le digo que se los pase luego.

— Me encantaría. Y, dime, ¿cómo te sentiste haciendo esto?, ¿te agradó la compañía de mi Brenny, tu hermana menor y el joven Naran?

— Demasiado. Usted tenía razón, Brendon es muy talentoso. — Se atrevió a decir, inconscientemente pasándose al extremo del sofá más cercano al sillón de Boyd para poder oírlo y hablarle mejor. — Incluso mi padre lo reconoció. Sobre cómo me sentí, pues... Es algo difícil de explicar, ¿sabe? Se lo dije a su hijo, pero me costó un poco.

— ¿Y eso por qué? — Urie sonó preocupado.

— No lo sé, pero eso es lo de menos. Terminó el proyecto, me gustó mucho y es lo que me ha animado a seguir escribiendo canciones. Hablé también con el padre de Mike, el que nos prestó el mini estudio de su casa, y me dijo que podía ayudarme si me comprometía con mi carrera. Eso me pone nervioso porque el señor Naran conoce a muchas personas y eso significa que tengo una oportunidad de adentrarme al verdadero mundo de la música.

— Wow, ¡qué noticia! ¿Y qué piensa Brenny de esto?

— Le dije que es una oportunidad que por nada del mundo debería desaprovechar, ni siquiera por mí. — El nombrado salió de la cocina con un vaso de cristal lleno de un líquido rosa en el que una pajilla se hundía. Se acercó a ellos y se sentó junto a su novio, a quien le pasó la malteada. — Toma. Mamá dijo que quedó deliciosa.

— Uy, fresa, qué rico. — Inmediatamente sus labios buscaron la pajilla y cuando conectaron con ella, succionó y probó la bebida. — Mmm, ¡me encanta!

— Tomo eso como un cumplido. — Grace también salió de la cocina, sólo que ella llevaba un vaso con un líquido verde y espumoso. Caminó un poco más y ocupó el lugar que quedaba a un lado de Brendon. Estando todos reunidos, el chico más pequeño se sintió muy cómodo y seguro, por lo tanto, rodeó el brazo de Dallon con los suyos. — ¿De qué estaban hablando? — La castaña preguntó a su esposo.

— Querida, el padre de Mike Naran aparentemente vio el talento en Dallon como músico y le ofreció ayuda. — Él contestó.

— Oh, de eso hablan. — No estaba disgustada, pero su tono se volvió menos cálido que el de hacía unos instantes. Ella permaneció en silencio bebiendo su smoothie.