Stephanie
Aún no puedo creerlo. Pase toda la noche anterior asimilando lo que había sucedido.
Besé a Ian, y él me besó.
Muerdo mi labio, tratando de concentrarme en la sesión. Tomo otra fotografía al grupo de modelos quienes posan frente a mí. Tras unas cuantas fotos más, la sesión culmina.
- ¿Y esa sonrisa? – me volteo hacia Victoria, quien me tiende un café.
- No había notado que sonreía.
- ¿Ves? Lo haces nuevamente. Debes comentármelo ¿es por un muchacho?
Vaya, sí que es buena.
- Eh, yo...
- Eso definitivamente es un sí.
- No, no. Ayer me compré con unos cuantos ahorros una cámara nueva.
- Ya ¿y esa cámara es muy bonita?
Sonrío – Hermosa.
- ¿Cuándo lo conoceré? Perdón... ¿Cuándo la veré?
- Algún día.
Asiente –Está bien. Debo irme, antes de que Chloe me atraviese con una estaca. Por cierto, no te escaparas de contarme los detalles de esa "cámara".
Rio y me despido de ella, entro a mi oficina y tomo asiento.
Masajeo mis sienes. Ian ocupa la mayor parte de mi cerebro, no dejo de pensar en él desde ayer. Después de unos cuantos besos más le confesé el "gran plan" de Naomy, no pudo contener la risa y dijo que era un tonto, me acompañó a mi apartamento y me dio un maravilloso beso de despedida.
Enciendo la computadora y empiezo a editar algunas fotos, tratando de despejar mi mente.
Ian, Ian, Ian.
De acuerdo, debo pensar en otra cosa.
La puerta se abre - ¿Olvidaste algo, Vicky?
- Sí, saludar. Hola, bonita.
Me quedo de piedra y levanto lentamente la mirada.
Ahora entiendo el porqué dicen que la mente es poderosa. Ian está frente a mí, mostrando su sonrisa derritecorazones.
- Ho-hola Ian ¿qué haces aquí?
No sé exactamente como debería actuar. ¿Lo beso? ¿Espero a que él lo haga? ¿Le doy una mano? ¿Este es un buen lugar?
Él se sienta junto a mí y apoya su cabeza en una mano - ¿Qué haces?
- Termino unas fotos que Chloe quiere para la edición de este mes.
- Interesante.
No puedo descifrar su expresión, me concentro en terminar las fotografías, en ocasiones puedo sentir su mirada sobre mí y una ligera sonrisa en su rostro.
- ¿No se supone que deberías estar en la universidad, niño bonito? – pregunto con la vista fija en la pantalla.
- La clase de hoy es en la tarde – asiento - ¿Terminas dentro de poco?
- Sí, solo un clic y listo – antes de poder decir algo más gira mi silla y se apoya en los reposabrazos.
- ¿Todo terminado?
- Sí.
- Genial – comenta acercándose.
Sonrío al intuir sus intenciones, realmente estaba esperando esto, tomo su rostro y lo atraigo contra mí.
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Nuestro Momento
Teen FictionHace unos cuantos años Naomy abandonó su hogar, ¿la razón? Un corazón roto y una propuesta irresistible que elevaría su carrera. Ahora, tiene una vida que nunca se imaginó, disfruta de ciertos lujos y comodidades. Pero... ¿qué sucede cuando es hora...