Naomy
Rio al sentir la poca barba de Ángel contra mi cuello.
Me retuerzo un poco sobre su regazo, ocasionando que su miembro crezca un poco más. Introduzco mis manos en su camiseta y acaricio su abdomen ligeramente marcado.
Me digo a mi misma que no podemos llegar a gran cosa, estamos en el sofá de su casa en el que podríamos ser pillados por Stephanie o incluso peor, Liessel. Tampoco es que podamos estar en mi piso. Max pasa unos cuantos días a la semana en casa y mamá los otros restantes en la suya, no sé si estarán cariñosos, pero prefiero no arriesgarme.
Juego con el cuello de su bata de doctor, tengo una especie de fantasía con ella. Verlo con la prenda me enciende.
Digamos que han sido buenos tiempos.
- De acuerdo – jadeo – Creo que una ducha fría no vendría mal.
- Calientes me parece que estamos perfectos.
- Está bien, pero vamos a tu habitación – sugiero.
Asiente y se levanta, extendiéndome su mano. La tomo y camino tras él.
Apenas llegamos cierra la puerta con seguro y sus caricias vuelven a mi cuerpo.
- ¿Pensaste en lo que te dije? – susurra contra mis labios.
- ¿Estás realmente seguro? Podemos...
- Quiero que esta vez sea distinto.
Hace unas semanas lleva insistiendo en irnos de viaje por año nuevo, bueno, todo surgió porque dije que no era tan entusiasta del fin de año como otras personas.
- Pero necesitamos...
- Déjamelo todo a mí. Ya está todo listo, solo falta que me aceptes – dice haciendo un bonito puchero.
Lo observo, sonriendo. No puedo negar que su propuesta no suena interesante, pero...
A la mierda los "peros". Asiento y lo rodeo con ambos brazos, besando su mejilla.
- Gracias – suspira – Creí que dirías que no y debía cancelarlo todo a último minuto. Prometo que no te arrepentirás.
- No puedo creer que el año ya se termine. Me llevará todo el día empacar.
- Y la pasaré junto a ti, muñeca. Es todo lo que puedo pedir.
- Estás siendo cursi.
- Y en el fondo, pero muy en el fondo, te gusta.
Aplano los labios – No lo niego.
Antes de poder volver a besarlo, tocan la puerta con desesperación - ¡Ángel! Llego tarde a la escuela.
Susurra un "mierda" y le hace saber a Liessel que en poco tiempo estará con ella. Me da un beso corto y se encierra en el baño, prometiendo que no tardará mucho en su ducha.
Por mi parte, prefiero quedarme viendo los diplomas colgadas en sus paredes, hace unos meses desnudas. Ángel ha logrado mucho en poco tiempo. Me siento muy orgullosa de mi chico.
Aunque es difícil vernos cuando ambos trabajamos, logramos hacernos un tiempo. Felizmente, por ahora estamos de vacaciones.
Salgo de su habitación para hacerle compañía a Liessel.
La pequeña mira con el ceño fruncido a su reflejo que, para verlo en el enorme espejo de la sala, ha tenido que pararse en una silla.
- ¿Todo bien, princesa?
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Nuestro Momento
Teen FictionHace unos cuantos años Naomy abandonó su hogar, ¿la razón? Un corazón roto y una propuesta irresistible que elevaría su carrera. Ahora, tiene una vida que nunca se imaginó, disfruta de ciertos lujos y comodidades. Pero... ¿qué sucede cuando es hora...