Naomy
Lizzy juega junto con otros niños, esta vez nos aseguramos de que el juego no sea de grandes alturas o algo que pueda alterarla. Y los carritos chocones no parecían tan peligrosos.
Lamentablemente no pudimos ingresar ni Ángel ni yo, había cierto límite de altura, por lo que estamos tras unas barras de metal de bajo nivel.
- Bueno... parece divertirse a pesar de no conocer a nadie.
Asiente y continúa observándola, en ciertas ocasiones voltea hacia nosotros y nos saluda. Parece realmente feliz, más de lo común e intuyo que es por la presencia de cierta persona junto a mí.
- A veces creo que ella es mucho para mí ¿sabes? Ella merece a un mejor hermano.
- ¿De qué hablas? Ella te admira, eres como su héroe.
- El "héroe" es un título muy grande para mí. A veces creo que Lizzy me sobrevalora - me giro hacia él y le doy un codazo - ¡Au!
- No digas tontería, eres un estúpido, sí, pero eres un grandioso hermano, exageraste un poco con lo de Stephanie, pero admitiste tu error. Somos seres humanos, maldita sea, la imperfección corre por nuestras venas. Liessel y Stephanie te aman y no te cambiarían, con todo y tus defectos.
Sonríe y gira hacia mí, es cuando debo voltearme rápidamente hacia Lizzy y fingir que los últimos 10 minutos mi mirada ha estado únicamente en ella e ignoro su mirada, tarda unos segundos así.
- ¿Alguna vez pensaste en ser oradora motivacional?
- Gracias, pero creo que el ser bailarina ocupa mucho de mi tiempo.
- Ella también te quiere mucho. Cuando no estás habla mucho de ti.
- Supongo que es una linda forma de tener una hermana.
- Bueno, tienes a Ian.
- Sí, de hecho, en ocasiones hace de hermano menor.
- Creo que cambiaste su vida.
Levanto los hombros – No lo creo, solo... se divierte.
- No, en serio. Cambiaste la de todos – un escalofrío recorre mi espalda, me ordeno a mí misma no mirarlo – Se podría decir que ustedes cambiaron la monotonía de los Hastings. Mierda, creo que este sería un buen momento para un beso – involuntariamente me giro hacia él – Si estuviéramos solos y no tuviera que ocuparme de Liessel, no dudes que ya mismo estaría junto a ti – su confesión me estremece, muerdo el interior de mi mejilla, tratando de disimular lo que me afecta.
- Sí, pero bueno... cinco sentidos en Liessel – comento tratando de quitarle importancia a sus palabras y mirando nuevamente a la pequeña.
Trago en seco. Realmente no sé si quiero que me bese, parte de mí, aún sobrevivió al ataque borrasentimientos y muere por lanzarme a sus brazos y besarlo como nunca, pero otra gran parte se niega totalmente y lo único que quiere es alejarse.
Nunca hemos hablado de lo "nuestro" no mencionamos nuestros besos o algo parecido, es más, en los últimos días no hemos hablado mucho.
- Lo que dije sobre Liessel es cierto – dice tras unos minutos de silencio – Contigo está contenta. Estamos contentos.
- Ella es una niña maravillosa, merece ser feliz. Cuando la conocí, parecía tenerle miedo a todo, se veía tan frágil.
- Sí, después de la adopción Adolfo y Helena se encargaron de criarla como un robot, supongo que quieren que sea su legado o algo así...
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Nuestro Momento
Teen FictionHace unos cuantos años Naomy abandonó su hogar, ¿la razón? Un corazón roto y una propuesta irresistible que elevaría su carrera. Ahora, tiene una vida que nunca se imaginó, disfruta de ciertos lujos y comodidades. Pero... ¿qué sucede cuando es hora...