Naomy
El sonido de la alarma se cuela entre mis sueños, con dificultad estiro la mano para tratar de apagarla, pero lo único que consigo es hacer que esta caiga, desarmándose totalmente.
Mierda.
Me levanto de mi pequeña pero cómoda cama y con mi pie hago a un lado los restos. Genial, ahora debo ir a comprar otro.
Salgo de mi habitación con intención de buscar algo que desayunar, todo está en completo silencio, Ian y mamá de seguro siguen durmiendo. La noche anterior regresamos algo tarde, yo me quedé con Lizzy, tratando de hacer que duerma, y aprovechando de no estar compartiendo la misma mesa con Helena.
Abro la nevera en busca de comida, pero esta se encuentra totalmente vacía. Lanzo un suspiro.
Me empino para ver el contenido de las alacenas y estiro mi brazo para coger la caja de cereales.
- Lindas piernas – me sobresalto ante el comentario, creí que estaba sola. La caja se resbala de mis manos y cae, esparciendo así su contenido por todo el suelo.
Segunda vez que ocasionas un desastre.
Volteo para encontrar de quién proviene la voz; gruño al encontrar en mi cocina a Ángel, quien parece estar muy cómodo apoyado en una columna.
- Aunque este disfrutando la vista, no creo que recibir a tus invitados en esos diminutos shorts sea una buena idea.
Arrugo la nariz - Ese es el problema, tú no eres mi visita. Me visto como quiero en mi casa. Ahora si no te importa, puedes retirarte.
Con el rabillo del ojo lo veo acercarse, por lo que retrocedo lentamente y continúo con lo mío.
- Vine a hablar contigo, tu mamá salió hace unos cuantos minutos y me invitó a pasar. ¿Qué es lo que sucede contigo, Naomy? ¿No se supone que éramos amigos?
Se supone.
- ¿De qué es lo que quieres hablar?
La mirada de Ángel se posa en mí, tiene el ceño fruncido y parece confundido. Segundos después suaviza su gesto – Hablaremos otro día sobre lo que acabo de decir. Ahora necesito pedirte un favor.
Sus cejas de elevan y sus labios se curvan en una leve sonrisa.
- Ve a pedírselo a uno de tus ligues, no tengo tiempo – digo dando media vuelta, con intención de volver a mi habitación.
Pero me detiene, posicionando su mano sobre mi brazo, obligándome a voltear – No es por mí, bueno en parte sí, pero no la gran mayoría, si eso te tranquiliza.
Me suelto inmediatamente de su agarre y levanto una ceja, indicándole continuar.
.§.§.§.§.
Stephanie
Mi teléfono suena, indicando una llamada. Inmediatamente contesto, se trata de Vicky.
- Nena ¿dónde estás?
- ¿Ah? – pregunto dándole un mordisco a una de las galletas de Lizzy.
Se escucha un suspiro por el otro lado de la línea – Chloe está preguntando por ti, hoy es la sesión del bombón español.
Dejo de morder la galleta y trago en seco, lo que ocasiona que me atore.
- Oh, rayos. Lo olvidé por completo. Voy en camino, dile que ya estoy llegando.
- Está bien, pero apresúrate, tiene pinta de querer explotar en cualquier momento.
- Está bien, adiós.
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Nuestro Momento
أدب المراهقينHace unos cuantos años Naomy abandonó su hogar, ¿la razón? Un corazón roto y una propuesta irresistible que elevaría su carrera. Ahora, tiene una vida que nunca se imaginó, disfruta de ciertos lujos y comodidades. Pero... ¿qué sucede cuando es hora...