Ángel
Me paro sobre una de las mesas, buscando a Naomy, pero no está. Su cabellera castaña no coincide con otras que están justo ahora en mi campo de visión. Empiezo a preocuparme.
¿Tan difícil es seguir una instrucción? Quedarse aquí era lo único que debía a hacer. Busco en el patio, en la cocina, incluso en los baños, pero sigue sin aparecer.
Pregunto a una serie de personas, la mayoría no me presta atención, lo único que parece interesarles en este momento es bailar, beber o ligarse a alguien.
¿Dónde estás, Naomy?
- Hey - me giro, encontrándome a David, amigo de Ethan - Cuando Ethan termine dile que hay un par de chicas que quieren conocerlo.
- ¿Termine de qué?
- Follar, fornicar, tener sexo, como tu prefieras llamarlo.
Una teoría algo absurda empieza a formarse en mi cabeza.
- ¿Como es la chica?
El tipo silva entre dientes y pasa su vaso hacia la otra mano.
- Eso lo sabes tú, mejor que nadie. Cuando Ethan me dijo que compartirías a ese bombón la verdad no me lo creí, pero...
Siento un hincón en el pecho. Inmediatamente me acerco a él tomando el cuello de su camiseta.
- ¿En dónde están?
- No los interrumpas, tú ya...
- Lo preguntaré una vez más, por si no escuchaste y quieres conservar tu cuerpo intacto ¿En dónde mierda están?
El tipo frunce el ceño, parece confundido. Maldita sea, yo estoy confundido, Naomy no es el tipo de chica que dejaría a su... bueno, en este caso que me dejaría para acostarse con otro.
¿O sí?
Por supuesto que no. Ella me... carajo, ni siquiera sé lo que siente por mí. Ni siquiera sé lo que yo siento por ella.
Pero estoy convencido que lo que insinúa este tipo me enfada, el tan solo imaginarla en brazos de él, de otro, hace que la bilis vaya directamente a mi garganta.
- Solo dijo que la llevaría a uno de los cuartos del segundo piso.
Suelto al tipo, ignorando sus comentarios y quejas e inmediatamente subo las escaleras.
De un golpe abro la primera puerta. Parece que ya está ocupada por una pareja, quienes me miran furiosos.
- Yo... lo siento.
¿Por qué debo disculparme? Es la casa de mis abuelos.
- Olvídenlo, fuera de aquí. Ahora mismo.
Ambos ruedan los ojos y empiezan a vestirse nuevamente.
La segunda habitación, vacía, al igual que la tercera y cuarta. En la quinta, hay una situación parecida que en la primera habitación.
Maldita sea, me estoy desesperando.
Finalmente abro otra puerta, pero cuando estoy por soltar que deben largarse, mi corazón se detiene al verla sobre la cama y a Ethan sobre ella.
- ¿Qué mierda...?
Ethan es el único que reacciona, girándose a mí con una expresión de confusión. Lo que me hace rabiar, es que sus manos siguen dentro de su blusa, tocando su piel.
Naomy no reacciona, tiene los ojos cerrados, su cabello está despeinado y cae en cascada sobre las sábanas. Parece dormida.
- ¡¿Qué le has hecho?! - cierro la puerta a mis espaldas y de un empujón aparto a Ethan de ella - Hey - muevo sus hombros, no reacciona - Muñeca, despierta.
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Nuestro Momento
Teen FictionHace unos cuantos años Naomy abandonó su hogar, ¿la razón? Un corazón roto y una propuesta irresistible que elevaría su carrera. Ahora, tiene una vida que nunca se imaginó, disfruta de ciertos lujos y comodidades. Pero... ¿qué sucede cuando es hora...