La heredera de la mafia (terminado, pero en edición)

11. ¿Otra Ackerman?

Amber.

Ya sentadas en las sillas del despacho de papá solo pensaba en que nos diría, el era un hombre de secretos pero aveces nos contaba sus cosas.

Suspire y lo mire a los ojos.

—¿papá qué ocurre?—pregunté preocupada, papá nos miró a todas y suspiró. Empece a detallarlo, su cabello pelirrojo ya tenia algunas canas, pero lo que mas note fueron sus ojeras, sus ojos cansados.

Algo esta muy mal...

—¿no saben por qué me fui de viaje, verdad?—nosotras negamos con la cabeza pero no hablamos.

Algo anda muy mal...

—bien, la cuestión es que yo tenía un mellizo... el y su esposa fallecieron en un accidente hace una semana...fui a su funeral— el trago en seco y yo solo pensaba en que al parecer siempre nos mantuvo a raya de toda la familia externa, ninguna sabe absolutamente nada de si tenemos tios o primos, abuelos o algo parecido.

— lo importante ahora es que los tenían una hija, y esa hija esta viva y ahora como mi hermano murió pase a ser el tutor legal de mi sobrina...— su expresión cambio completamente y vi como sus ojos se aguaron, mostraba debilidad con nosotras, mi cabeza empezó a doler y mi corazón se empezó a acelerar.

El tenia un hermano y fue incapaz de decírnoslo, cada navidad solas, cada acción de gracias, pascuas...siempre tuvimos a alguien más y no nos lo dijo. Pero sabia que no era la ocasión para reclamar tal cosa, ya ellos estaban muertos, y ahora solo tenemos oportunidad de conocer a la pequeña niña huérfana.

Me pare de la silla y apartado esos pensamientos solo me dirigí a abrazarlo, él no necesita esto ahora, solo necesita consuelo. Alisha también se paró de su silla y lo abrazó junto a mí.

— ¿quién lo hizo?...ese accidente no pudo ser casualidad, papá...—dije separándome de él.

— por ahora no lo se... mi hermano tenía muchos enemigos, pudo ser cualquiera...pero lo averiguaré mas a fondo luego y me las pagará— dijo papá serio y dolido.

— si necesitas hacer ese trabajo nosotras lo hacemos por ti— dije desidia, vengarlo seria reconfortante.

— quien más lo haría...— dijo incrédulo y con una pequeña sonrisa triste.

—... ¿por qué no nos dijiste nada?—dijo Anya con ojos aguados pero con un rostro dolido.

—no quería que se encariñaran con él, como yo, y les doliera tanto como a mí su partida...— aquello que dijo papa fue lo más egoísta que he escuchado.

—lo siento mucho papá...—dijo Alisha cabizbaja .

—papá no tenía ni idea...lo lamento tanto—dijo Alex con los codos en las rodillas y las manos en la cabeza sin saber cómo actuar o qué más decir.

—tranquilas...—dijo papá acomodándose en su silla, Alisha y yo proseguimos a sentarnos nuevamente.

—...la niña tiene 16 años así que...estudiará en su instituto pero dos años menos que ustedes—mis hermanas y yo asentimos en silencio.

—por ahora creo que lo que podemos hacer es tratar bien a nuestra prima, darle una bonita bienvenida...—dije pensando en mandar a acomodar una habitación en la mansión para la niña —y hacerla sentir como en casa.

—¿como se llama nuestra prima?—dijo Anya aun dolida.

—Shiara...—dijo papá— ...cuídenla ¿si?—nosotras asentimos.

— como si fuera nuestra hermanita— dijo Alisha sacando su teléfono.

—lindo nombre—dije neutra mientras miraba un punto fijo.