5. Lo dire solo una vez

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Amber.

Respira, respira.

Ya estábamos en el estacionamiento del hotel D' frisco, preparándonos para el trabajo, aunque era sólo yo la que necesitaba calamares un poco.

— ¿hay un plan? O ¿improvisaras?— dijo Anya poniéndose unos guantes negros que le acababa de dar.

— siempre improviso...— sonreí levemente mientras repasaba lo que haría. — recuerden las reglas.

— primera y única regla, nunca dejar a una atrás, entran cuatro salen cuatro — dijeron todas al unísono. Asentí levemente. Hace años les puse esa regla, siento que nos mantiene unidas.

— el próximo trabajo quiero que alguna de ustedes lo haga...— salí de la camioneta, las demás como siempre imitaron mi acto. He hecho esto mil veces, pero siempre es como la primera, nunca se sabe que pasará.

Todas vestíamos del los mismos colores, siempre trato de que haya un patrón, hacer este tipo de cosas que no son sencillas como parecen. Hay presión, sangre, llanto, pero esperemos que esto sea muy controlado. Antes si al hotel fuimos a recepción, me atendió un chico pelinegro con pegas.

— ¿que se les ofrece?— pregunta el chico sonriendo.

— una noche contigo si es posible— dijo Anya, este sonrió alagado— ¿como te llamas guapo?.

— travis y ¿tu?— dijo viéndola amablemente , que tierno. Como dije, nunca se sabe que pasará.

— Anya, ¿Eres nuevo? No te había visto por aquí.

— hermana, tenemos cosas que hacer— interrumpí a Anya— travis, ¿se encuentra lucio?.

— no, pero llegará en unos 10 minutos ¿de parte de quien...— dijo agarrando el teléfono y empezó a llamar para que sepan que estamos aquí, pero yo fui más rápida y agarré el teléfono y tranque.

— de parte de Amber Ackerman— este abrió los ojos como platos, el reconocimiento que te da ser hija de mi padre es potente — no necesitó aviso previo corazón, solo dime la habitación y el piso.

— lo siento señorita Ackerman pero no le puedo dar esa información...— dijo este serio.

— si, si me puedes— dije con calma, no quiero sacar mi arma para espantarlo, hay otras maneras para sacar información — creo que no me explique bien...habitación y piso, por favor— dije amablemente, aunque sonó tan falso.

— último piso, habitación 10—dijo rápidamente.

— cuando llegue no le digas que estábamos ahí—lo mire una última vez y fui directo al ascensor y mis hermanas me siguieron, todas estábamos serias.

Llegamos al último piso, nos acercamos a la habitación 10, la puerta estaba cerrada pero eso no nos impidió entrar, Alisha agarro un prendedor y abrió la puerta fácilmente.

Cuando entramos observamos toda la habitación, tenía dos pisos, subí al piso de arriba mientras las demás revisaban que nos hubiese nadie, en el piso de arriba solo había una habitación tenía unas puertas francesas de madera, era una oficina -aquí estará Perfecto-.

— despejado— dijo Alisha subiendo a donde me encontraba.

— Chicas— grite no tan fuerte pero audible para ellas, estas subieron al piso donde nos encontrábamos Alisha y yo, nos dimos una mirada cómplice y entramos a la oficina.

Me senté en la silla detrás del escritorio y puse mis pies encima del mismo, Alex se puso detrás de la puerta izquierda y Anya en la puerta derecha, Alisha fue a la puerta de abajo para recibir a nuestro invitado de honor, yo saqué mi arma y la empecé a acariciar mientras esperaba.

La heredera de la mafia (terminado, pero en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora