Amber.
— desvístete— el levantó una ceja y abrió los ojos de golpe, yo solo lo vi seria y él entendió que estaba hablando en serio, suspiró y sin decir nada se fue quitando la ropa.
Créanme que ese Ares derrochaba sensualidad, tenía algunos tatuajes en el pecho y se le veían tan bien, quería manocear todo su cuerpo y lo haría, en sus ojos se ve el deseo y la lujuria, él quiere esto tanto como yo.
Sinceramente no me gusta obligar a nadie a hacer algo puesto que a mi no me gusta que me lo hagan «pero aveces la lujuria te gana» aveces, pero este no será el caso. Además de que eso está mal.
Ares quedó solo en bóxers, un bóxer que le apretaba en los lugares correctos, lo mire de pies a cabeza y me mordí el labio levemente.
Ares se acercó a mi, ese acto me sorprendió ya que yo no le pedí que lo hiciera, fruncí un poco el ceño, él con una mano agarró mi cintura y con la otra agarró entre mi mejilla y cuello.
Nos fuimos acercando hasta que nos unimos en un beso lento, luego a un beso lleno de deseo carnal, bajó sus manos a mi trasero dándole un buen apretón haciéndome gemir.
El desabrocho mi vestido, agarre su nuca para profundizar el beso, este agarró mis muslos levantándome haciendo que enrollara mis piernas en su cintura, camino hacia la mesa y me dejó cuidadosamente ahí sin dejar de besarnos.
Agarre su cuello, le mordí el labio inferior haciendo que gruñera y lo separe de mi, nuestras respiraciones eran agitadas, él frunció el ceño, me baje de la mesa, caminé hacia la habitación, voltee y Ares seguía ahí parado.
— ¿vienes?— él empezó a caminar detrás de mi, me quite el vestido por completo y los tacones en el trayecto a la habitación.
Ares entró a la habitación, caminé hacia él, acaricié sus hombros para luego bajar mis manos a su abdomen, Ares me miraba y yo lo miraba a él.
Baje una de mis manos y la metí dentro de su bóxer, mi otra mano la puse en su hombro para mantenerlo derecho.
Acaricié la punta su miembro, para luego envolverlo en mi mano y comenzar con un vaivén, lento y firme.
Ares gruño con satisfacción y echó su cabeza hacia atrás. Empecé a acelerar mis movimientos, Ares gruñó.
Me detuve y saqué mi mano de su bóxer, lo agarre de los hombros y lo tiré a la cama, yo estaba solo en bragas.
Ares me veía con deseo, sonreí por mis adentro, Él se sentó en la cama y agarró mis caderas para luego bajar sus manos a mis bragas y quitármelas, yo le quite el bóxer dejando salir a su "amigo".
Lo recosté a la cama a Ares y me posicione a horcadas encima de él, agarre su miembro y lo metí de una sola embestida.
—Ahhh...— gemí.
Comencé a mover mis caderas de adelante a atrás lentamente provocándolo. El gruñó, tomó mis caderas entre sus manos, comenzó a levantarme y dejarme caer, sus embestidas eran fuertes y dominantes. Era tan satisfactorio y delicioso.
[•••]
Estaba durmiendo plácidamente en mi cama cuando un rayo de sol me pego en la cara y me despertó, hice una mueca, intenté voltearme, no puede porque alguien me estaba abrazando.
No puede ser «¿que problema tienen los hombres para abrazarme en las mañanas?» no puede ser, no es que me moleste pero hay otras posiciones para dormir.
Me levante bruscamente de la cama, Ares ni se movió «tiene el sueño pesado» fui al baño, me bañe e hice todo que tenía que hacer.
Luego fui a mi armario y me vestí para ir al piso de arriba, tenía que ir a mi oficina. Cuando ya estaba lista fui a despertar a Ares «pienso tenerlo como mi compañero» cuando lo vi durmiendo se me vino a la mente que hoy tenía que buscar a los gemelos «¡mierda!» ¿que hora es?
Vi la hora en mi teléfono, 9:36, tengo que ir a buscar a los gemelos antes de ir a la oficina, Perfecto. Fui a la mesita que está al lado de mi cama y saqué una bocina.
Caminé hacia ares, presioné la bocina y ésta soltó un sonido insoportable, Ares se sobresaltó tanto que cayó al suelo, reí por mi adentros pero mantuve mi cara seria.
Ares me miró como si estuviera loca— ¿por que hiciste eso?— dijo levantándose del suelo y sentándose en la cama.
—porque tenía que despertarte— dije sería, él levantó una ceja y negó.
— esa no es la manera de despertar a alguien— yo reí y el frunció el ceño.
— no importa, yo me tengo que ir, tú te quedarás aquí, no vas a salir, en el refrigerador hay comida, y si necesitas algo deje mi número en la nevera— sin más empecé a caminar, pero ares se empezó a reír deteniéndome.
— ¿que es gracioso?— levante una ceja y voltee a verlo.
— que piensas que haré lo que tú quieras como si fuese tuyo— ahora ella yo la que reía. Ares frunció el ceño.
— es que lo eres, yo te compré, ahora eres mío...de mi propiedad— dije cínicamente, el relajo la cara y se recostó en la cama.
— ¿y que se supone que haré con mi trabajo?...¿como que me vendieron? ¿no puedo salir de aquí?— tantas preguntas me estresan, pero mantuve la calma y respondí seriamente.
— ya no trabajarás en el club, ahora trabajarás para mi, no puedes salir de aquí porque no quiero, ah y soy Amber...tu dueña— me voltee y salí de la habitación. No quería seguir respondiendo estupideces.
Me encontraba en el club de Zacha en su oficina, estaba esperando a que me trajeran a los gemelos, todavía estoy considerando matarlos, pero no puedo, de seguro me pueden servir para algo.
— Amber...— dijo una voz familiar voltee y era zacha, tras de ella iban dos chicos, no los detalle muy bien ya que están atrás de ella, hice un gesto con la mano para que zacha se quitara, ella capto lo que tenía que hacer y se quitó.
Joder....
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La heredera de la mafia (terminado, pero en edición)
Storie d'amoreAmber Ackerman, mafiosa, asesina y despiadada. •Capaz de matarte si te metes en su camino y No le tiembla el pulso al hacerlo• •problemas emocionales• •consigue todo lo que quiere sin importar el costo. • ¿amor ? Esa palabra no existía para Ambe...