La heredera de la mafia (terminado, pero en edición)

6. La fiesta.

Amber.

Ya habían pasado unos días desde que hicimos nuestro trabajo en el Hotel D' Frisco y en las noticias no aparecía nada sobre nosotros, solo que nuestro dinero incrementaba. Sinceramente esperaba que las gemelas no denunciaran, o que algo pasara, pero no, todo estaba muy calmado.

Era jueves y mi papá había salido de viaje así que hoy saldríamos de fiesta, necesitábamos bailar y beber hasta no poder más.

Estaba en la habitación de Alisha hablando de que haríamos hoy, nos habían invitado a la inauguración de un club y también a una fiesta del vecino.

Pero sinceramente la idea de ir y emborrachamos al club y hacer desastre nos movió el suelo.  Hacemos toda clase de cosas que se nos vengan a la mente en plena ebriedad.

Severiano ir a la fiesta del vecino por cordialidad, pero sinceramente no me place socializar de esa manera.

Cabe destacar que yo soy la única que no me paso de copas. Alguien tiene que ser la que mantenga el control. Y ese "nos" me suena a poliedro.

— ¿tienes hambre?— pregunte mientras le avisaba a los dueños del club que iríamos.

— si, vamos a la cocina — dijo parándose de la cama.

— pero antes voy a la habitación de Anya— y sin más salió de la habitación, yo me paré del suelo y fui a la cocina. Si, estaba sentada en el suelo, me dolía la espalda.

Alisha.

Salí de mi habitación y fui al cuarto de Anya, se que salió con el de la recepción del hotel estos días, no sabia que podía caer tan bajo al hacer eso. Aun así tenía curiosidad así que toque la puerta y la abrí para encontrarme con una Anya acostada y cansada.

— ¡hey!— dije relajada entrando y sentándome a su lado. — ¿todo bien?

—hola...— dijo Anya relajada y asintiendo — todo muy, muy bien.

—¿cómo te fue con travis?— pregunté rápidamente, el chisme es mi pasión y quiero ser la primera en saberlo.

— ¡travis!— fingio un gemido, me burlé un poco porque sonó como gallina desquiciada— fue fantástico, tal vez le diga para un replay— dijo con una sonrisa pícara.

— es bueno saberlo...quiero saberlo todo, con lujo de detalle— dije cuidadosamente, pero con emoción.

— hey, calma— dijo poniendo un dedo en mi boca— te contaré todo, pero luego.

— está bien...avísale a amber, creo que querrá saberlo, tú sabes que se preocupa y eso...— me puse seria.

— lo haré más tarde — dijo quitando su dedo, yo hice una mueca, está me vio y agarró la almohada para golpearme con ella.

— ok ok ya me voy...— dije más calmada y agarrando una almohada para defenderme de su ataque.

— largo de mi cuarto— dijo todavía pegándome con la almohada.

— bien, bien me voy... ¡ya deja de golpearme con la puta almohada!— grite corriendo hacia la puerta y salí, baje a la cocina, cuando llegué no estaba Amber, de repente me taparon la boca.

— no grites— esa voz fría...Amber, ella me tapaba la boca claro, me jaló hasta el despacho, cerró la puerta y me sentó en una silla frente al escritorio, todavía me tapaba la boca.

Me quito la mano de la boca y se sentó en el escritorio.

— ¿que te dijo?— me preguntó sería.

— ¿era necesario hacer todo eso?— dije entrecerrando los ojos y recostándome de la silla.