Amber.
— ¿que quieres tu conmigo?— él se sorprendió un poco por mi pregunta, pero luego sonrió levemente.
—ya te lo dije...
— sé más específico.
— quiero que seas mi mujer...—agarro mi cintura—...quiero que seas la madre de mis hijos, quiero que vivas conmigo, que compartamos la misma cama y que cada noche que pueda te haga mía...¿que quieres tu conmigo?— mi cara no mostraba ninguna emoción, él agarró mi mejilla y la empezó a acariciar.
«¿que quieres con él?» no lo se.
«toma una decisión» es que soy muy joven para todo eso, quiero vivir mi vida «con él la puedes vivir» no lo creo «¿que te da miedo?»
tengo solo 18 «casi 19...Amber él también es joven y piensa en un futuro contigo»
— no lo se...— decidí ser sincera y decir que no lo sabía, él levantó una ceja.
— tal vez esto te ayude a saberlo.
Se acercó más a mi y me besó lentamente mientras me apretaba contra su cuerpo.
Agarró mis muslos y me levantó, me dejó suavemente encima de la cama sin dejar de besarme, él estaba encima de mi, yo agarraba sus fuertes hombros y los acariciaba.
Agarró su miembro y lo metió en mi interior, haciéndome gemir en sus labios, sus movimientos empezaron suaves pero excitantes, una de sus manos recorría cada centímetro de mi piel.
Yo tenía mis manos en su nuca, no quería dejar de besarlo, me encantaba hacerlo, creo que no me cansaría de esto, nunca.
[•••]
Estaba acostada en el pecho de Mikhail, todavía era de noche, Mikhail estaba dormido, suspire y me pare cuidadosamente de la cama, recogí una camisa de Mikhail del suelo y me la puse, salí de la habitación y fui a buscar mi ropa, la agarre la doble y fui hacia la habitación con mi ropa en mano.
—...me gusta tanto ¡mierda!— iba por el pasillo llegando a la habitación cuando oí a Mikhail casi gritar frustrado, entré cuidadosamente a la habitación y él estaba sentado en la orilla de la cama tenía su bóxer puesto, tenía las manos en la cabeza y los codos en sus rodillas.
Dejé cuidadosamente mi ropa en la mesita de noche, caminé hacia él y lo abracé por la espalda haciéndolo sobresaltar.
— no te fuiste...— dijo volteándose para verme, sonreí tiernamente y me encogí de hombros.
—¿por que pensaste que me iría?
— me levante y no estabas, fui a buscarte y estabas recogiendo tu ropa...supuse que te ibas— dijo algo triste, lo besé castamente y luego lo mire a los ojos.
— solo doblaba mi ropa para luego traerla a la habitación...no me iba a ir...no quiero irme, quiero dormir contigo...¿puedo?— dije lo último haciendo un puchero, él sonrió tiernamente, me posicione a horcadas sobre él para abrazarlo, él correspondió cálidamente a mi abrazo.
— ¿por que recoges tu ropa a las 3 de la mañana?
— cuando son las tres de la mañana casi siempre me despierto y suelo pensar en...irme o quedarme, si estoy aquí después de esa hora no me volveré a ir— expliqué.
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La heredera de la mafia (terminado, pero en edición)
RomanceAmber Ackerman, mafiosa, asesina y despiadada. •Capaz de matarte si te metes en su camino y No le tiembla el pulso al hacerlo• •problemas emocionales• •consigue todo lo que quiere sin importar el costo. • ¿amor ? Esa palabra no existía para Ambe...