23. Esa es la idea

2.6K 123 0
                                    

Amber.

Sentí algo vibrar, ajn tenía mis ojos cerrados y tenía pereza saber quien llamaba, suspire y busque mi celular, la la llamada, era Liam.

Llamada de Liam

— ¿hola?— dije bostezando

— hola ¿te desperté?

Vi la hora, eran las 3 de la mañana, abrí los ojos un poco más.

—si, ¿pasó algo? ¿Tienes algo?— dije un poco preocupada

— no, no pasa nada, solo que no puedo dormir, además de eso te extraño...

Reí un poco ante ese comentario.

— Liam Que si ayer...— dije como si fuera obvio

—lo se, pero ya te extraño

—¿y me llamas para eso?— dije un Tanto cansada

— ¿a quien más llamaría?

—¿sabes que? ven a mi casa y te quedas a dormir

— voy para allá

Fin de la llamada

Sinceramente también lo extraño, y en estos días tengo una espontaneidad sin límites.

Me levante de la cama, fui al armario y busqué un jogger y un top, me cambie y luego me peiné el cabello, salí de mi habitación con sumo silencio y empecé a bajar las escaleras, vi de reojo nuestras fotos familiares y sonreí al ver una foto vieja de mi madre y yo, la encontré hace unos días cuando volví al ático, mi madre era preciosa.

Ya al llegar a la cocina busque un pote de helado y dos cucharas, amo el helado y más si es de tres sabores, aunque el de fresa me encanta.

Si llevo a Liam a mi habitación haremos ruido, se que Liam quiere follar, se le notaba en la voz, es mejor si lo llevo a la sala de cine...

Me senté en la sala y abrí el baldo y tomé un poco con la cuchara, escuche como la puerta principal se empezaba a abrir y pude visualizar a Lim entrar en jogger y un suéter negro.

Cerré el helado y puse el pote en la mesa con las cucharas para poder correr a abrazar a Liam.  Él me levantó y me dio vueltas en el aire. Sonreí, luego me acerque a su cara y lo besé.

Extrañaba sus labios.

— te extrañe...— dijo poniendo nuestras frentes juntas y luego bajándome.

— ven— dije agarrando su mano y llevándolo a la sala de cine, pero antes agarrando el helado.

— ¿a donde vamos, preciosa?

— a la sala de cine.

— ¿tienes sala de cine?— dijo frunciendo el ceño.

— tengo una sala de cine, una cancha de tenis, una cancha de básquet, una sale de bowling, una piscina interna y otra externa— dije abriendo la puerta de la sala de cine.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La heredera de la mafia (terminado, pero en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora