La heredera de la mafia (terminado, pero en edición)

47. El angel con cabello de fuego

Amber.

Estábamos mi papá, Mikhail, Anya y Alisha en mi oficina hablando sobre que haríamos con Chase, ya que sabemos donde está.

—...¿por que no le lanzamos una bomba en su casa? Así era el plan original—dijo mi papá pensativo, yo rodé los ojos.

Mi papá no es una persona tan seria, de hecho es amable y cariñoso algunas veces.

— papi, se que amas la bombas pero...— lo pensé un momento—...en realidad es buena idea si lo piensan bien— todos me miraron como si estuviera loca menos mi papá.

— si lanzan la bomba ahorita dejará débil a Weber, luego matar a su hijo y estará aún más débil, en realidad es buena idea— dijo Mikhail desde el sofá.

— bien, pero no podemos solo lanzar la bomba, tenemos que pensarlo mejor...mientras Amber está con Chase podemos...— dijo Anya viendo su teléfono, y así seguimos aportando ideas para derrocar a Weber.

— entonces es todo, ya tenemos todo planeado... es hora de despedir a Alex...luego hablamos del plan, porque primero lo primero ¿no?— dijo Mikhail acercándose a mi, todos asentimos y yo le di un beso en la mejilla asiendo que él sonriera.

— bien, todos arréglense, hay que darle un último adiós a Alex...—dijo Alisha saliendo de la oficina destrozada y rota, suspire cansada, salí del despacho y Mikhail me siguió.

[•••]

—Ese vestido te queda bien— dijo Mikhail mientras se acercaba por detrás, empezó a acariciar mi espaldas, sonreí levemente— ¿estás bien?...—

Estaba terminando de arreglarme y sinceramente no quería bajar, no quiero a despedirme de Alex, lo acepto, no quiero decirle adiós, no quiero que su recuerdo se olvide...

— no quiero hablar de eso ¿si?— el asintió dándome un beso en mi cuello.—Mikhail...— dejó mi cuello para voltearme y así quedar frente a frente.

— bien...— me dio un casto beso en los labios—...vamos, tu familia espera— yo asentí, él entrelazó nuestras manos, bajamos las escaleras, pasamos por la sala y luego fuimos al jardín.

Ya todos estaban ahí, incluyendo a los gemelos que estaban consolando a shiara, todos vestíamos de blanco, ese era el color favorito de Alex, apreté la mano de Mikhail y él me dio un beso en la frente.

— tranquila...— suspire. Esto es difícil «nadie dijo que sería fácil»

Alisha.

Ayer fue el peor día de mi vida, perdí a mi hermana, a mi mejor amiga, hoy es el segundo peor día de mi vida, es su funeral.

— ¿quien quiere dar las primeras palabras?— dijo el padre, todos nos vimos entre sí.

Estábamos en el jardín de la mansión, íbamos a enterrar aquí a Alex, no es muy buena idea que digamos pero no me opuse a ella, la tendré cerca ¿no? Ó al menos de qué queda de ella...

— yo...— dije dando un paso adelante, él padre asintió y me dejó empezar.

Se fuerte, Alex se merece unas lindas palabras de despedida.

Mire las flores en forma de ángel arriba del ataúd.

Suspire.

— Alex, hermana...siempre te considere la más fuerte de nosotras, la más distraída, la más simpática aunque penosa, una chica con más desastre emocional que cualquiera de los presentes, la que seguía las reglas, la que ocultaba secretos, que aun seguirán siéndolo porque no te dieron tiempo de contarlos...la que daba la vida por nosotras, aunque no sepamos si tú muerte fue esa vez ...Te fuiste demasiado pronto... jamás olvidaré la vez que me dijiste que la vida es una, y qué hay que disfrutarla al máximo porque nunca sabes cuando acabará... — solté una lágrima y mire el ataúd cerrado—...jamás pensé que esto te ocurriría, no ahora, no cuando aún tenías cosas pendientes, no tenías que terminar así, tú no...— sollocé—... yo les prometí a ti, Anya y Amber que las protegería de este mundo, que sería ese muro...lo siento por no cumplir mi palabra... esto se me fue de las manos y no sé cómo...nunca quise que esto te pasara, no quise que sufrieras así, nunca quise que tu última hora fuera así, y lo siento...— sollocé—...¿sabes? te extrañare demasiado, de hecho ya te extraño, extraño tus malos chiste, tus reproches, tu desastre, tu simpatía...extraño a mi mejor amiga...quisiera haber tenido más tiempo...— y todo lo que dije era verdad, hubiera querido más tiempo, un día más, solo unas horas más.