Amber.
Suspire cansada.
La alarma de mi celular suena como todas las mañanas, y aquí sigo, mirando al techo pensando que la vida da muchas vueltas y que en algún punto mi karma llegará, no quiero ser pesimista, pero se que lo hará.
Me senté en mi cama y aun pensé en levantarme he ir al instituto, en lo único que ahora puedo pensar es que estoy estresada, y que tengo muchas cosas encima. Pero como a diario, respiro fuertemente y me doy valor para levantarme de la cama, apagar la alarma e ir directo al baño, y sin importar nada meterme a bañar con agua hirviendo.
Cuando salí del baño, y dejando de pensar en todo, solo agarre mi uniforme y me lo puse, era el típico uniforme de instituto rico, camisa de vestir, una corbata, un saco, una falda, pero le pongo un poco mi toque y uso unas botas negras de militar, mi cabello lo dejo liso y me maquillo un poco.
Me quede en el espejo mirándome, todo lo que siento ahora no importara después, todo pasa. Termino de acomodarme y fui a buscar mi arma y la metí en mi bolso en el cual solo traigo un cuaderno y una cartuchera que nunca he abierto.
Mientras bajo a desayunar veo las habitaciones de mis hermanas y observo que tienen las puertas abiertas así que soy la ultima en bajar al desayuno.
Ya en el comedor mis hermanas Alisha una pelirroja de labios gruesos estaba tomando jugo, Anya una rubia de ojos azules y Alex otra pelirroja estaban desayunando, me siento en la punta de la mesa dándoles los buenos días, a lo que ellas responden con una sonrisa.
La chica de servicio de inmediato puso un plato con unas tostadas y un omelet, la chica se veía tensa, la mire un poco y creo que es nueva.
— ayer llegó una chica nueva al instituto, no quería darme mi puesto y la golpee— dijo Anya luego de tomar un sorbo de su jugo y mirándome fijamente.
— ¿quieres que te aplauda por ser impulsiva?— le pregunté sin un gramo de gracia.
— le dejé un buen moretón en el ojo— dijo Anya haciendo un gesto desinteresado.
Seguimos hablando de cualquier cosa por un rato más, usualmente no soy nada expresiva, mucho menos sentimental, pero mis hermanas lo saben, y así nos queremos.
No tenia muchas ganas de comer, pero igual tome unos petados de omelet y tome jugo, y diciéndoles a mis hermanas que me las esperaba en el auto, busque mis llaves y fui al garaje.
mire la hilera de autos lujosos y fui hacia uno de los míos.
— aguanta, voy contigo...— escuche a Alisha detrás de mi, la mire y asentí.
Ya en el auto solo puse música al máximo volumen y nos fuimos al instituto.
Me estacioné en mi puesto de siempre y vi que el auto de Anya se estacionaba a mi lado, apague el auto y espere que Alisha saliera, yo suspire y agarre unas gafas de sol que estaban en la guantera y me los puse. Hora del show.
Salí del auto y observe como mis hermanas esperaban por mí, así que les hice una seña y se me acercaron para caminar a la puerta del instituto. Sabia que todos nos miraban, pero eso no importaba mucho, aveces imaginaba que tenia una vida normal, pero siempre hay algo que me hace volver a la mesera realidad.
— Amber, esa es la chica a la que golpeó Anya ayer...— dijo Alisha haciendo esperando que las mirara, levemente las miré. Por qué Anya será tan impulsiva? no es posible que ande por la vida golpeando gente si no le hacen caso.
La chica no tenia un moretón como había dicho Anya, era de cabello castaño liso, tenia unas hojas en la mano, las miraba cuidadosamente, seguro era su horario, segundos después apareció otra chica igual a ella, son gemelas, y esta sí tenia un ojo morado.
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La heredera de la mafia (terminado, pero en edición)
RomanceAmber Ackerman, mafiosa, asesina y despiadada. •Capaz de matarte si te metes en su camino y No le tiembla el pulso al hacerlo• •problemas emocionales• •consigue todo lo que quiere sin importar el costo. • ¿amor ? Esa palabra no existía para Ambe...