Capítulo 4

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Narra _____

Me encontraba vigilando a los rehenes, quienes dormían plácidamente en sus sacos para dormir, cuando sentí un apretón en mi...nalga derecha.

Volteé y mire mal a Denver, que contenía la risa, el hizo eso porque sabe que no podría regañarlo, alguien podría escuchar.

- Mírame con amor, cielo.- Susurró con burla, y rodé los ojos para ver de reojo alrededor.- No hay nadie aquí...

- Solo...sigamos con nuestro trabajo.- Murmuré y el agachó la cabeza para marcharse.

Lo siento, Denver. No vine aquí para meterme en líos amorosos.

- Linz, tu vigila a los rehenes, que seguiremos el plan.- Dijo Berlín, asentí.

Vi como se iban a abrir la entrada de la Fábrica con Mónica Gaztambide, ella sería nuestra mensajera con la policía y los medios.

Suspiré y bostecé, quiero dormir...

- ¿Qué me ves, chaval?- Dije a uno de los rehenes, era con quien fue encontrado Corderito en el baño. El negó con la cabeza avergonzado.- Oslo...¿Me cubres?

Le expliqué con señas a lo que me refería, pues no me entendía mucho...aceptó con la cabeza y fui al baño.

Al entrar, abrí el caño del lavadero y me moje el rostro.

- ¿Qué mierda?- Dije al ver que mi vientre estaba hinchado, me había bajado el chándal rojo.- Pero si no he comido mucho...y no engordo fácilmente.

Calculé los días y me di cuenta...que el mes pasado no me vino.

Por la preocupación del atraco y mi hermano, no le tome importancia a eso. Hasta ahora...

Y recordé que ya varias veces he tenido antojos, y por obvias razones no pude comerlas.

- Que tontería estoy imaginando...en vez de ladrona, debí haber sido escritora.- Murmuré.- ¿Por qué sigo hablando sola?

Suspiré y volví donde los rehenes, vi como ya los demás habían regresado.

Observé a Mónica...ella esta embarazada, según estoy enterada.

Sé que lo que hago es una tontería, pero...necesito quitarme este pensamiento.

- ¿Qué haces, Linz?- Preguntó Berlín a verme acercándome a Mónica.

- Una charla entre mujeres.- Respondí seria y el sonrío, Mónica me miraba algo asustada.- Se que no es la mejor forma...pero necesito un favor tuyo.- Susurré.

- ¿Q-qué necesita?-Dijo en voz baja, vi alrededor, los rehenes se abrazaban a sí mismos, no estaban ni interesados en nuestras conversación.

- Ni se atreva a decirle a alguien, que yo le pedí esto.- Ella asintió con temor.- En un momento, les preguntarán sobre si necesitan medicinas...necesito que pidas un test de embarazo.

- ¿E-Es para us-?- La interrumpí bruscamente.

- Nada de preguntas, solo hazlo...por favor.- Murmuré y asintió repetidas veces.

Me alejé con rapidez, al ver como Río me veía con extrañeza, pues...no era normal ver a una ladrona con su rehén, hablando.

Me coloqué al lado de Nairobi, veíamos como Berlín separaba a los rehenes en grupos.

- ¿Qué hablabas con ella, Linz?- Preguntó.

- Sobre su embarazo, eso.- Contesté, ella asintió no muy convencida. Yo era muy buena mintiendo...¿Será que Nairobi es muy lista?

Dejamos de hablar al escuchar sollozos, vimos y era una mujer ya algo mayor, Berlín fue a hablar con ella.

- ¿Alguien más necesita medicación?- Preguntó en voz alta.

- ¡Yo!- Levantó la mano una mujer castaña de cabello rizado.- Soy diabética.

- Yo estoy tomando sertralina.- Dijo una muchacha, era compañera de Corderito, si no me equivoco.

Ellas habían dado un paso al frente, observé a Mónica, ella agachaba la mirada. Mordí mi labio con frustración.

- Yo.- Dijo Mónica, dando un paso al frente.- Me gustaría pedir un test de embarazo y una píldora abortiva, ha dicho que no sabe cuantos días estaremos aquí y me gustaría resolverlo cuanto antes.

- Lo tendrá.- Afirmó Berlín, fue con las mujeres que solicitaban medicina.- Vengan, las llevaré al despacho del Señor Román, ahí estarán más tranquilas.

- Perdone, yo también tengo una petición.- Habló Corderito.

Al final, todos grabarían un vídeo para todas sus familias, que estaban bien y eso. Separaron a los rehenes en grupos, para que hicieran sus tareas.

Cuando era su hora de descanso, Berlín entro molesto ya que al parecer alguien se contactó con la policía a través de un teléfono.

Nos hizo que desnudáramos a los rehenes y Gaztambide por el pánico, le falto el aire y Denver se la llevo.

Al final, Berlín y Río se fueron para hablar. Cuando llego el momento Berlín y unos de nuestros compañeros con algunos rehenes se pusieron máscaras y armas para recibir las pizzas y los medicamentos.

— Llévalo, Denver.— Dijo Berlín dándole la bolsa de medicamentos a Denver, pero yo la cogí antes.— ¿Linz?

— Podemos llevarlos nosotros.— Dije y antes de que dijera algo, subí las escaleras con Denver atrás mío.

Al pasar por un pasillo, Denver agarró mi cintura e hizo que estemos contra la pared y me empezó a besar, suspire entre el beso, lleve mis manos a su nuca para profundizarlo.

— Joder, Linz.— Dijo al separarnos, intentamos calmar nuestra respiración.— Cuando todo esto acabe, quiero proponerte algo.

— ¿Qué es?

— Ya lo sabrás, preciosa.— Dijo coqueto, caminó en frente mío y con cuidado de no hacer ruido abrí la bolsa y agarré le test de embarazo, lo guardé con rapidez dentro de mi chándal.

— ¿Quieres?— Dijo Denver volteándose y extendiéndome un cigarrillo. Negué y el rió.— Pero nunca niegas un cigarrillo.

— Es que...creo que me voy a enfermar de la gripe.— Dije algo nerviosa, le extendí la bolsa y el me vio confundido.— Mejor dáselas tu, necesito ir al baño.

— Pero, fuiste hace un rato.

— Sí, pero tome mucha agua, nos vemos luego.— Dije y le di la bolsa, al darme la vuelta me dio una nalgada, mi reacción fue sacarle el dedo corazón.

— Es momento de la verdad...


Perdón, de que no la haya continuado:( pero vuelvo con fuerzaa

Espero que la sigan! :3

Las amo, BYE<3

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