Capítulo 7

8.5K 448 63
                                    

SÁBADO.

18:00 

32 HORAS DE ATRACO.

Narra _____

— ¡Tenemos que hacer que pare el sangrado!—Dije y vi como Denver rompía parte de su camiseta, la agarre y empecé a hacer algo de presión.— ¡Moscú, Denver!

Cada uno agarro de brazos y otro de las piernas a Arturito, para llevarlo dentro.

— ¡Vamos!—Grité, mierda si se nos muere estamos jodidos. Los rehenes avanzaron después de que Moscú y Denver, llevando a Arturito ya estén bajando por las escaleras.

Cerré la puerta que daba a la azotea, cuando ya todos los rehenes habían entrado.

— ¡Helsinki, ayuda!—Gritó Moscú al ver como subía a ver que había pasado.

— ¿Qué tenemos?—Preguntó Helsinki.

— ¡Un herido grave, corre!—Dijo Moscú y Helsinki bajo rápido.

Avancé y me puse adelante de Moscú, Denver y Arturito, quien nos maldecía por haber matado a Mónica.

Al llegar al recibidor, donde teníamos a los rehenes, lo pusimos encima de un carrito, o una mesa con ruedas, vi como Tokio bajaba con el botiquín.

— Agua, por favor, por favor.—Pedía Arturito, Denver le dio de beber de una botella, vi como Tokio intentaba ver la herida de bala.

— Ay, Dios.—Dije en súplica, que no se nos muera.— No te muevas, Arturo.

Baje el cierre del mono rojo con cuidado, Tokio cortó con unas tijeras del botiquín la camiseta, por la zona de la herid

— Necesito hablar con mi mujer...necesito hablar con mi mujer.—Pidió Arturito, soltando sollozos.

Río presionaba la herida con la tela, pero ésta igual salía sangre por montones, fui a traer la gasa del botiquín, y empezamos a ponerla en la herida.

Pero, nuestro cursito de primeros auxilios con el profesor, no nos serviría.

En donde había descubierto, que Nairobi era madre, aunque fue porque...

Flash Back

Nairobi se había ofrecido, a ser la otra persona, para que aprendamos donde estaban nuestros órganos y arterias con unos rotuladores.

— Tokio, Linz.—Nos dio a cada una un rotulador, Nairobi se había quitado la camiseta, quedando solo en brasier.— Cada una, trazará una arteria u órgano.

— Aquí está la carótida.

— La yugular.— Tracé la zona.

— El corazoncito.—Dijo Tokio, haciendo un pequeño dibujo.

— La aorta abdominal.—Dije y tracé la zona del abdomen. Tokio vio lo mismo que yo, una cicatriz de una cesárea, pero yo deje eso ahí, Tokio no pensaba lo mismo.

 Siguió la zona del abdomen y levantó un poco el pantalón.

— ¿Qué haces? A ver, ¿qué haces?—Dijo Nairobi, golpeando con la palma de su mano la mano de Tokio, Nairobi se levantó de la mesa.— ¿A dónde vas?

— Nairobi, calma.—Dije, yo estaba entre ellas.

— Sí, hazle caso, tranquilita.—Dijo Tokio, levantando los brazos como diciendo, "yo no fui".

— Que Tokio se va a comer el rotulador.

Empezaron a discutir, y Nairobi le dio una bofetada a Tokio, me sorprendí y sentí que me tiraban una bofetada.

La Casa de PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora