Temporada 2 Capítulo 6

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Capítulo 6: "Tú eres mi familia"

Narra Linz

Intenté controlar un poco el asco y comprender la situación que pasaba Palermo, ahora Helsi le quitaba los vidrios que tenía por los pómulos y ahora iba al de los ojos.

— Venga, toma mi mano.—Dije al verlo como mordía su labio y se retorcía del dolor.

— Nunca había estado de la mano con una mujer tan horrible.—Dijo en broma y soltó un quejido al sacar otro cristal Helsi y colocarlo en una bandeja.— Eh, así que Matías.

— ¿Qué?—dije confundida y vi como Helsi colocaba nervioso otro cristal.— ¡Helsinki!

— No me lo desconcentres que sino me caga la puta vista.—Dijo Palermo con molestia.

Percibí la mirada pesada de Denver, que se supone que vigilaba al Gobernador que estaba atrás nuestro.

— Linz, contame el chisme.—Dijo con ironía y apreté su mano, éste solo quería divertirse si oyera la reacción de Denver.

— Ya está, Linz la gasa.—Dijo Helsi y le alcancé la gasa, mirándole con el ceño fruncido.

— Palermo.— Volteé a oír la voz del Profesor.— Palermo, es urgente.

— Profesor, soy Tokio.—Respondió la de cabello corto.

— ¿Cómo esta Palermo?—Dijo a través del radio.

— Operativo, señor.—Respondió y le ayudé a que se levantará, y que fuera hacia la radio.

— Escuchen, han descubierto que les tenemos pinchados, hay que acelerarlo pero sin perder la calma.—Dijo el Profesor y observamos como Palermo le quitaba la radio a Tokio.

— ¿La calma?—Dijo pareciendo que intentaba calmarse.— La tendrás vos que estás en la furgoneta, querido. Acá estamos rodeados por el ejército de España, no sabemos cuando van a entrar, no sabemos por donde lo van a hacer.

— ¿Bogotá ha empezado ya?—Respondió el Profesor luego de unos segundos de silencio.

— Sí, ya lleva ahí un rato.—Dijo Palermo con seriedad.— Perforar esa puerta nos llevará una hora o tal vez dos.

Me mordí un poco mi dedo por los nervios, y le arrebaté la radio a Palermo.

— ¿Cuánto tiempo nos queda?—Pregunté.

— Catorce minutos.— La respuesta de Lisboa, casi hace que me caiga y también porque Palermo gritó cerca mío.— Nos han jodido bien y lo saben...Yo intentaría otro movimiento incluso dudaría de Prieto. El cabrón de Tamayo se va a saltar todos los protocolos.

— Explícame, ¿qué significa eso?—Dije y suspiré, para desordenar mi cabello por la tensión.

— Significa que van a entrar ahí cuando desbloqueen las puertas.—Palermo me quitó la radio, tal como hice yo antes.

— Bien, entonces no tenemos otra alternativa que utilizar el delfín, ¿no es cierto?—Volteé a ver al Gobernador.

— Exacto, ¿lo tenéis?

— Sí, Flipper está con nosotros.

***

— Quiero a todo el mundo con los chalecos y las caretas puestas en dos minutos.—Dijo Tokio en voz alta.

Caminé en el medio de los rehenes y vi como era repartido las máscaras.

— También tendrán unas armas para ustedes.—Dije con una sonrisa y reí al ver como se miraban entre ellos confundidos.— Armas falsas.

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