Temporada 3 Capítulo 1

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Capítulo 1: "¿Todos contra todos?"

Narra Linz

La tensión y el miedo, era lo que había en la habitación, Nairobi seguía perdiendo sangre.

Ayudamos a quitarle los collares y anillos a Nairobi, le colocamos suero y empecé a conectarle a las máquinas.

Observe el monitor de sus signos vitales.

— Pulso 155 y subiendo.— Informé preocupada.

— Presión arterial 85/40, está bajando.— Dijo Helsi angustiado.

— Vale, dos unidades de sangre y suero.— Dijo Tokio y tome las bolsas de sangre, empecé a intentar calentarlas para la transfusión.

— Sé fuerte, estoy aquí.— Dijo Helsi con una sonrisa tranquilizante.

— Sangre a 30 grado, lista para la transfusión.— Le pase a Río, ayudé junto a Tokio para colocar a Nairobi de costado.

Helsi tomo la máquina y empezó a buscar la bala.

— Está aquí la bala.— Informó.— Tras la séptima costilla.

— Está en la parte baja del pulmón.— Dijo Tokio con una sonrisa algo forzada.— Amiga, eso es bueno.

Me asuste al oír los rápido pitidos del electrocardiograma y Nairobi empezó a jadear.

— No puede respirar, es un neumotórax.—Dijo Helsi y colocamos a Nairobi de frente.

— Se está ahogando.— Dije con voz temblorosa.

— Tokio, el botiquín seis.— Pidió Helsi y la nombrada se lo alcanzó.

— Tiene aire en el pulmón y la caja torácica.— Los pitidos que decía el monitor nos desesperaba, podíamos perderla en cualquier momento.

Helsi tomo la grande aguja que le dio Tokio y se la insertó en el pecho a Nairobi.

— Ya está.— Dijo Tokio aliviada, nos tranquilizamos al oír sus signos más estables.

— Sacadme de aquí.— Dijo Nairobi con dificultad.— Prefiero vivir en la cárcel...No me quiero morir aquí.

Contuve las lágrimas, ella parecía sufrir demasiado, Nairobi me observó.

— Linz, entregadme a la policía, por favor.— Dijo casi rogando y empezó a sollozar.— Por favor...Entregadme.

Nosotros nos observamos sin saber que teníamos que hacer.

Nairobi nos miraba con súplica, esperando una respuesta.

Ahora teníamos los presentes, Tokio, Helsi, Bogotá, Río y yo, colocadas las batas quirúrgicas desechables.

— El gobernador ha estudiado tres años de medicina en el ejército y no ayudará.— Dijo Plermo entrando junto al gobernador.

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