Capítulo 1

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Narra _____

- Recuerda cerrar bien la puerta.- Le dije a mi hermano menor de diez años, Thomas.

- Sí y que no abra a nadie excepto a Amanda, no salga de aquí y que espere hasta que tu llegues.- Dijo y asentí con una sonrisa al saber que ya entendió.- 

- Adiós.- Dije, y cerré la puerta con llave desde a fuera de mi casa, empecé a caminar por este lugar donde vivía que era horrible, pero era lo único que podía conseguir.

Ignoré los comentarios de los hombres que había, caminé por una calle y vi a un hombre, que lucía adinerado.

- Hola.- Sonreí coqueta, y el me vio de arriba a abajo sin disimulo alguno, llevaba puesto un vestido ceñido al cuerpo de color azul.

- Hola, hermosa.- Dijo y en su mirada había perversión.- ¿Quieres que te invite a comer? Para conocernos, claro.

- ¿Tu esposa no se molestará?- Pregunté al ver su anillo.

- No, ella no importa.- Contestó, hombres.- ¿Vamos?

Abrió la puerta de su auto, que se veía que costó demasiado caro, el se dio la vuelta y con una gran agilidad robe su billetera, que se encontraba en su bolsillo trasero, antes de que entrará al auto, guardé su billetera en mi brasier.

- ¿Dónde quieres ir?- Preguntó y encendió el auto.

- No sé, y si mejor vamos a divertirnos un rato, luego vamos a comer.- Y el sonrió con emoción, siempre funciona. Seguro, piensa que me voy a acostar con él.

Me llevó al hotel, era caro, pocas veces me llevaban a estos lugares, la mayoría prefería uno simple y barato.

Soporté los besos que me dio, y como me tocaba el cuerpo. Escuché como sonó su celular y el de mala gana, atendió al ver que insistían.

- Si, ya sé.- Dijo ese hombre que ni se su nombre, se quitó su reloj de muñeca y sonreí, al ver que entró al baño.

Agarré el reloj, me puse mis tacones negros y salí del hotel, cuando cruzaba la esquina, escuché sus gritos furiosos.

- ¡Esa maldita me robo!- Dijo con frustración.

Mientras caminaba, saqué la billetera y al abrirla, el muy idiota dejo sus tarjetas de crédito, pero había un papel con sus códigos y sonreí más al ver billetes.

Su reloj estaba en mi muñeca izquierda, seguro costará demasiado, volteé la vista al ver a un hombre que me hablo.

- ¿Empezando desde temprano?- Preguntó y lo vi confundida.- ¿Puedes ingresar al auto?

Asentí, porque en mi bolso tenía gas pimienta y se pelear bien, al entrar al auto, el sonrío.

Lo vi mejor, parecía de cuarenta años, tenía el cabello negro y llevaba unas gafas.

- No pensé que lo harías..._____.- Cuando dijo eso, saqué mi gas pimienta del bolso.- N-No soy ningún acosador ni nada.

- ¿Qué mierda quieres conmigo?- Pregunté, debí haber traído el cuchillo conmigo. ¿Qué?
Era por seguridad...

- ¿No te cansas de robar billeteras y bailar en las noches?- Preguntó y me sorprendí que supiera eso, nadie sabe que bailo en un bar,  solo lo hago porque pagan bien.

- Te quiero proponer algo...-Dijo con calma para que no me altere.- Ganar dos mil cuatrocientos millones de euros ¿Suena bien?

- Es una puta broma ¿no?- Dije seria, tener todo ese dinero es imposible.

- No, no lo es.- Dijo con seriedad.- Estoy buscando más gente, que no tenga mucho que perder.- Dijo y me di cuenta que no sabía de mi hermano.- Ya no tendrías que bailar ni robar billeteras, porque varios te han demandado por robos.

- A ninguno les di mi nombre.- Dije, por eso les costaba "atraparme" solo me veían una vez y les costaba acordarse de como era.

- ¿Te unes?- Preguntó y la respuesta era obvia en todo caso.

- Acepto.- Dije y el sonrío, e iba a encender el auto, pero lo detuve.- Tengo que hacer algo antes.

- ¿Te llevo?- Negué.- Eh...pero tienes que ir rápido, te esperaré aquí.

Salí y llamé a Amanda en un teléfono público.

- ¿Diga?- Contestó.

- Soy ____.- Le expliqué que iba a trabajar en un lugar lejos por un tiempo, ella se mantuvo callada.

- ¿Cómo mantendré a tu hermano?- Preguntó.

- Te juro que te pagaré todo lo que gastes, hasta más.- Dije, esta era una oportunidad única.

- ¿En qué te has metido?

- En nada grave.- Respondí.- Por favor, Amanda.

- Espero que me pagues bien y que no andes metida en cosas ilegales.- Dijo y suspiro.- ¿Qué le digo a Thomas?

- Que trabajaré y...ya no estará solo en casa.

- No te metas en líos...Adiós.- Colgó.

Pensé que no iba a aceptar, agradezco que ella sea la única amiga que aceptaría cuidar por un tiempo a Thomas.

- Vamos.- Dije al entrar al auto de ese hombre, que parecía ser  un salvador de mi vida de mierda.

Se que esta mal, confiar en un hombre que a penas conoces...pero quiero darle una buena vida a Thomas.

Además, fácilmente podría dejarlo inconsciente. 

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