35

1.8K 149 20
                                    

AXEL

Estaba impresionado, pero no lo aparenté. No tenía pensado mostrar ninguna emoción que no fuera más allá de un entrecejo fruncido. Con los brazos cruzados sobre el pecho y la espalda apoyada en el respaldo de la silla, le pedí que hablara.

-Supongo que tendrá muchas preguntas que hacerme. -Dedujo con rostro serio. Yo asentí con la cabeza sin relajar mi entrecejo.

Ahora que le tenía frente a frente, comprobé que algunas de sus facciones me eran conocidas, pero yo no había visto a ese hombre en mi vida, por lo tanto descarté la idea de conocerle.

-No tengo mucho tiempo, señor Evans, despeje sus dudas antes de que me marche.

-Luka Bianchi... -le inspeccioné de arriba abajo con la mirada. -¿A qué se debe su interés por mí y por mi familia?

-Veo que me conoce. -Sonrió y se encogió de hombros adoptando una mueca de inocencia. -Verá, no me interesaría per la tua familia si no fuera por la injusticia que acarrea.

-¿De qué injusticia está hablando? -Me incorporé y apoyé los codos en la mesa que nos separaba.

-Le dije que le preguntara a su padre.

-¡Ya le dije que mi padre es inocente!

Una camarera se acercó y, tras echarme una ojeada lasciva, anotó lo que Luka pidió: café solo. Lástima para ella de que en mi mente solo cupiera Alessa.

-Es gracioso, señor Evans -sonrió de nuevo. Si volvía a sonreír estaba seguro de que le patearía los... -nunca escuché que dijera que su padre era inocente.

-¿Quiere hacer el favor de contarme todo lo que sepa de una puta vez? -Murmuré apretando los dientes e intentando relajarme. El espagueti estaba agotando mi paciencia.

La camarera volvió con su café y lo depositó en la mesa junto con un pequeño papel bien doblado. Luka lo miró y emitió una pequeña risa.

-Creo que esto es para usted. -Dijo deslizando el papelito sobre la mesa hasta dármelo.

Lo abrí y vi que la camarera había escrito su número de teléfono junto con su nombre. Hice una bola con él y lo tiré a la papelera que había cerca de nosotros.

-¿No va a llamarla? -Inquirió con una ceja en alto.

-No estoy interesado. -Respondí quitándole importancia con un gesto de mano.

-Ya tiene una bella ragazza, ¿no?

"Un momento... ¿qué cojones hago dándole explicaciones a este tipo?"

-¿A usted qué le importa? ¡Céntrese en el tema que estábamos hablando! Cuénteme lo que sepa o me marcho. -Amenacé entrecerrando los ojos.

-Va bene, no hace falta que se ponga así. -Dijo con serenidad. -Lo que tengo que decirle es largo de explicar, pero le haré un resumen, ¿de acuerdo?

Le miré unos segundos con la mirada más fría que poseía y asentí.

-Sé que su padre no es la mejor persona del mundo...

-Eso ya lo sé. -Interrumpí molesto.

-Si no me deja hablar, ¿cómo quiere que se lo cuente? -Pareció irritarse un segundo, pero su mueca volvió a ser serena. Gruñí y asentí dándole la razón. -Si me conoce -prosiguió, -debe saber que su padre y yo no somos amici. Pero mi enemistad hacia él ha aumentado debido al descubrimiento que hice recientemente. -Tomó un trago de su café. -Bruce Evans fue el culpable de la muerte de Grazziela, su madre. -Aclaró aunque yo sabía perfectamente como se llamaba mi madre. -No me convencía su asesinato, así que, con la ayuda de los míos, investigué por mi cuenta y descubrí que fue él quien la había asesinado.

Nada más importa (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora