Francamente, no tengo idea de qué es lo que esperaba encontrar, pero estoy segura de que no era esto. ¿Muñecas? ¿Es enserio? Las hay de todo tipo, todas antiguas y hermosas, desde marionetas con hilos que van desde diferentes puntos de su cuerpo hasta el armazón de madera que las controla, hasta las que están para que sean exhibiciones en estanterías, incluso también del mismo estilo que yo poseo en mi cuarto. Sin embargo, no me siento aquí como con las mías propias, no, aquí me siento observada, con intensidad, por los cientos de pares de ojos que vienen de todas y cada una de las silenciosas ocupantes de este lugar. Sinceramente no sé qué pensar o qué se supone que diga, ¿éste es su gran secreto? Yo no le veo nada malo, es un poco incómodo, sí, eso no lo niego, mas no es nada del otro mundo, ¿o sí? Después de todo, entré a este lugar por una puerta que apareció de la nada...
Ese pensamiento empieza a picarme en la mente: este no es un lugar cualquiera, y por consiguiente, estas tampoco son muñecas cualquiera... No había espacio de este lado del taller para que haya otra habitación oculta, ¿o sí y no lo noté? No, no lo creo, es imposible. ¿Dónde se supone que estoy entonces? ¿Qué es este lugar?
-¿Dónde estamos?
-Bienvenida a mi taller privado.
-Jason, eres el único que tiene un taller aquí, al cual nunca entro ya que tú me lo pediste, ¿para qué tener otro?
-Porque este no es uno cualquiera, es especial. ¿No notaste que no entraste por una puerta normal, sino que esa apareció de la nada en la pared? Sé que eres observadora Queen, ¿me vas a decir que no reparaste en ese "insignificante" detalle?
-Ok, eso no puedo negarlo y la verdad es que, todas esas muñecas, siento que me están mirando, tienen algo raro, podría decir incluso que se sienten demasiado reales, demasiado vivas.
-Eso es porque, en algún momento, lo estuvieron.
-¿Qué?
Eso me hace congelarme en mi sitio, ¿acaba de decir que, todas esas muñecas, estuvieron vivas antes? ¿Qué demonios quiere decir con eso? Son simples muñecas, no pueden haber estado vivas, ¿o sí? ¿Será que no son solo eso? Mi vista pasa de los inanimados y vívidos juguetes, a la imponente figura de Jason, que ahora se encuentra acariciando el pómulo de una de las marionetas con la punta de su dedo.
-En algún momento del tiempo, todas y cada una de las preciosas muñecas que ves aquí de mi colección, poseyó vida, fue una joven mujer de algún punto de la historia de la humanidad.
-¿Qué me estás queriendo decir exactamente Jason? ¿Acaso tu...?
-¿Las maté? Sí, lo hice; transformé a seres imperfectos en objetos de espléndida perfección, arreglando aquello que les hacía falta.
-¿Arreglando lo que les hacía falta?
-Así es, verás, siento una predilección por la perfección y la belleza, y casi podría decir que una necesidad fisiológica por reparar aquello que no es perfecto, que tiene fallas. Todas y cada una de las muñecas que observas aquí, antes de ser las hermosas obras de arte que ves, fueron criaturas cuya imperfección hacía que todo lo demás bueno que poseían, quedara totalmente opacado. Yo solo quise ayudarlas, hacer que todo lo bueno que poseían se viera, quedara expuesto a la vista para que pudiera apreciarse claramente.
-Pero... eran personas.
-Sí, personas que, por una u otra cosa, hacían sufrir a los que las rodeaban. Horrible carácter, enfermedades, imperfecciones, todo aquello que las afeaba y hacía que la perfección no fuera posible de apreciar, hacía a los demás infelices, por más que no lo dijeran. Nadie quiere decir la verdad de lo que siente, son pocos quienes realmente se animan a hacerlo, mas yo puedo ver su disgusto, su sufrimiento, y hago algo al respecto.

ESTÁS LEYENDO
El Juguetero
RandomQue tus viejos no acepten quien sos porque no vas con su onda, es realmente molesto. Yo sé que no me odian, me aman, pero lo que he elegido para mí (algo completamente opuesto a su vida y creencias hippies) no es de su agrado en absoluto y es muy pe...