22°

1.1K 41 2
                                    

Ammmm... ok, no sé qué hacer o cómo reaccionar ahora. Justo frente a mí, acompañando a mi pelirrojo, hay dos chicos que no conozco y creo que el guiso que traje no me va a alcanzar. Maldición... debí traer más. Qué boba.

Los repaso con la mirada y noto algo raro en ellos, no sé cómo describirlo, solo sé que un aura extraña se desprende de ellos; esos ojos... Dicen algo que no alcanzo a comprender, mas son como una advertencia silenciosa de mantener distancia. ¿Quiénes son? Jason parece notar mi desconcierto y mi mutismo, raro en mí porque siempre tengo algo qué decir, y se acerca a mi persona, saludándome con un beso en mi mejilla, lo que me deja aún más confundida, ¿y a éste qué le pasa? Lo observo con una ceja alzada de forma interrogante y él se coloca junto a mí, de cara a los desconocidos.

-Te presento a dos de mis amigos, ellos con L.Jack y C.Pop.

-Es un gusto aunque, sus nombres son bastante peculiares.

-Igualmente y puede ser, no lo negamos.

El que habló es el más alto de los dos, aquel de ojos grises como la plata casi que, por mi baja estatura, me mira desde arriba de su altura, tal y como debe hacer Jason, aunque quizás él es más alto aún que mi juguetero. Éste, al igual que el de pelo celeste, está vestido de forma más informal que Jason, lo cual no es muy difícil, sin embargo, sigo insistiendo en que tienen algo extraño.

-Eso que traes ahí, huele delicioso, ¿qué es?

Miro los recipientes que traje para mi juguetero y para mí por un momento, y devuelvo la vista hacia ellos.

-Es un guiso que hice anoche, no obstante, de saber que tendríamos compañía, hubiera traído más.

-Descuida, no es tu culpa, caímos de sorpresa. Ni Jason sabía que vendríamos. Simplemente decidimos aparecer aquí.

-Literalmente.

Esas palabras me hacen observarlos con curiosidad y devolver la mirada a mi pelirrojo, que ahora mismo, los observa como queriendo asesinarlos. Esas palabras parecen ocultar mucho más de lo que creo, al parecer. Un minuto, mi cabeza empieza a maquinar y pienso en lo que sé hasta ahora: Jason es básicamente un demonio, el cual convierte a las chicas en muñecas, cuyos juguetes y creaciones están vivas, y este par son sus amigos, los cuales "aparecieron" aquí. Dudo mucho que cualquier "amigo" que pueda tener mi juguetero pueda ser un ser humano normal y eso me hace considerar otra opción; ¿y si ellos son...?

Repaso la tienda al completo y el exterior hasta donde puedo ver, para corroborar que nadie más esté escuchando ni nada parecido, y devuelvo mi atención a la pareja de chicos frente a mí, cruzándome de brazos y adoptando una postura más firme.

-¿Ustedes no son chicos normales, no es así?

-¿De qué hablas?

Ambos se miran entre ellos y se nota que no necesitan palabras para comunicarse, sus gestos lo dicen todo y con eso, sé que he dado en el clavo.

-No son humanos, ninguno de los dos lo es, ¿me equivoco? Son como Jason, seres sobrenaturales, asesinos.

Sus ojos se abren como platos y los dirigen al pelirrojo junto a mí que los contempla con un gesto que parece decir "se los dije". Sus pupilas vuelven a clavarse en mí y entrecierran sus párpados, observándome en detalle, como analizándome.

-No tenemos idea de qué es lo que estás diciendo.

-Ay por favor, se les nota. Puede que sea humana, y una bastante común y corriente, no obstante, he pasado el tiempo suficiente con Jason como para reconocer la diferencia entre uno de los suyos y una persona normal. Ustedes son como él, no sé si exactamente iguales o qué es lo que los diferencia, pero sí sé que no son personas normales, que están más cerca de él que de mí. Pueden negarlo cuanto quieran, mas está muy claro para mí. Quizás es el aura que desprenden, la amenaza silenciosa que transmiten sus ojos de forma casi involuntaria, sus posturas o quizás es todo el conjunto y más, sin embargo, sea lo que sea, está ahí y he aprendido a reconocerlo.

El JugueteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora