Una semana, solo había transcurrido una semana desde la última vez que había hablado con su vecino. No sabía qué le ocurría y porque actuó de esa manera, fue más un impulso que otra cosa. A veces odiaba ser así, pero no había caso.Dios! Se veía tan guapo recién salido del baño... aish! Pero qué cosas dices Chaeyoung! Se dió un golpe mental. La promesa que le había hecho a su mejor amiga no seguía en pie, ya que estuvo alejada de él un par de días. Eso significaba que le dejó vía libre ante cualquier chica.
No podia seguir asi, necesitaba pensar, reflexionar sobre lo sucedido entre ambos.
Desde que Mino la engañó hace un tiempo atrás, se juró a sí misma no confiar más en los hombres. El rencor se había apoderado de ella, estaba dolida por aquel primer amor. No entendía qué había sucedido, ella se había entregado a él, lo quería mucho pero pese a eso terminó traicionado ese amor. Su amor.
Los días seguían pasando, Chaeyoung de vez en cuando miraba por la perilla, la puerta de su vecino. Lo raro era que desde el último contacto con él, no escuchó ni vio alguna mujer por su departamento.
Se lo cruzó varias veces en el café, debajo de su edificio. Solo cruzaron miradas y alguna que otra sonrisa. Lo vió acompañado de una morena, pero esa vez no actuó, no hizo nada. Solo pidió la cuenta al mesero y se marchó de ese lugar.
Lo siento Joy, no puedo seguir así, sé que te prometí hacerlo sufrir pero esto ya me superó. Espero que lo entiendas, te lo explicaré cuando llegue a casa- Chaeyoung había redactado aquel mensaje en su móvil dispuesta a enviarlo a su amiga. Pero algo raro la detuvo, sentía una sensación extraña en el pecho. Pasó su mano hacia este y la mantuvo un tiempo en ese lugar. No quería hacerlo, no quería volver a casa.
Eso significaba no verlo nunca más.
Rápidamente borró el mensaje que había redactado, y que la tuvo pensado toda la mañana, si debía hacerlo o no.
Camino a su habitación, marcó el número de otra de sus mejores amigas: Lisa.
Chaeyoung necesitaba una oreja, alguien que la escuché y que entienda un poco lo que le estaba pasando o al menos algo. Conocía a Lisa desde la secundaria, ambas eras nuevas en aquel entonces. Su amistad fue instantánea, se entendían a la perfección. Siempre que Chaeyoung estaba en problemas Lisa estaba ahí para resolverlos.
-Chaeyoung?- Se escuchó desde el otro lado de la línea.
-Oh! Lisa, si, soy yo. Cómo estás?- respondió.
-Oh Chaeyoung! Me encuentro bien! Aguarda... Hace tiempo que no se de ti! Dónde te has metido?- contestó la tailandesa.
-Lo siento, ahora mismo no estoy en la ciudad, es largo, pero si tienes tiempo te lo contaré.- respondió Chaeyoung, esperando que su amiga pueda seguir hablando con ella.
-Si Chae, tengo tiempo, siempre estoy para ti ¿recuerdas?- preguntó Lisa.
-Lo sé Lisa- contestó un poco apagada.
-¿Qué ocurre Chaeyoung? Te escucho preocupada, solo dime qué es, lo resolvemos juntas- respondió la rubia.
Lisa siguió escuchando atentamente a su amiga, Chaeyoung trato de explicarle de la mejor manera todo lo que le sucedía, y así lograr que la comprenda. Desde la confesión de Joy, hasta la llegada hacia ese edificio, también los motivos por los que se encontraba allí.
-Te quiero Lisa, gracias por escucharme, en verdad necesitaba alguien con quien hablar.-respondió Chaeyoung- Lamento robarte tu tiempo- continuo.
-No me molestas para nada, somos amigas Chae- contestó Lisa- y yo también te quiero.
Luego de que la llamada finalizará, se sintió un poco más aliviada. Lisa la escuchó, la aconsejo y le recomendó que siguiera su instinto. Y así lo iba a hacer.
Solo le quedaban dos opciones: terminar con esto y volver a su vida normal o seguir con el plan original la cual la trajo allí.
Pensó fríamente. Sabía lo que le estaba ocurriendo y odiaba eso. Ya lo había sentido antes. Ingenuamente pensó que las cosas no pasarían de esa manera pero sucedieron.
Dió un suspiro y se dejó caer en el sillón. Necesitaba descansar o al menos un poco. Seguiría con el plan, no había duda en eso.
Pero temía una cosa: enamorarse.
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[Rosekook]Playing With The Fire
Teen FictionMi madre siempre me decía que tenga cuidado con los chicos, porque el amor es como jugar con fuego, podemos salir heridos. Y puede que tenga razón, porque cuando te veo, en lugar de tener miedo, quiero lanzar todo de mi en tu mundo Nos estamos quema...