[Rosekook]Playing With The Fire

Crazy

Chaeyoung estaba en su casa como un león enjaulado ¿Por qué se había ido del bar? ¡Maldita sea!, no debería de haber salido corriendo, primero porque no era propio de ella, y segundo porque lo había dejado solo, con la oportunidad de llevarse a alguien a la cama.

Ahora solo le quedaba esperar, y rogaba porque se la trajera a casa y no se fueran a otro lugar.
No tuvo que esperar mucho, un poco más de las diez de la noche, empezó a oír risas en el pasillo, una risita ordinaria resonaba con fuerza, acompañada de una voz de hombre: su vecino.

Se apresuró a ponerse la bata de seda por encima del camisón, se revolvió un poco el cabello, y metió bien los pies en las zapatillas; dejó la puerta encajada y salió para llamar a la puerta de enfrente, la misma risita del pasillo se acercaba, estaba segura de que era la chica la que iba a abrir, y así fue.

Una rubia alta, con largas piernas y ojos marrones, le abrió la puerta.
Ella ignorándola se adentró en la casa.

-Cariño -murmuró- te echaba de menos -le dijo lanzándose a los brazos de Jungkook.

Sin dejarlo hablar lo besó, ella notó como las manos de Jungkook se aferraron a su cuerpo, le acariciaba la espalda para ir bajando hacía sus trasero, y apretándolo, la unió más a él haciendo que no quedara espacio para el aire entre ellos.

Cuando oyó cerrarse la puerta de golpe, se soltó de él, quien confundido se frotó los pelos.
Ella respiró hondo, menos mal que la otra se había ido, el beso había ido intensificándose con demasiada rapidez, había podido sentir la erección de Jungkook contra su vientre.

-¿Por qué hiciste eso? -preguntó con voz ronca.

-¿El qué? -preguntó ella a su vez.

-¡Entrar así en mi casa! ¡Besarme de esa forma! ¡Espantar a mi chica!-dijo rápidamente.

-Me dijiste que cuando quisiera divertirme que te buscara, y eso hice -le contestó Chaeyoung sin darle importancia.

-Así que... te apetece divertirte...-dijo él.

-Me apetecía -contestó resaltando la palabra- me hablaste muy mal, ahora me voy a casa.-contestó segura.

-¿Dónde te crees que vas? -preguntó Jungkook frustrado.

Ella lo ignoró y caminó hacia la puerta. Jungkook la vio alejarse de él, abrir la puerta de su casa y cerrarla, él la siguió, aquello no se iba a quedar así. Justo cuando ella iba a empujar su puerta, él dio un tirón y se la cerró.

¡No, no, no y no, no podía ser!

Chaeyoung se giró pálida, le había cerrado la puerta, ¿ahora cómo se supone que iba a entrar?

Jungkook la miró confundido, ella había palidecido, el sonrojado de sus mejillas ya no estaba, ¿le habría hecho daño? ¿Cómo? No, él apenas la había rozado.

-¿Qué pasa? -preguntó confundido.

-¡Maldito idiota! -Gritó ella con ira, empujándolo, Jungkook sorprendido puso los brazos para protegerse de las manos de Chaeyoung- ¿¡Estas loco!? ¡Me cerraste la puerta! ¿Cómo se supone que voy a entrar ahora? ¿Eh? ¿Eh? ¡Explícame! -Jungkook seguía perplejo, él iba hacía atrás mientras ella iba dándole manotazos, y no entendía el por qué.- ¡es tu culpa que yo...!

De repente él la cogió de las muñecas y comenzó a andar con velocidad, haciéndola retroceder, hasta que quedó entre una pared y su pecho.

-¿Mi culpa? -Preguntó furioso- ¡no soy yo quien ha entrado tú casa para calentarte y después irme! Eres tú la que dejó la puerta encajada en vez de coger las llaves -estaba enfadado, por cada palabra que decía, acercaba su cara a la de ella.-¿Qué dices en tú defensa?
Chaeyoung guardó silencio.

-Eso es lo mejor que haces, ¡callarte! Porque sabes que llevo razón.

Chaeyoung abrió la boca para objetar, pero Jungkook la calló con un beso, ardiente y apasionado. Y ella se dejó llevar.