Smile

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El tic tac del antiguo reloj resonaba por toda la habitación. Jungkook parecía hipnotizado, hace rato que se encontraba sumergido en sus pensamientos. Intentó dormir, se había sacado los zapatos y cambiado de ropa para tratar de hacerlo pero le fue imposible. En su cabeza resonaba una y otra vez el mismo nombre, podría decirse que ya no era algo nuevo pensar en ella. Y más con lo sucedido esa noche.

Antes de entrar a su departamento, había ayudado a Yang Mi llegar a la casa de su amiga. Solo basto subir cinco pisos más, para luego despedirse gentilmente. No sabía mucho de ella, lo poco que intercambiaron fue en la fiesta y su breve encuentro de hace un rato.

-Gracias de nuevo, sin ti me hubiera congelado allí fuera.-dijo Yang Mi desde el otro lado de la puerta del ascensor.

- No fue nada, enserio.

-¿No contestarás?- preguntó ella al notar que el celular de Jungkook sonaba con insistencia dentro de su bolsillo.

- Oh, luego lo haré. Deben ser mis amigos.- contestó llevando su mirada al suelo.

- Parece importante, entonces...hasta luego Jungkook y gracias.-se despidió de él alejándose por el pasillo.

-Adiós...-musitó mientras que las puertas se cerraban de par en par.

Chequeó su celular, tenía varias llamadas perdidas y mensajes de sus amigos. Entre ellos pudo notar llamadas por parte de Taehyung y mensajes de texto de Jimin. Su humor no había cambiado por lo que decidió que era mejor contestarles luego, no quería discutir con ellos ya que conocía su propio temperamento.

¿Qué iba a hacer con todo lo que sentía y pasaba por su cabeza en ese momento? Era lo que se preguntaba reiteradas veces. Tal vez la mejor solución era hablar con Chaeyoung, sí, eso iba a hacer. Quería escuchar la verdad, su verdad. La verdadera razón de su alejamiento tan repentino. Y era por eso que al otro día la buscaría, tocaría su puerta y le pediría que se sincere con él. ¿Acaso estaba jugando con sus sentimientos? No quería ni pensar en aquello. Solo quedaba esperar.

Camino hacia la cocina desabrochándose un par de botones de su blanca camisa. Sería una noche bastante larga para él, fue por eso que decidió abrir una de sus botellas de coñac. Se podría decir que coleccionaba esa bebida, sin embargo, pocas veces la degustaba cuando se encontraba solo en su departamento. Sirvió una buena cantidad, y echando un par de cubos de hielo, bebió de su copa. Sacudió su cabeza en consecuencia al ardor proveniente de su garganta. Por alguna razón se sintió atraído a seguir tomando de aquella bebida, y pese a que su conciencia interior decía que no, y que era algo absurdo, continuó haciéndolo.

Tal vez, era la manera que encontró para ahogar todo lo que estaba sintiendo en ese preciso momento, pero también sabría que esa decisión sería arrastrada por la mañana, y no sería algo bueno.

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Del otro lado de la ciudad, Chaeyoung se encontraba junto a Lisa, ambas recostadas en el sofá de la habitación. Desde que llegó no había soltado palabra alguna hacia su amiga, por lo que la rubia se vio preocupada por ella. Algo era seguro, lucía triste y cansada. Aún estaba conmocionada por todo lo que atravesó esa noche, el extraño sujeto la había salvado de un accidente y todo debido a su torpeza e inestable cuerpo. Pero lo que más le dolía, era aquel sentimiento de culpa que estaba inundándola por dentro. Se sentía tan cobarde por haber dejado a Jungkook solo esa noche. ¿Por qué tenía que ser así?

[Rosekook]Playing With The FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora