Canción del capítulo:
Luego de un rato, Jungkook se alejó de su amigo, dirigiéndose hacia la barra por alguna bebida. Es que realmente lo necesitaba, había estado bailando un gran rato y ya su cuerpo lo sentía.
-Dos Martinis por favor.-le habló al barman. Este asintió y se dedicó a preparar los tragos.
-Joder, que torpe fui al tomar la bolsa equivocada. Aish, ¿en dónde tenías la cabeza Jungkook? ...Si, en ella, es que fue imposible no mirarla en todo ese rato.-pensó.
Tal vez sus amigos tenían razón, no era el mismo que antes. Hace rato que no salía con alguna mujer, ni estaba interesado en eso. Su fama de mujeriego estaba por el piso, y lo sabía.
Durante todo ese tiempo en la discoteca, muchas mujeres se le acercaron a bailar y coquetear, pero por su cabeza pasaba el nombre de una sola mujer, su vecina.
-Joder Chaeyoung, ¿Qué haré contigo?-pensó.
Dándole tres sorbos a su bebida, Jungkook volvió con su amigo, que ya no se encontraba en la pista de baile si no, en un costado conversando con dos mujeres.
-Tae, aquí está tu trago-habló entregándole el vaso.
-Oye Jungkook, te quería presentar a alguien-dijo el pelinegro dirigiéndose hacia las dos chicas frente suyo. Este las miró y les sonrió amablemente.
-Jungkook, un gusto- dijo, estrechando su mano hacia una de las chicas presentes. Era bonita no lo iba a negar.
-Yang mi-habló la castaña, un tanto ruborizada. Al terminar de presentarse, noto que su amigo ya no estaba a su lado. Volteó la mirada buscándolo. Pero fue nulo, ni él ni la otra chica aparecieron. -diablos Taehyung-maldijo en su mente.
No es que le desagrada quedarse con aquella mujer, para nada. Era muy bonita ante sus ojos. Pero por algún motivo, no estaba de ánimo para coquetear e iniciar una conversación, algo extraño en él.
Le dio un último trago a su bebida-okey, necesitaba más de estos-pensó. Su mirada navego ante la presencia de aquella extraña mujer.
-¿Quieres ir por un trago?-preguntó Yang mi. Jungkook la miró asintiendo con la cabeza. No iba a negarle un trago, a pesar de todo era caballero. Esta sonrió, y tomándolo de la mano, se dirigieron hacia la barra próxima a ellos.
Joder, desde que llegó no paró de pensar en su vecina. Lo torturaba de todas maneras. Sus pensamientos iban hacia ella, y aunque en el fondo no quería dejar de hacerlo, debía parar. Aunque sea esa noche debía tomarse un respiro. No podía engañar a su corazón, pero si a su cabeza. Y aquella mujer frente a él era la oportunidad para hacerlo. Aunque se mintiera a sí mismo.
9:30, Chaeyoung se encontraba dándose los últimos retoques a su maquillaje. Si mal no lo recordaba, había leído que la fiesta se realizaba en una de las discotecas más famosas de la ciudad. Debía de estar a la altura. Eso fue fácil, ya que estuvo todo el día comprando y probándose ropa.
El plan seguía en pie, y sabía exactamente lo que tenía que hacer. Cogiendo su bolso y llaves salió rápidamente de su departamento. Deslizándose en el fresco de la noche, Chaeyoung caminó hacia un extremo de la vereda. Visualizó a lo lejos un taxi y al extender su brazo este se detuvo a un costado de ella.
- Factory Underground, Seogyo-dong, Mapo-gu.-le indicó al chofer.
-Wow-pensó Chaeyoung al observar aquel inmenso edificio. Le fascinaba.
Dos enormes altavoces retumban en lo alto lanzando bajos aterradores. En la barra, grupos de chicos y chicas gritaban tratando de hablar entre ellos, riéndose. Chaeyoung se apoyó en el cristal. Miro la gran pista que había a sus pies. Todos bailaban como locos.
Descendió veloz por las escaleras. Abajo, la música era mucho más fuerte. Chaeyoung se pidió un Bellini en la barra. Una vez más observaba a su alrededor. Sus ojos volaban por todo el lugar. Lo estaba buscando a él, a su vecino.
La música seguía resonando en sus oídos sin parar. Se sentía extrañamente eufórica. Terminó de beber su trago y caminó a paso lento hacia la pista de baile. La música se apoderó de ella, dejándose llevar por el ritmo. Cerró los ojos y, poco a poco, atravesó la pista. Feliz y algo borracha, bailó en medio de todos aquellos desconocidos.
Se subió a un borde algo más alto de la pista. Juntando las manos, empezó a bailar, balanceando los hombros, con la boca cerrada y transportada por la música. Abrió los ojos y miró hacia arriba, en medio de todos aquellos desconocidos. Y por arte de magia, se encontraron. Jungkook la observaba bailar desde lo alto.
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[Rosekook]Playing With The Fire
Teen FictionMi madre siempre me decía que tenga cuidado con los chicos, porque el amor es como jugar con fuego, podemos salir heridos. Y puede que tenga razón, porque cuando te veo, en lugar de tener miedo, quiero lanzar todo de mi en tu mundo Nos estamos quema...