Canción del capítulo:
Chaeyoung estaba dando los últimos arreglos a su cara. No usaba demasiado maquillaje, lo justo y necesario. Sus mejillas regordetas estaban adornadas con un poco de rubor. Sus labios humectados con un labial sabor sandía. En sus ojos, llevaba una sombra clara, contorneado sus párpados. Sus pestañas estaban cargadas con máscara oscura y como toque final, un sutil delineado. Lucía magnífica.
Observo el reloj en su muñeca, aún le quedaba tiempo. Una sensación extraña sacudió su cuerpo. Otra vez se encontraba luchando consigo misma. Con sus pensamientos e inquietudes. Jungkook había acudido a ella para invitarla a una cita. Si bien no era nuevo, se sentía rara. Aceptar ante aquella propuesta era tener que avanzar hacia más allá de la "relación" que tenían ellos dos. Lo sabía porque ya había pasado por eso y justamente era lo que la aterraba. Sus inicios con Mino iniciaron de la misma forma. Sus citas fueron seguidas al punto de terminar en una relación. No se había arrepentido en su momento, no.
Fue su primer novio, y fue con él quien empezó a conocer lo que era el amor. Pero fue justamente con él, donde conoció la traición. Aquella relación la había dejado marcada y Chaeyoung lo sabía. Fue por eso que durante todo ese tiempo se encerró en ella misma, como si su corazón estuviese atrapado en una caja. Estaba negada a volver a sufrir por amor. No lo resistiría.
Se miró nuevamente al espejo, resopló un par de veces.
-¿Qué debería hacer?-pensó.
Sin dudarlo dos veces más, tomó coraje y decidió ir hacia aquel lugar. No le quedaba mucho tiempo, solo un par de minutos para que su vecino se marchara.
Jungkook inconsciente la había puesto en un lugar de elección. Uno contra ella misma y su posición de quedar margen de él y otra muy distinto, su deseo y anhelo de estar junto a él.
Su cabeza había cambiado de repente y eliminado todas aquellas dudas que la atormentaban. Sus piernas veloces iban por las escaleras tratando de no tropezar por la misma. Antes de salir del edificio, acomodo su pollera negra y algún que otro mechón suelto por su rostro. Había volado por esa escalera, por lo que mejoró su look antes de salir como una alborotada. Rió para sus adentros por la situación que estaba atravesando. Agradeció para sus adentros el hecho de que no llovía, si bien la noche oscura seguía tapada con nubes de lluvia, estas no lo hacían.
Al salir, se arrepintió de no haber llevado algo más abrigado, aquella brisa le había erizado los vellos de su piel. Su campera de jean era muy bonita como atuendo pero para nada abrigada.
Revoleó sus ojos en señal de frustración consigo misma y su decisión pero ya era tarde para regresar a su casa por otra mejor.
Empujó suavemente la puerta del lugar, dónde divisó muchas mesas ocupadas y otras vacías. Ansiosa, llevó sus ojos por el mismo. No lograba ver a su vecino, muy raro. Miró su reloj en la muñeca para ver si era ella la que se había retrasado, pero faltaba para las 9:30, así que no lo entendía.
Su miraba fue decayendo, con un poco de decepción al no poder encontrarlo. Sin perder las esperanzas, camino por el bar unos metros más, dirigiéndose hacia el sector del fondo.
Y como sorpresa, allí se encontraba. Pero no estaba solo. Lo podía ver, él de espaldas y enfrente una mujer de aspecto occidental. Aquello lo noto por los rasgos diferentes en su rostro.
Chaeyoung resopló en el aire un par de veces en señal de intranquilidad. Era más que obvio que eso no iba a quedar así. Un pequeño dejavu se hizo presente en su cabeza.
Aquellos primeros días junto a Jungkook, que fueron exactamente de la misma manera. Ella ahuyentando a todas las mujeres de su alrededor. Haciendo que sus noches se vuelvan solitarias y sin compañía alguna. Viendo cómo su cara se transformaba cuando ella aparecía porque sabía lo que se aproximaba. Pero todo eso cambió por qué él se incluyó en el juego además de otras cosas.
Chaeyoung no iba a perderse aquella oportunidad servida en bandeja. Esa vez no iba a hacerlo por su amiga sino más bien por ella.
Ver a aquella mujer coquetear con Jungkook hizo que su cara se caliente de repente. Y esa sensación bajo por todo su cuerpo. Parece ser que algo despertó en ella. Los llamados celos se hicieron presentes nuevamente. Y era cierto, Chaeyoung se encontraba completamente celosa de aquella rubia y se podía notar a simple vista.
Con la idea ya fija en su mente, se dirigió a pasos un poco acelerados en dirección a la mesa. Al llegar, ambos levantaron su mirada hacia ella. En cambio Chaeyoung solo mantenía su mirada fija en Jungkook. Este sonrió al verla frente suyo.
-Estás aquí.- habló sonriente. Chaeyoung se sentó a su lado pegándose más a su cuerpo.
Nuevamente Jungkook quiso dirigirse a ella para comenzar a hablar sobre algo pero este fue interrumpido por unos suaves labios, los de su vecina. Poco le importó la presencia de la mujer sentada frente suyo, ni en el lugar en donde estaban sentados. La pelinegra deslizó una de sus manos al cuello de Jungkook acercándolo más hacia ella, haciendo que sus bocas se exploren más de lo debido. Succiono uno de sus labios para empezar a lamer de él. Ambos estaban saboreando sus lenguas, haciendo que estas se choquen intencionalmente.
Miles de sensaciones pasaban por la cabeza de Chaeyoung. No quería separarse de los labios de Jungkook y eso era muy notorio.
Un tos forzosa se escuchó cerca suyo haciendo que ese momento termine con brusquedad. La rubia seguía sentada en el mismo sitio.
-¿Qué hacía allí y por qué no se marchaba?-pensó al instante que la vio. Y por aquel motivo se pegó más al cuerpo de él, llevando una de sus manos hacia su pierna. Jungkook tragó pesado al sentir las manos de su vecina tan cerca suyo, parecía que aquel simple acto lo traía loco. Tensó su cuerpo un poco más en consecuencia de eso.
-¿Llego muy tarde, cariño? -preguntó ella mientras seguía rodeando uno de sus brazos alrededor de la cintura de Jungkook.
-Claro que no, cielo -contestó él dándole un beso en la comisura de los labios.
Bien, la noche había empezado como uno de sus juegos. ¿Cómo acabaría?
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[Rosekook]Playing With The Fire
Teen FictionMi madre siempre me decía que tenga cuidado con los chicos, porque el amor es como jugar con fuego, podemos salir heridos. Y puede que tenga razón, porque cuando te veo, en lugar de tener miedo, quiero lanzar todo de mi en tu mundo Nos estamos quema...