Canción del capítulo:
La lluvia comenzó a caer de repente, Chaeyoung observaba como las gotas golpeaban su ventana con brusquedad. En poco tiempo, aquel cielo claro se convirtió en un gris oscuro. Camino en dirección a la misma, para tener una vista más clara. Acercó su cabeza al vidrio, limpiando con sus manos un poco de este, ya que se encontraba empañado haciendo que obstaculizara su visión. Suspiró resignada ya que por lo visto, la tormenta iba a durar un tiempo y no estaba muy a gusto con la idea. No era que le atemorizaban ni nada por el estilo, tampoco era una chica que le asustaban los ruidosos truenos y relámpago, simplemente no era su clima favorito.
Agacho su cabeza con resignación, fue en ese momento cuando sintió un leve escalofrío sobre su cuerpo, comenzaba a tener frío. Examinó su cuerpo y el cómo se encontraba vestida, y al notar que no llevaba bastante ropa como para sentirse abrigada, decidió ir hacia su closet en busca de algo más. En su búsqueda, tomó un suéter negro con un diseño blanco en el medio, bastante holgado ya que eran de su preferencia. Al terminar de colocárselo notó que una manga gruesa sobresalía del estante apilado. Llevo su mano hacia esta y tiró de la misma sacando un gran buzo. Al instante reconoció que aquella prenda no le pertenecía a ella, y haciendo un poco de memoria, recordó que fue Jungkook quién se lo dio la vez pasada en su departamento. Una sonrisa repentina se asomó por sus labios. Cerró sus ojos por unos segundos, aspirando el aroma varonil de la tela.
También recordó ese día, lo que sucedió entre ambos, lo que él le dijo a ella. Sus palabras estaban grabadas fuertemente en su cabeza, y venían sin que ella las pensara. Jungkook le había confesado que le gustaba, pero Chaeyoung no había tenido reacción ante eso. Simplemente se quedó callada sin poder contestar, aunque después de eso pasó lo que paso, no pudo decirle que también sentía una fuerte atracción hacia él.
-Tal vez, y solo tal vez, aquel buzo en el armario del cuarto podría ser una excusa para poder verlo-pensó rápidamente.
Pero a los pocos segundos se retractó sobre eso, moviendo su cabeza en negación, ella no era así. Camino en dirección al living con el buzo en la mano. Otra vez su cabeza daba vueltas. Pensó en aquel momento que tuvo con Yang Mi hace unas horas atrás y el cómo se había puesto celosa sobre aquella mujer. Sentimientos que no pudo controlar y que pensó no volver a tener por un tiempo estaban haciéndose presente.
-Solo le voy a devolver lo que es suyo.-pensó. Aquello se veía más convincente, pero muy en el fondo, Chaeyoung lo quería hacer para volver a verlo aunque sea un rato más. Y tomar eso como una excusa muy apropiada para la ocasión.
Antes de abrir su puerta, se miró unos instantes en el espejo cerca de la salida, dando una última vista a sí misma. Tomó aire y lo expulso lentamente. -¿Por qué se sentía nerviosa?- pensó.
Mordió sus labios manteniendo el buzo oscuro detrás de su cuerpo. Tocó dos veces el timbre esperando a que la puerta vecina se abra y solo bastó unos segundo para que esta lo hiciera. Del otro lado se encontraba un Jungkook sorprendido ante su visita, sus ojos desprendían cansancio y algo de sueño, su cabello estaba levemente mojado pero aún así lucía muy bien. Ambos se encontraron con la miraba.
-Chaeyoung- habló por fin él. Su voz gruesa resonó por sus oídos, y le encantó escuchar decir su nombre por sus labios. Llevó sus ojos hacia él una vez más.
-Oh... Jungkook.-comenzó a hablar. -Yo... vine a devolverte esto.-habló, mostrando la prenda que ocultaba detrás de su espalda.
-oh...gracias...-contestó él, extendiendo su mano para tomar el buzo. Chaeyoung torpemente hizo lo mismo, provocando que sus manos entren en contacto. Se quedaron unos segundo en la misma posición, acción que provoco que Jungkook sonriera. Chaeyoung al notar aquello, separo su mano suavemente. Un silencio se hizo presente en corredor del pasillo.
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[Rosekook]Playing With The Fire
Novela JuvenilMi madre siempre me decía que tenga cuidado con los chicos, porque el amor es como jugar con fuego, podemos salir heridos. Y puede que tenga razón, porque cuando te veo, en lugar de tener miedo, quiero lanzar todo de mi en tu mundo Nos estamos quema...