Strange

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Canción del capítulo:

Después del primer fin de semana que él la llevó a cenar, se habían visto habitualmente, alguno de los dos buscaba una excusa para presentarse en la casa del otro; azúcar, un poco de aceite, comentar algo, creer que se había dejado una prenda.

Un día Jungkook había decidido dejar de lado las malditas excusas que ambos sabían que eran inciertas.

-Hola -dijo cuando ella abrió la puerta.

-Hola, ¿Qué pasa?

Él fue a buscar algo que decir, pero ¿para qué?

-¿Busco una excusa, o mejor aprovecho el tiempo en otra cosa? -había preguntado él, y sin más cortesía la había besado.

Ahora podría decirse que estaban casi siempre juntos, quedaban para comer, cenaban juntos, dormían juntos. Habían transcurrido dos semanas desde que Chaeyoung confesó que gustaba de él.

Y ambos eran felices, lo pasaban bien, era increíble.

Pero las dudas no dejaban a Chaeyoung tranquila, el remordimiento. A pesar de que se olvidaba de todo cuando estaba con Jungkook, cuando se sentaba sola los pensamientos la acosaban; ella no debería estarse acostando con él, ella debía de hacer lo contrario, había ido a eso.

Sin embargo era en lo último en lo que quería pensar. No quería alejarse de él. No quería dejarlo. Le gustaba y se lo había confesado.

Se estaba enamorando.

Mal asunto.

Jungkook era el ex de su mejor amiga: Joy. Y le había partido el corazón sin más. Aquello estaba mal, no quería que su corazón sufriese, y aparte de eso, no podía estar con el ex de su amiga.

¿Qué diría Joy?

Al principio no habido problema ninguno, era tan solo sexo: un sexo magnifico, pero sexo.

Cero compromiso, cero todo.

Pero ahora iba a más, no tan solo era sexo. Hacían el amor. Aquellos sentimientos que los inundaban. Quizás debiera de alejarse de Jungkook sin más, dejarlo y ya está.

Podría...

Antes hubiera podido hacerlo... antes, ahora ya no. Sus sentimientos habían salido a flor de piel y aunque luchase consigo misma, y buscara convencerse de que todo era un simple error, no había encontrado forma de parar aquello.

Chaeyoung se derretía ante él, sus caricias y sus besos; era magnético. Parecía estar en una especie de transe cuando estaba cerca suyo, un mágico hechizo que envolvía todo su interior, haciendo que sea imposible dejarlo.

A veces odiaba ser tan débil, tal vez si hubiera mantenido la misma esencia de chica fría e irritable como lo hizo al principio, nada de eso sería real. También creía que las cosas siempre pasaban por algo, y el destino de su futuro amor era Jungkook. Pero solo eran pensamientos que iban y venían por su cabeza.

Cerró sus ojos con fuerza, no quería atormentarse más. Se encontraba sentada cerca del ventanal de su habitación, en sus manos, una gran taza de café. Observaba la oscura noche inundando la ciudad, no quería dormir todavía. Suspiró una vez más apoyándose sobre la blanca pared, dio un último trago a su bebida negra.

[Rosekook]Playing With The FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora