[Rosekook]Playing With The Fire

I have you

Canción del capítulo:

Bolsas. Bolsas. Bolsas y más bolsas.
¡Cómo le gustaba ir de compras! Sobre todo para quitarse el estrés. Mirar ropa, zapatos, bolsos, libros, y demás cosas la había ayudado para olvidarse un poco de su vecino... tan solo un poco. Pero algo era algo. Necesitaba quitárselo de la cabeza, su imagen la acosaba, sus caricias, sus manos, su boca, todo él la acosaba, no podía ni cerrar los ojos.
Por eso mismo, después de haber pasado una noche muy agitada entre sueños muy movidos. Decidió irse de compras.
Se había pasado horas y horas mirando y probándose primero ropa, después había ido a mirar bolsos, más tarde se había ido a la tienda de lencería y se había comprados unos cuantos conjuntos de una sexy ropa interior, aquello la hacía sentir femenina y segura. Después se había dirigido a la zapatería, donde se había comprado tres pares de tacones y unas zapatillas. Y por último se había dedicado a mirar libros, allí se había pasado horas, eligiendo, leyendo sinopsis, pasando de uno a otro sin saber cuál escoger; como solución se había comprado casi todos los que le interesaban.
Y ahora iba cargada con montones de bolsas.
Deseaba llegar a casa y soltarlo todo. Se ducharía y estrenaría uno de los trajes que se había comprado, y las fabulosas sandalias de tacón negras, se iría por ahí un rato.
Aunque pensándolo mejor, quizás hiciera eso al día siguiente. Le apetecía tirarse en el sofá con uno de sus libros, y un enorme vaso de gaseosa.
No estaba segura.
Bueno, ya lo decidiría más tarde.
Las puertas del ascensor se abrieron y ella sujetó con fuerza sus bolsas, salió de él y paró delante de la puerta de su casa, haciendo malabares rebuscó en su bolso y sacó las llaves.
El bolso en la boca, los brazos cargados de bolsas, las llaves sujetas con dos dedos mientras intentaba ver.
De repente, la puerta de enfrente se abrió, y de ella salió su vecino.
Pum... ella dio un brinco, soltó un grito de susto, haciendo que las bolsas y bolso cayera y su contenido se esparciera.

-¡Joder, Jungkook, que susto! -gritó ella.

-Lo siento-se disculpó él- no pretendía... asustarte.

-Bien, pues tu propósito ha sido nulo, ¡me has asustado! Y mira como está todo...- contestó.

Chaeyoung alzó los brazos colocando las bolsas bien, y se agachó, en seguida las bolsas bajaron y se apoyaron en el suelo, enfadada y frustrada, volvió a hacer el intento, aquello era surrealista, ¿Por qué no dejaba primero las bolsas? Jungkook se agachó a ayudarla y comenzó a recoger y echar dentro del bolso.

-Lo siento, Chaeyoung. No pretendía asustarte así.-habló él.

Ella suspiró.

-No te preocupes, no pasa nada.-habló, tratando de abrir la puerta.

Una vez abierta, camino hacia el sofá y soltó todas las cosas, de nuevo fue a salir para recoger su bolso, pero se encontró a Jungkook en la puerta con su bolso colgado de un dedo.

-Gracias -dijo ella tomándolo.

-No hay problema-ambos mantuvieron la mirada fija en el otro. Otra vez se quedó perdida en él. Lucía bien, bastante arreglado ¿iría a una fiesta? Tal vez.

-Bueno Chaeyoung, que tengas buenas noches- hablo él.

-Igualmente- respondió. Lo siguió observando hasta que desapareció de su vista.

Lentamente cerró la puerta. Si su instinto no le fallaba, esa noche su vecino se iba de fiesta, o a encontrarse con alguna mujer, era obvio. Hace unos días atrás, ella se prometió seguir con el plan y lo haría. Pero otra vez corría en desventaja, no sabía hacia dónde se dirigía, o a qué lugar. Un tanto irritada quitó las bolsas del sofá y las colocó a un lado. Sin poderlo evitar buscó la caja de las sandalias negras y la sacó. Quería verlas de nuevo. Le encantaban. Luego de probarlas siguió con las demás bolsas.

Solo le quedaba una, pero vio que esta era distinta a las demás. Si su memoria no le fallaba casi todas las bolsas que trajo eran blancas, negras y rosas. Pero esta no, su color era azul oscuro. Curiosa la tomó y examinó.

-Esta marca... no la conozco- pensó.

Sin más rodeos abrió la bolsa.

-¿Un reloj? -se preguntó confundida. Claramente no lo había comprado esa tarde, no le pertenecía a ella.

Pero... si sabía a quién. A Jungkook, su vecino.

-Aguarda...ahora que lo recuerdo con claridad, el llevaba una bolsa del mismo color. Seguro se habrán mezclado con las mías cuando me ayudó a juntarlas del piso.-pensó.

-Aish! Que torpe- habló.

Pero al volver a guardar el objeto en la bolsa se dio cuenta que en esta había una tarjeta.

Invitación personal

"Fiesta de Jimin"

Invitado: Jeon Jungkook

Viernes 9:30 pm- Factory Underground, Seogyo-dong, Mapo-gu

-Te tengo Jeon Jungkook-afirmó victoriosa.

¡¡¡Hoy especial de dos capítulos!!!

Muchas gracias por los 1k de lecturas, de verdad. Comenten si les gusto, los leo.

Besos y abrazos, xoxo.