***— ¡DESPERTADOR IDIOTA, SUCK MY-! — y así comenzaban los días de HaeChan. No necesitaba una alarma para despertarse, pues comúnmente lo hacían los gritos de su adorable vecino peleando con su despertador.
Después de lograr salir de la cama abría su ventana y gritaba; — ¡cállate pequeño estúpido! — o algo por el estilo, iniciando un pleito entre ambos. Era la dosis de adrenalina que necesitaba Donghyuck para ganar un poco más de energía e ir a prepararse dando saltitos y tarareando canciones.
Generalmente el moreno salía de su casa con un pan en la boca y un café en la mano, ya que su arduo proceso de arreglarse para verse resplandeciente en la escuela no le daba tiempo de desayunar. Se ponía los audífonos y comenzaba a caminar mientras comía, su madre perfectamente podría irlo a dejar a la escuela pero HaeChan prefería irse caminando solo, ya que le encantaba sentir el aire frío de la mañana chocar con su rostro, era relajante para el.
Llegaba a la escuela y como de costumbre era tarde. Todos ya habían entrado a sus salones, pero poco le importaba, se tomaba su tiempo. Iba al baño a mirarse al espejo o tomarse fotos, sacaba y guardaba tranquilamente materiales en su casillero, charlaba un minuto con el encargado del aseo, y luego de eso entraba al aula, pidiendo perdón por la tardanza y diciendo que no se volvería a repetir.
Sus recesos eran calmados, hablaba y bobeaba con su grupo de amigos; JaeMin, JeNo, RenJun, y de vez en cuando JiSung y ChenLe, con quienes solían jugar a las escondidas o cosas de ese estilo... y bueno, una que otra discusión con él irritante Mark Lee.
Al salir de la escuela, el grupo de amigos casi siempre iba junto a la casa de alguno de ellos, o iba a distintos lugares a pasar la tarde. Cuando no se quedaban en su casa, HaeChan volvía casi al anochecer con sus padres, no era difícil ni muy peligroso, pues al ser un pueblo pequeño las casas estaban relativamente cerca y no habían muchas personas a quienes temerle.
Charlaba con sus progenitores, comía algo y subía a su habitación, hacía cualquier cosa hasta aproximadamente las tres de la mañana, y luego se decidía a dormir.
Si Mark no existiera, la vida de Donghyuck sería perfecta, o al menos eso pensaba él.
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a que no te atreves ; markhyuck.
FanfictionMark y Donghyuck se llevan mal desde que, cuando tenían seis años, el menor le lanzó arena en la cabeza al canadiense. Este odio ha sido permanente durante casi diez años, pero, ¿continuará este sentimiento cuando por un juego, prueben los labios de...