—Estoy muy nervioso, ¿crees que todo vaya a funcionar?—preguntó Mark.
Él y Taeyong discutían sobre su plan maestro; el día en el que Mark le pediría oficialmente a Donghyuck que sea su novio. Lo haría el día de la presentación para el concurso, justo al acabar la canción. Todo sería perfecto (según la imaginación de Mark), como en una película de amor; Haechan había pasado de ser lo peor a ser lo mejor que le había sucedido...
Pero se estaba perdiendo de un detalle. Mark no tenía idea de que el moreno dejaría el pueblo en un par de días.
—Claro que si, todo será genial.—habló Taeyong con una sonrisa llena cariño—Estoy feliz por ti.
—Aunque... lo he notado un poco raro estos días—comentó algo afligido—Ya no quiere salir conmigo, se la pasa con el tonto de Renjun y su grupo de amigos. Hemos tenido un solo ensayo en esta semana.
—Tranquilo, Mark, quiere pasar tiempo con ellos. Solo hace unos meses ellos se reconciliaron, ¿recuerdas?—el mayor dio pequeños toques en el cabello del canadiense—Tendrán mucho tiempo para gastar juntos luego. El estará toda la vida acá.
—Tienes razón, supongo.—asintió jugando con sus dedos—¿Me dejas en mi casa?
—Esta bien.
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Haechan esperaba paciente afuera de su casa, quería ver a Mark para contarle todo lo que pasaría con el, con ellos. Tomó su teléfono jugar mientras esperaba, pero justo cuando lo hizo divisó dos siluetas masculinas acercándose; Taeyong y Mark. Comenzó a ponerse nervioso, no tenía ni idea de como le daría la noticia al canadiense.
—Oh, hola lindo, ¿que haces afuera?—saludó Lee una vez llegó a su lado.
—Estaba esperándote.—respondió el moreno con la voz baja y un semblante serio.
—Genial. Vamos a mi casa, no hay nadie, como siempre.—propuso con una sonrisa.
—Bueno, yo ya me voy.—habló Taeyong—Diviértanse, si saben a lo que me refiero.
Una vez el mayor de los tres desapareció de su campo de visión, ambos chicos entraron al hogar, dirigiéndose enseguida a la habitación de Mark.
Donghyuck se tiró en la cama y palmeó el espacio a su lado invitando al pelinegro a acompañarlo.—¿Pasa algo?—preguntó observando al mas pequeño a los ojos, algo había cambiado en ellos.
Haechan intentó decirle lo que en realidad sucedía, pero no pudo. Las palabras no lograron salir de su boca.
—Nada.—mintió—Solo quiero tomar una siesta, contigo—por última vez, pensó—Estoy algo cansado.
—Oh, okay.—el moreno se acomodó en el pecho de Mark mientras este acariciaba su cabello con delicadeza.
Ninguno dijo una palabra mas, sin embargo el dolor que sentía el menor parecía oírse recorriendo cada parte del lugar.
Donghyuck se aferró al chico a su lado y conoció por primera vez lo que significaba el dolor, al darse cuenta de que jamás volvería a abrazar a quien tanto quería, al darse cuenta de que se alejaría para siempre de su primer verdadero amor.
Mientras tanto Mark se limitaba a acariciar al pequeño chico de quien se había enamorado, pensando en todo lo que harían juntos en el futuro, sin tener idea de que iría de su lado repentinamente y sin previo aviso.
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n/a: quedan muy pocos capítulos para el final. . .
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a que no te atreves ; markhyuck.
FanfictionMark y Donghyuck se llevan mal desde que, cuando tenían seis años, el menor le lanzó arena en la cabeza al canadiense. Este odio ha sido permanente durante casi diez años, pero, ¿continuará este sentimiento cuando por un juego, prueben los labios de...