a que no te atreves ; markhyuck.

Episode 4: Kisses.

Los chicos ya se encontraban en un circulo preparados para jugar. El primero en girar la botella fue Renjun, y este no dudó ni un segundo en lanzarse a la boca de la dueña de casa en cuanto la botella la apunto. Se besaron sin pudor alguno como los adolescentes con hormonas alborotadas que son, mientras todos sus amigos los animaban.
La siguiente fue Minju, que al girar, con mucha suerte salió quien esperaba. Así siguieron hasta que la botella que había girado Dahyun apuntó a Chaeyoung. Nadie dijo nada.

— ¿Quieres girar de nuevo, Dahyun?, no quiero que te incomode, digo ambas somos mujeres y quizás tú- — Chaeyoung no pudo seguir hablando ya que su amiga la interrumpió.

— Al diablo Chae, no se de que hablas. — dijo para luego darle un beso a la chica, mientras todos aplaudían de fondo y alguien gritaba "¡Viva la homosexualidad!"

Luego de unos turnos más, llegó el de Mark, era el último. Cuando la botella dejo de girar resonó un "uhh" en todo el salón por parte de sus compañeros.

Mark miró a todos lados, estaba nervioso; la botella había apuntado a Donghyuck.
El moreno soltó una de sus típicas sonrisas pícaras, observando directamente al canadiense; — A que no te atreves. — dijo desafiante. La tensión se sentía en el ambiente, nadie hablaba.

— Dios... ¿es en serio?, no puede ser, tenía que ser este idiota... — pasó las manos por su cabello, para luego mirar a HaeChan. En verdad no lo podía creer, entre tanta gente, ¿tenía que tocarle el?, era el peor día de su vida. — Por supuesto que me atrevo. Un juego es un juego. — pero jamás dejaría caer su orgullo.

— Bien, entonces... — Donghyuck tenía una sonrisa de oreja a oreja, y ni el sabía por qué.

— Entonces te voy a besar, si, claro que lo haré. — los nervios habían vuelto a apoderarse del chico.

HaeChan soltó una risita. — Pues hazlo.

— Mh, si, bueno, entonces, a-acércate . — Mark estaba completamente sonrojado, lo que al contrario le causaba una extraña sensación de ternura.

— Está bien, hazlo tú también. — el moreno no sentía ni un poquito de nervios, y en seguida comenzó a acercarse al chico de en frente mientras él hacía lo mismo.

Sus rostros estaban a centímetros de distancia, sus respiraciones chocaban. Incluso teniendo a todos sus amigos alrededor, parecía que solo estaban ellos dos en la habitación. Ninguno se atrevía a hacer nada, se quedaron en esa posición durante unos segundos. De pronto HaeChan soltó otra pequeña risa, haciendo que sus ojos desaparecieran. Mark apartó unos centímetros su rostro.

— Mark... — el mencionado pudo sentir el aliento del chico, sabía a dulces. Se preguntó si sus labios sabían igual. — Tienes que besarme, debes hacerlo tú. — sus rostros aún estaban a poca distancia.

— Hm, lo haré, so-solo-

— ¿Acaso estas nervioso?

— Ay, claro que no.

— ¿Entonces?

— Escúchame, te voy a besar, pero no significa que sea gay.

— Por mi está bien. Vamos, apúrate, hazlo. No significará nada.

— Claro, ya lo sé. Lo haré, deja de presionarme.

Los chicos volvieron a acercarse, esta vez quedando a mucha menos distancia. Sus labios casi se rozaban. Donghyuck sonrió, conteniendo sus ganas de reír.
Mark tomó el mentón del más pequeño, y por fin, luego de tanta espera, lo besó. Por detrás de ellos estaban todos los chicos muriendo por dentro, mientras Renjun grababa la escena.
La duda del canadiense se resolvió, los labios del moreno sabían a dulces y a chocolates, eran esponjosos y agradables, parecían perfectos, Mark no quería separarse. Jamás había sentido tanto con solo un beso. Luego de unos segundos se separaron, pero no por completo, aún estaban muy cerca. HaeChan rió suave y Mark bajo la mirada; luego la subió encontrándose con los ojos de Donghyuck. Quedaron pegados mirándose, hasta que Mark reaccionó y se alejó por completo del castaño.

— Bien, está hecho.

***

Ya era tarde, habían acabado de jugar y estaban todos rendidos por haber gritado y haberse agitado tanto.
HaeChan estaba especialmente agotado, necesitaba hablar ya a solas con su grupito sobre lo que había pasado con Mark. Subió al baño para lavarse mojarse la cara y despejarse un momento; cosa que no logró, pues al salir del baño encontró al canadiense esperándolo fuera.

— Mark Lee. — sonrió. — ¿Que quieres?

— Que sepas que lo qué pasó abajo no volverá a suceder. — habló con una expresión seria, tratando de intimidar al contrario, pero eso no sucedió.

Donghyuck levantó una ceja, mirando divertido a Mark. — ¿En serio? — en un abrir y cerrar de ojos, el moreno había dejado otro beso en los labios del mayor. Así era el moreno. — Pues ya volvió a suceder. — soltó una carcajada.

— ¡HaeChan! ¡Imbécil! — lo regañó cuando logró reaccionar, abriendo los ojos como platos, sorprendido.

— Ups. Lo siento. — fingió ser inocente balanceándose en sus talones.

— ¡Estupido, no vuelvas a hacer eso, o veras las consecuencias! — gritó en un susurro.

— Estupido tú. — HaeChan volvió a besar al chico en los labios, quien se mostró aún más sorprendido. — mira, lo volví a hacer, ahora... ¿las consecuencias? — Mark realmente estaba atónito.

— ¿No le temes a la muerte?

— Mark, no quieres matarme. Quieres seguir besándome. Muy hetero y todo, pero nadie se resiste a mis encantos. — habló mirando sus uñas.

Mark se quedó en silencio. Empujó al castaño dándose paso y antes de bajar las escaleras, dictó; — No le hables a nadie sobre esto, o en verdad atenderás las consecuencias.

Donghyuck sonrió victorioso en su lugar. Claro que no le diría a nadie, no significaba nada para él como para contarlo. Solo tal vez se lo comentaría por encima a sus amigos, y solo tal vez Jaemin era la persona más chismosa en la faz de la tierra...
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