a que no te atreves ; markhyuck.

Episode 26: Halloween Party. (1/3)

Una semana después.

—¡¿Que se supone que haga?! ¡No tengo un disfraz!—gritó Haechan en pánico total. Faltaba una hora para la fiesta y se encontraban todos en casa de Jennie alistándose, Jaemin, Jeno, Renjun, Chenle, Haechan y Chaeyoung. ¡Oh! Y también Jisung.
Pero para su mala suerte, Haechan no había logrado nada encontrar ningún disfraz aún, y estaba al borde del llanto por la desesperación. El moreno podía llegar a ser muy dramático.

—¡Tranquilo idiota! Te pintamos la cara, te pones un suéter rojo y listo, eres cuco. Además harías match con Jaemin, igual que yo con Chae—opinó Jennie.

—Es coco tonta, no cuco—la corrigió Jaemin, quien estaba vestido de la abuela de coco.

—El disfraz de Jaemin da vergüenza—habló Renjun comiendo chocolate—pero si, Hae debería vestirse de coco.

—El tuyo da vergüenza, te disfrazaste de esqueleto, que básico—se defendió Jaemin.

—¡Es mi cuerpo estúpido, no me disfracé de esqueleto! ¡Soy un bombero sexy!—gritó Renjun con la boca llena de chocolate.

—Ya cállate, mejor dame un beso—habló Jaemin poniendo boca de pato y acercándose a Renjun, quien enseguida lo apartó.

—Tengo novia, abuela.—

—Entonces, ¿te pinto de cuco?—preguntó Jennie a Haechan. El moreno asintió rendido, no tendría otra opción. Jennie estaba vestida de Dora la exploradora, Chaeyoung de botas, Renjun de stripper, Jaemin de la abuela de coco, Jeno de árbol, Chenle de mimo y Jisung de Wolverine.

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—¡Pero apenas he conducido tres veces en mi vida!—protestó Jeno sentado en el asiento de conductor del Ferrari del padre de Jennie.

—¡Y yo cero! Vamos Jen, necesitamos tener una entrada cool en la fiesta.—suplico la morena con las manos juntas. Los chicos querían llegar de una manera genial a la fiesta; y nada era más genial que llegar en un Ferrari amarillo para luego presumir que era de Jennie, aunque en realidad no lo fuera.

—Dios, está bien, pero si chocamos no será mi responsabilidad.—terminó por aceptar Jeno con un suspiro.

—Antes tenemos que pasar a comprar alcohol, Yeri me lo pidió porque soy el único al que le venden.—habló Renjun sentado encima de Donghyuck por falta de espacio.

—¿Por qué a ti te venden y a mi no?—preguntó Chaeyoung con el ceño fruncido.

—Porque amenace al tipo de la tienda con mi cuchilla—respondió Renjun encogiendo sus hombros con simpleza.

—Genial.—rió Chenle.

—Lo que sea, vámonos ya. Jeno, enciende el auto.—ordenó Jisung.

—Está bien, aquí voy...

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—¿Están seguras de que este tinte se va? No quiero tener el cabello café.—dijo Mark con una cara de asco tomando el frasco de spray de tinta. Estaba en casa de Yeri junto a ella, Seulgi, Joy, Wendy, Irene y Taeyong. Las chicas ya habían perdonado a Mark cuando les dijo que estaba arrepentido de lo que había hecho con Haechan, así que todo seguía bien entre ellos.

—¡Si! Ya deja de reclamar. ¡Seulgi, píntale el pelo a Mark por fa, que la gente ya empezará a llegar!—pidió Yeri alzando una voz y enseguida bajando las escaleras para recibir a sus invitados.

—Claro—respondió Seulgi acercándose—Dame eso—le quitó el spray de las manos a Mark y empezó a pintarle el cabello—quedarás genial.—habló orgullosa. Le pintaban el cabello café al canadiense para que quedara como el de Morty Smith, pues ese era el personaje que tendría Mark.
Taeyong ya estaba listo con su disfraz de Jack Frost, Seulgi estaba con una temática deportiva de los ochenta, Irene estaba vestida de boxeadora, Joy tenía un disfraz de bella y Wendy era la bestia.

El piso de abajo comenzaba a llenarse de gente y tenían una hermosa bienvenida con Yeri vestida de ángel, vestuario que realmente le quedaba a la chica. Sin embargo aún no llegaba Renjun con el alcohol y los chicos comenzaban a desesperarse, Yeri tomó su celular y llamó a su novio enojada.

—¡Dijiste que llegarías temprano idiota, tu tienes las cervezas!—lo regañó Yeri.

—Perdón nena, tuvimos un pequeño choque y por eso nos demoramos más de la cuenta. Llegamos en...tres minutos, ¿si?—habló el rubio a través de la línea.

—Más te vale llegar pronto o te apuñalare con tu propio cuchillo.—respondió ella.

—Por supuesto linda, nos vemos lue- —Y Yeri cortó la llamada.

Algo les decía que sería una gran fiesta...

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