a que no te atreves ; markhyuck.

Episode 3: Meeting.

Jueves. HaeChan abrió su casillero deseando encontrar algún mensaje de TaeIl, pero no fue así, se encontró con otra estúpido papelito firmado por Lee TaeYong. Era el tercero que le dejaba desde el día en que mintió a Mark diciendo que tenía un crush en el. No se molesto en leerlo, de seguro era otro cumplido cursi e idiota, arrugo el papel tirándolo al piso y se fijó en que clase le tocaba.

—Matemática... que horror—dijo para si. Estaba muriendo por dentro camino al salón cuando recordó algo; podía colarse en la biblioteca si no quería ir a clases, después de todo no estaba permitido, pero como su ex novio era el encargado del lugar, seguro lo dejaría pasar.

Fue corriendo a la biblioteca y tocó la puerta;—Lo siento, no puedes entrar en hora de cla- ¡HaeChan!—cuando TaeIl lo vio en seguida cambió su semblante de uno cansado a uno feliz.

—¡TaeIl! ¿Me dejas pasar?—preguntó con la cara más tierna que logró poner.

—No debería... pero al diablo, entra—abrió la puerta por completo dando paso al chico y ambos entraron, sentándose en una de las mesas.

—Ay TaeIl, luces tan bien hoy, como siempre— habló mientras el mayor lo miraba embobado—Con tanta belleza se me antojó un café.

—¡Iré a la cafetería a comprar uno, tú espérame aquí, ya vuelo!—antes de que HaeChan terminara a oración, TaeIl ya estaba comprándole un café. "Iluso" pensó DongHyuck. Debería comenzar a aprovecharse más del enamoramiento de ese chico.

***

El equipo de baloncesto estaba descansando luego de haber entrenado durante una hora y media. El partido sería dentro de unos días y Mark se moría de nervios, sería su primera vez jugando contra otra escuela. Por suerte estaba JaeHyun ahí para animarlo cada dos por tres, pero eso no era suficiente para despejarse, y lo necesitaba. Divertirse un rato le vendría muy bien.

—¡Mark! ¡Mark, Mark, Mark!—apareció Yeri corriendo hacia su amigo.

—¡Yeri! ¿Qué haces aquí, no deberías estar en clases?—la abrazó y le dio un beso en la mejilla como saludo.

—Pues si, pero pedí permiso para ir al baño y pensé en pasar a verte. Además quería invitarte a mi casa esta tarde, haré una junta con varios de mis amigos y sería genial tenerte ahí, ¿que dices?—habló rápido la chica, tal vez moviendo demasiado sus manos.

—¡Justo lo que necesitaba! ¡Eres un ángel caído del cielo! ¡Estaré ahí sin falta!—la abrazó emocionado elevándola unos centímetros, a lo que Yeri solo rió.

—Pero... Mark... hay un pequeño problema, HaeChan estará ahí—dijo la muchacha con una expresión complicada en su rostro.

Mark rodó los ojos, fastidiado. No podía creer que adonde fuera estaba el irritante moreno para arruinarlo todo, pero decidió que iba a ignorarlo, no iba a desaprovechar la oportunidad de divertirse solo por ese chico.

—No importa, de todas formas iré—le regaló una sonrisa como pudo a la contraria.

—¡Genial, te amo, eres el mejor!—empezó a dar saltitos—Ahora debo irme, ¡nos vemos en mi casa a las cinco!—dicho esto la chica se fue a su aula aún dando pequeños saltos. Mark la miro sonriendo hasta perderla de vista.

—¡Se acabó el descanso chicos, a trabajar!

***

HaeChan ajustaba sus últimos detalles mirándose en el espejo. Tomo sus aros y se los puso, para luego tomar un buzo que le había quitado a Jeno y ponérselo.

Se volteó y le habló a su amigo;—¿Listo?

—Nací listo, maldito idiota—Renjun le mostró una sonrisa inocente y el contrario rodó los ojos.

Después de despedirse de la señora Lee, ambos chicos salieron camino a casa de Yeri, quien los había invitado a una junta en la mañana. Claro que iban solo ellos dos porque sus otros amigos no habían sido invitados, Yeri le tenía rencor a Jaemin por unos problemas que habían tenido hace meses y bueno, a Jeno... no le hablaba, de hecho nadie en la escuela se hablaba con Jeno por su rostro de pocos amigos y porque se decía que cada vez que alguien no atendía el primer "no me jodas" de Jeno, este se encargaba de partirle todos los huesos de su cuerpo. Tenía bastante mala fama, pero en el fondo era un amor.

Luego de charlar mientras caminaban y una pequeña pelea en el parque causada por un juego entre ambos, los chicos se encontraban en la puerta de su amiga. Tocaron la puerta y en seguida salió la chica con una sonrisa a recibirlos.

—¡Chicos, ya llegaron!—soltó muy alegre.

—Si, si, déjame pasar—Renjun la hizo a un lado entrando a su casa con total confianza—¡QUE PASA HIJOS DE PERRA!—lanzó levantando sus brazos al ver a varios chicos en el salón, y en un instante ya se encontraban todos lanzando cosas y gritando con todas sus fuerzas. Ese era el impacto que tenía Renjun.

—Wow—musitó Yeri.

—Ese es mi amigo—sonrió orgulloso HaeChan y luego ambos entraron a la casa para unirse a la fiesta.

***

Los chicos y chicas se divertían sin parar, todos reían felices mientras jugaban y charlaban. Mark había llegado hace unas horas pero no había sido un gran problema con la presciencia de Donghyuck, solo se ignoraban mutuamente, exceptuando el momento en el que Mark llegó y el moreno soltó un "Que hay pedazo de sida"  dirigido a el.

—¡Ya se! ¡Juguemos a la botellita!—propuso Minju con una amplia sonrisa.

—Uhh, ¿A quien quieres besar?—preguntó Mingyu con una mirada picarona.

—Ay, ya cállate Mingyu...—la chica se sonrojó.

—Pero era una buena idea, sería divertido—Yeri levantó y bajo las cejas frenéticamente y luego soltó una risita—¿Alguna otra propuesta?

—Podríamos jugar siete minutos en el armario... sería más interesante—ofreció Renjun imitando el gesto de Yeri.

—Creí que eran diez— dijo esta vez Mark.

—¿Diez?, pues aún más interesante...

—¡O verdad o reto!—soltó Dahyun dando pequeños saltitos en su asiento.

—Casar besar o matar con los que estamos aquí— se encogió de hombros Ryujin.

—Muy bien, tenemos cuatro opciones. Quien vote por la botellita que levante la mano—casi la mitad de los chicos en la sala alzaron la mano—Quien vote por casar besar o matar—la misma cantidad de muchachos eligió esta opción—Quien vote por verdad o reto—solo dos personas—Y quien vote por los siete minutos—tres manos.

—¡Tenemos un empate entre la botellita y el de casarse!—dictó HaeChan.

—¡Pues jugaremos a ambos!—la cara de Renjun reflejaba felicidad.

—Será una noche agitada...
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