El día del baile llega rápido y es como la estela de una estrella fugaz. Siento que el día pasa y yo casi ni me entero. Así de rápido parece que avanza el día.
Cuando me he despertado tenía los nervios a flor de piel y el rápido pensamiento de llamar a Noah y decirle que me encontraba moribunda era algo atractivo. La abuela me ha dado una tila después de comer y me he relajado bastante. Margot no ha dejado de parlotear en todo el día y eso me distrae un poco mientras me peino en el baño.
Es tarde, demasiado. ¿A qué hora se supone que debería haber empezado a alistarme? Taylor nada más comer se ha metido en la ducha. ¿Esa era la clave?
—¿Por qué no le pides a la abuela que te haga una trenza de diadema?
—Pensaba en un half up bun. Y no sé, rizarme un poco las puntas.
Quiero cualquier cosa rápida que pueda hacer en menos de media hora. A las seis viene Noah a por mí y ni siquiera he sacado el vestido de su funda de tintorería. La abuela lo llevó a que le dieran un planchado hace un par de días.
El tercer intento en el que me hago el moño me queda bien. Margot me sujeta un espejo de mano por la espalda para que pueda verme reflejada.
—¿Ha quedado bien?
—Algunos pelos sueltos... pero luce como si fuera a propósito. Así que sí. ¿Puedo rizarte yo las puntas?
Antes de que conteste, Margot agarra la rizadora y me gira la cabeza hacia el espejo. Casi escucho el <<crack>> que me hace el cuello. Me empieza a rizar las puntas y me parece que pasan demasiados minutos cuando termina. Luego me pasa un pequeño cepillo de púas por el pelo suelto y me resuelve algunos tirabuzones. Finalmente me deja libre y correteo hasta mi habitación dejando a Margot recoger el baño. Es todo un lujo que hoy me puedo permitir. Me siento como en una película de princesas donde unos pequeños animalitos me ayudan a vestirme y a arreglarme.
En mi cuarto, la abuela ha sacado el vestido de la funda y lo alisa con las manos sobre la cama. En cuanto me mira abre la boca en una mueca.
—¿No te has maquillado todavía?
—Lo sé, abuela. ¿Puedes dejarme sola para hacerlo? No tardaré mucho.
—Vale. Pero cuando termines, te pones el vestido y sales que te haré una foto con tu cámara.
Había buscado varios estilos de maquillaje y llevo días practicando para que alguno me quede perfecto. No ha salido nada bien. Ninguno. Ni siquiera me gusta llevar tanto maquillaje. Así que me decido por algo sencillo. Empiezo a pintarme los ojos, después de un par de intentos el eyeliner y el rimel se ven bien y lo dejo estar para no volver a hacerme un borrón en la cara. Quince minutos después me aplico un poco de colorete y un brillo de labios.
No dejo de mirar el reloj. Al final no es tan tarde. Me había organizado para un maquillaje elaborado y un peinado súper elegante, como no ha sido así son las cinco.
Estoy guardando el maquillaje en los cajones del tocador cuando Margot entra aporreando la puerta.
—¿Ya te has maquillado?
La miro por encima el hombro y me coloco unos mechones rizados por encima de los hombros. Margot abre la boca ligeramente y echa la cabeza hacia atrás gritando:
—¡Chase, mira, sube! —Luego me mira y dice—: Acaba de llegar. Oh, y la abuela quiere hacerte fotos con todos nosotros antes de que llegue Noah.
—Me pondré ahora el vestido. Sal y déjame cambiarme. Si entro en el vestido con calma, posiblemente no lo fastidie para poder dejartelo a ti algún día.
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El rincón de Millard
Fiksi RemajaSierra Bomer ha abierto un blog. "El rincón de Millard". Un blog anónimo y sin censura. Critica a sus compañeros, da su opinión de los rumores, y desenmascara secretos para hacer justicia. Pero... ¿y si su anonimato deja de existir para el capitán...