—Vale, pregunta que me tienes que contestar sí o sí. ¿Te besarás con Wesley?
La golpeo con el cojín de su cama.
—No digas tonterías.
Taylor saca la cabeza del ordenador y de una serie de Netflix, y me mira desde los pies de su cama como si dijera: <<Tienes tema con Wesley>>
—Desde mi punto de vista, estás entre dos opciones muy tentadoras, Sierra —dice sin perder el hilo de la serie.
Desde hace un rato yo lo he hecho. He perdido el momento en el que iba la serie y me tumbado boca arriba mirando las estrellas pegadas en el techo.
—¿De qué hablas? —pregunto.
Taylor me golpea las piernas y sin mirarme, dice:
—Pues tiene a Noah en un extremo y a Wesley en el otro...
—Noah no pinta nada —aseguro con rapidez.
—Lo hace. Tú estás en el punto medio de ese hilo dónde los extremos son Noah y Wesley —explica.
Me incorporo y me siento de piernas cruzadas. Tengo claro que si fuera así, el extremo de Wesley está más cerca de mí. Noah me ignora, hace años recibió su <<no>> para tener claro que yo no le gusto, y ahora me ignora por haberse enrollado con Chloe.
Papá me llama durante mi momento de reflexión porque ya es hora de volver a casa para madrugar a la mañana siguiente, y todavía en el coche de camino a casa no puedo dejar de visualizar la imagen de Noah a lo lejos y la de Wesley en el otro extremo. Si de verdad estoy en esa situación, quiero que la tierra me trague y me escupa en el otro lado del planeta. Después podré rebatir que no sé de Noah ni de Wes porque los alienígenas me han abducido y eliminado mis recuerdos.
Cuando estoy aparcando, Wesley está en el jardín de su casa y me agita la mano con esa bonita sonrisa mientras ayuda a su madre a subir las escaleras tapadas con la nieve.
—Buenas noches, Sierra —me dicen los dos.
—Buenas noches
Como si me notara llegar, Margot abre la puerta cuando estoy en el porche limpiándome la nieve de las botas. Se hace a un lado y permanece detrás de mí hasta que me quito las botas y las dejo junto a la puerta.
—¿Has cenado ya? —me pregunta, siguiéndome escaleras arriba.
Papá nos mira desde su habitación con unos papeles en la mano, sin embargo no dice nada. Está expectante mirándonos como si protagonizáramos una película.
—Sierra... —musita Margot tirando de manga de mi abrigo—. Lo siento, ¿vale? Pero creí que si Noah sabía lo que escribiste saldríais juntos. Además, me ha llamado.
Me doy la vuelta cuando tengo los dos pies dentro de mi zona de confort en la habitación. Margot se queda en el pasillo con las manos agarrando su camiseta del pijama.
¿Noah ha llamado a Margot? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Porqué?
—¿Te ha llamado Noah?
Papá se asoma por la puerta de su cuarto y finge estar mandando mensajes. Abro del todo la puerta y dejo pasar a Margot.
—Ayer por la tarde mientras Chase estuvo aquí —dice—. ¿Me perdonas?
Me gustaría sacarla a patadas de mi habitación y cerrarla la puerta en la cara. Pero sé que Margot nunca ha hecho nada para dañarme, y esto tampoco iba con esa intención.
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El rincón de Millard
Novela JuvenilSierra Bomer ha abierto un blog. "El rincón de Millard". Un blog anónimo y sin censura. Critica a sus compañeros, da su opinión de los rumores, y desenmascara secretos para hacer justicia. Pero... ¿y si su anonimato deja de existir para el capitán...