Capítulo 6

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Stephen

Desperté... Pero... Me sentía un tanto raro ya que tenía un pequeño brazo sobre mí, que me abrazaba. Era mi Lucy, mi pequeña y cálida Lucy, se sentía tan bien tenerla junto a mí.
Me dí vuelta y la abracé, ella se removió un poco y abrió los ojos.

— Buenos días — Le dije.

— Buenos días — me dijo adormilada.
Puse un poco más de presión sobre el abrazo, quería sentirla más cerca de lo que ya estaba.

— Steph... Suéltame un poco, me estás asfixiando — La solté con brusquedad.

— Perdonarme, no controle mi fuerza. —  Los brazos de Stephen eran tan grandes y anchos, no podía evitar estar a su lado y no sentirme segura. — Mmmm hoy seré todo tuyo, así que podrás preguntarme lo que sea, y tal vez... — Bajé jugando con mis dedos por su cintura.

— No Stephen — ¡Mierda! Ya sabía lo que diría.

— Me encanta que sepas lo que pienso, eso me provoca más atracción  — La acerqué más a mí, no podía mantenerla lejos.

— Oye ¿Por qué eres así?

— ¿Así como linda?

— ¿Que te pasó, qué no tienes ningún familiar a tu lado? — Me separé un poco de ella y la miré.

— No quieres saber, créeme. — Ella tocó mi rostro con su mano.

— Stephen quiero conocerte, por favor cuéntame.

Respiré profundo y lo solté — Mi madre murió cuando nací, a mí padre nunca le interesó tener hijos, así que imagínate cómo me fue. No tengo hermanos, y  nadie se preocupaba por mí, ni me prestaban atención. Ese maldito viejo murió en un accidente cuando era un pendejo de 17 años. Sus hombres se hicieron cargo de mí, hasta que me volví mayor de edad y comencé a tomar el trabajo "familiar".

— Eso también me lo he estado preguntando ¿De que trabajas Steph?

— Si te lo dijera, es posible que me tengas miedo.

— No te tendré miedo, te llevé a mí casa y dormí contigo, no importa lo que hagas yo no te tendría miedo. Porque en este punto siento que tú no me harías nada.

— Y si te dijera, que soy jefe de una mafia y un asesino, ¿Me tendrías miedo? — Los ojos de Lucy estaban clavados en los míos, no había una pizca de temor ni nada por el estilo. Es más parecía inmutable.

—  No — Contestó — Como ya te dije, no me das miedo, y te creo incapaz de que me hagas algo. — Sé que lo dije Miles de veces y probablemente lo siga diciendo, está mujer está llena de sorpresas, no deja de sorprenderme cada día.

— Pero he lastimado personas y hasta las he matado... Y tú quieres salvar las vidas de los demás, no tendría mucho sentido que no te enojaras conmigo.

— No puedo estar enojada contigo. Stephen eso paso antes de que me conocieras, de que te conociera, ya no importa, el pasado no se puede cambiar. Cada uno estaba metido en su vida. Pero ahora que estamos juntos, al menos delante de mí no permitiré que mates a nadie. — ¡Lucy! ¡Maldita sea! ¿Que clase de persona eres? ¿Por qué no puedes odiarme?... ¿Por qué tienes que ser tan única?.

— Quiero besarte

— Primero cepillate. — Suspiré.

— Está bien — Pero aún no me levantaría de la cama. — Eres increíble — Le dije mirando el techo — ¿Como puedes no juzgarme, y razonar todo sin tenerme miedo? ¿Dónde has estado toda mi puta vida?

— Solo es la verdad y sin insultos Stephen. — Me estaba regañando y yo por primera vez no estaba enojado.

— Está bien — Respondí como perro con cola entre las patas.

— Estoy bromeando — Se rio — No me molesta que insultes. — Está mujer, me va a matar algún día.

— Pequeña maldita — Comencé a hacerle cosquillas. Lucy se retorcía a carcajadas junto a mí.

— Para por favor — Decía mientras reía — Detente Steph.

— Espero que con eso aprendas a no jugar conmigo.

— No, no lo aprenderé.

— Pequeña... — Ahora la situación se había invertido, era ella quien me hacía cosquillas.
— Para — Le dije riendo.

— No — Lucy también reía. Ok, se lo buscó. En un movimiento rápido, mi cuerpo quedó sobre el de ella y mis manos sostenían las sus muñecas sobre su cabeza. Era tan hermosa para mí que no pude resistirme. Bajé mi cabeza y comencé a besar su cuello... Quería tocarla, moría por tocarla. Con una de mis manos sostuve ambas manos de ella y la otra comenzó a recorrer su cuerpo...
Pero me detuvieron. — Steph... Ya lo hablamos.

— Está bien — Me separé y volví acostarme a su lado. — Quieres conocerme primero, pero yo tampoco se mucho de ti. Dime ¿Como fué tu infancia con tus padres? De seguro tu padre te quería mucho y jugaba contigo ¿No? Eso debió de gustarte.

— Si pudo haberme gustado... — ¿Acaso dijo pudo haberme gustado? ¿Puede ser Lucy también no tuvo una buena relación con su familia?. Pero si eso fuera así ¿Como es que es tan cariñosa?

— Espera ¿Qué dijiste?

— Crecí en un Orfanato. Nunca conocí a mis padres, yo también no recibí amor por parte de ellos. Es más a mí me abandonaron al nacer. Tú al menos tuviste un hogar y creciste con todos los lujos, yo debía tener dos empleos para pagar los materiales de mis estudios. Al menos solo los materiales ya que por mis calificaciones y bajos recursos pude conseguir una beca. Mi vida no fue tan perfecta como crees Steph. Yo también he sufrido, sin embargo...

— Sin embargo aún que no tuvieras familia que te mostrara amor, tú siempre trataste a las personas con un cariño que no pudiste sentir de otros hacía ti... ¿Ibas a decir eso verdad?

— En realidad no, pero sí tienes razón. ¿Como es que...

— ¿Como es que lo sé? Pues... Es lo que traté de hacer cuando era niño. Sin embargo ya sabés como terminaron las cosas...
Tal vez por cosas como esta es que estamos juntos, ambos nos complementamos, ambos crecimos sin amor, y ahora buscamos refugio en el otro — La abracé — Ay Lucy, me alegra que me encontrarás esas noche. Me siento muy agusto al estar cerca tuyo, siempre sentí un vacío existente en mí, pero cuando tú apareciste llenaste ese vacío que había... Espero haber causado lo mismo en ti.

— Eso y muchas otras cosas más...

— ¿Ah sí? — La miré juguetón — ¿Y... Cómo que clase de cosas? ¿Eh? — Mi mano comenzó a subir y bajar por su cadera.

— No Stephen. — Eso me desilusionaba, yo la deseaba a ella pero parecía que Lucy no a mí.

— ¿Lucy tú me querés?

Puso su mano sobre mi cara y comenzó acariciarme un poco — Sí, Stephen yo te quiero.

— Entonces ¿Por qué eres tan reacia conmigo? — La pregunta salió por si sola, que creí que me cachetearía y me lo tenía bien merecido, pero ella nunca hace lo que yo espero. En su lugar dijo.

—  No es que no te quiera, es que sería mi primera vez... Y yo... Quisiera conocerte mejor antes de eso... Quisiera... — La detuve con un casto beso sin lengua.

Pegue mi frente a la de ella — ¿Y... Tú quieres que yo sea el primero?.

— No solo el primero, sino que también el único.

Suspiré — Lucy — Ella solo hacía que la deseara cada vez más y más. — ¿Por qué me lo haces más difícil resistirme? Pero está bien, yo haré que tú primera vez sea especial.

Y así paso el día. Ella ya sabe lo que soy, de que trabajo, mi pasado, y lo mejor de todo es que no me juzga, sino que me entiende.
No solo yo hablé, también la escuché a ella y ahora sé un poco más de la persona que amo.

No te alejes de mí [Stephen James]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora