Capítulo 23

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Stephen

Y al fin, todo volvía a ser normal, amanecer con Lucy en mis brazos; eso me gustaba.

Sentí como ella comenzaba a despertarse. — Buenos días hermosa.

— Mmm — Levantó la vista y se encontró con la mía — ¿Qué hora es?

— Es temprano, vuelve a dormir — Le dije mientras cerraba los ojos y la volvía a abrazar.

— No, Stephen debo ir a la universidad.

— ¿Otra vez? Tuviste tres días para ir cuando no estaba, quédate conmigo — Esa no era una sugerencia.

— Lo siento, pero si falto, pierdo mucho, deberás espérame — Ella trató de levantarse, pero se lo impedí.

— Lucy...

— Stephen por favor — Me interrumpió — Debo ir, cuando vuelva, pasaré tiempo contigo.

— Está bien — Dije de mala gana y la solté.

— Solo espérame, volveré ¿si? — Me dio un rápido beso en los labios.

Narrador omnisciente

Diego se había despertado con hambre y esto no era un hotel de 5 estrellas, dónde te traerán la comida. Trató de levantarse de la cama como pudo, y caminar, pero le dolía mucho el pie.

Vio un bastón en una esquina de la pieza, supuso que se lo había dejado Lucy, "Otra persona en este lugar no creo que lo haya hecho".

Tomó el bastón, abrió la puerta y salió, hacia la cosina.

Una vez allí se encontró con Stephen.

— Buenos días — Dijo Diego.

— Si quieres comer, sirvete lo que quieras — Stephen era igual de seco que siempre.

— Creo que ahora entiendo, tus sentimientos hacia Lucy. — Stephen dejó de hacer lo que estaba haciendo y lo miró de mala manera. — No me mal entiendas, no te la robaré, por más que quisiera no podría enamorarme de Lucy, me recuerda a Natalie.

Stephen frunció el ceño — ¿Natalie? ¿Por qué a ella?

— Aún que sean muy distintas físicamente, y Natalie, sea más femenina, mucho más y guapa — Stephen lo volvió a mirar mal, con ganas de matarlo. — Aunque Lucy también tiene su encanto. Sin embargo, cierta parte de su personalidad, me recuerda a ella; digamos que por eso, ahora me llevo bien con Lucy.

Stephen suspiró — Ah bien, al menos ya no tendré que matarte por tratar de ir tras mi mujer.

— Ahh... — Diego se horrorizó por el comentario de Stephen — Bueno, como dije antes, esa mujer pudo cambiarte un poco, pero milagros no hace, sigues siendo un psicópata por dentro. — Hubo un silencio por un momento de parte de ambos — Espero que un día no te agarre la locura y la lastimes.

— Si hiciera eso, mis hombres tienen la orden de alejarla de mi; lo menos que quiero hacer, es lastimarla.

— Bueno pero no creo que eso suceda, he visto la forma en que la tratas, no creo que te vuelvas loco cuando ella esté cerca de ti.

Stephen puso los codos sobre la mesa y cruzó las manos pensativo — Eso espero.

(...)

Stephen

El tiempo pasó y Lucy había llegado a casa.

— Pequeña — Extendí los brazos, para que ella viniera a abrazarme.

No te alejes de mí [Stephen James]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora