No te alejes de mí [Stephen James]

Capítulo 30

Lucy

— ¡No, déjalo en paz! ¡Ya no lo golpees! — Grité desesperada. Ben le había dicho que si quería golpearme que se lo hiciera a él. Pero no podía soportar verlo sufrir, no por mí.
Ben se había convertido en mi amigo, yo no quería que lo lastimara.

— Tranquila pequeña — dijo como pudo, en el momento que Isaac dejó de golpearlo — Está bien, mientras sea por ti.

No podía evitar que las lágrimas cayeran de mis ojos y se derramaran por mi cara — No — Negué fuertemente con la cabeza — No quiero que te golpeen, no quiero verte así.

— Entonces cierra los ojos — Él sonaba tan tranquilo, que hizo que llorara más, se está aguantando por mí, y eso me molestaba mucho, quería que ignorara todo eso, pero no podía simplemente no podía.

Miré a Isaac con desprecio — Cuando Stephen nos encuentre te matará — Escupí. De eso estaba segura, no lo perdonará, lo conozco, y posiblemente ya perdió el control.

Isaac se volteó a verme, se acercó y se acercó hasta estar a centímetros de mi cabeza.

— ¡No te atrevas a hacerle nada! — Gritó Ben. Se podía notar la desesperación en su voz — ¿¡Me oíste Isaac!?

Isaac lo ignoró y en su lugar me habló a mí — Y tú ¿Estás tan segura de eso? — No le contesté, no diría nada más. En su lugar aprovechando que estaba demasiado cerca mío, le mordí la nariz rápidamente y traté de romperla. Se la mordí tan duro, que le costó hacer que soltara su nariz; cuando la solté mucha sangre salía de ella. Escupí lo que había entrado en mi boca. — ¡Zorra! — Sentí como todo su puño, impactaba en mi cara con mucha fuerza, haciendo que la silla cayera al suelo.

— ¡Maldito! — Gritó con furia — ¡Te dije que te desquitaras conmigo! ¡NO CON ELLA!

Estaba muy enojada, tanto entrenamiento, para nada, soy inservible, ni siquiera puedo desatarme de esta maldita silla, y darle una paliza a este idiota. Solo podía esperar a que Stephen llegara y nos salvara como siempre; siempre dependo de él, nunca puedo cambiar.

Desvíe mi vista hacia Ben — No te preocupes por mí — Le dije para calmarlo. Voltee mis ojos hacia ese bastardo que me había golpeado y le dediqué una mirada llena de odio y desafío. — Esto no es nada. — Él muy hijo de puta, me levantó del cuello y recién ahí me había dado cuenta de que la silla, se había roto, y la atadura desaflojado. Apenas podía respirar y mucho menos escuchar los gritos de Ben con claridad. Con toda la fuerza que podía tener en ese momento; antes de perder el conocimiento le dí un rodillaso de esos para matar en los huevos. Inmediatamente me soltó, traté de recuperar algo de aire y lo ataqué. Le pateé con una frontal en la cara, que lo tumbó.
Me coloqué detrás de su cabeza y la levanté un poco, allí le practique la guillotina para asfixiarlo y dejarlo inconsciente.

En cuanto acabé con él, me dispuse a desatar a Ben.

— Lucy, eso fue increíble — Él estaba igual de sorprendido que yo. Era la primeras vez que vencía a un hombre.

— Debemos irnos — Dije en cuanto lo desaté. Pero nuestra libertad no duró mucho, ya que se ve que las paredes tienen oídos, porque esa zorra mugrienta entró como loca. Y vio en el suelo a Isaac.

— Este idiota no puede hacer nada bien — Exclamó enojada y levantó la vista hacia mí — Voy a matarte yo misma estúpida. — Pude notar que quiso sacar un arma, pero fui mucho más rápida y con mis manos desvíe el arma y el disparo; al mismo tipo le dí un rodillazo bien fuerte en el estómago, ella se agachó de dolor y por la impotencia que sentía en ese momento, no puede evitar darle un codazo en la nuca, inmediatamente su cuerpo se desplomó en el suelo.