LucyStephen a estado ocupado buscando al sujeto, que intentó matarme. Ayer no volvió a casa, y estoy preocupada, él está haciendo mucho por mí, y ni siquiera se lo pidieron, debería agradecerle por lo que hace. Sin embargo nunca estaba sola. Cuando Stephen no estaba, siempre me acompañaba Ben.
— ¿Dónde está Stephen? — le pregunté — ya que no vino a casa anoche.
— Stephen... El Jefe, está ocupado con su trabajo. — Me contestó.
— y ¿Tú sabes a que hora vendrá?
— Es probable que al medio día ¿Por qué preguntas?
— Es que quisiera agradecerle, por traerme aquí, luego del tiroteo — Ben tragó fuerte. Lo cual me pareció un tanto extraño.
Aclaró la garganta — Bueno sí... Veo que el Jefe Stephen te preocupa.
— Presiento que tuvo un pasado muy fuerte.
— Si, así fué. Es muy raro que una persona que apenas conoce se preocupe tanto por él, ya que ni su propia sangre llegó a ser cariñoso con él.
— Hablas de su familia ¿Verdad?
— Así es... — hubo un gran silencio en ese momento, no pensaba preguntarle el porqué, ese no era mi problema ni tampoco mi vida, si quisiera saber debería preguntárselo a Stephen. — Que raro que no preguntes el porqué.
— Eso es un tema que no me incumbe y si quisiera saber debería preguntárselo a Stephen, no creo que sea apropiado que tú me digas. — Ben no dejó de mirarme por un rato.
— Si que eres especial Lucy. — Me distraje con lo que dijo provocando que pisara mal, y que cayera, pero Ben me toma del brazo fuertemente y me jala hacia él. — Cuidado, no te lastimes — los ojos de Ben no perdían el contacto conmigo, y eso me incomodaba un poco. Desvíe la mirara — Stephen me mataría si te pasa algo. — Él seguía sin soltarme.
— ¿Interrumpo algo? — Dijo un hombre desde atrás y Ben inmediatamente me soltó.
— No interrumpes nada Mark. — Le contestó. Él también trabajaba para Stephen. Tenía casi la misma altura que Ben, pero sus ojos eran grisáceos y su cabello era bien oscuro, con luna tez clara. En cambio Ben, tenía los ojos oscuros y era un moreno bien parecido.
— Iré a cocinar, para el almuerzo de Stephen — Inventé esa escusa para irme.
— Si, es lo mejor — Dijo Ben.
— No creo que debas ir por ese camino — Agregó Mark antes de ir.
— Ya lo sé...
Stephen
No solía pasar mucho tiempo con Lucy, por mi "trabajo". Ya había pasado una semana desde que llegó a mi casa.
Había pasado una noche afuera, y era para atender necesidades personales, necesidades que quiero saciar pero con Lucy, aunque no puedo, no quiero forzarla.
Era medio día cuando entre a casa.Iba a buscar un vaso de agua cuando paso por la sala y la veo a ella.
— Lucy ¿Que es todo ésto? — Me acerco a ella sorprendido, no esperaba encontrar comida en la mesa.
— Pues... Ayer no viniste por la noche — ¿Acaso estará preocupada por mí? ¿Esta mujer no puede dejar de ser adorable? Siempre que estoy con ella, siento una sensación extraña que recorre mi cuerpo.— Debiste estar muy ocupado con tu trabajo, y buscando al sujeto que quiere matarme; así que, le pregunté más o menos a Ben, a qué hora vendrías y me dijo que para el almuerzo... Y decidí preparartelo.
— Pero... Aquí hay comida para dos. — Estaba jodiendo, yo también quería comer con ella.
Noté que se puso algo nerviosa, cuando está así es demasiado tierna, que me dan unas ganas de besarla... — Es que... Yo quería que comieramos juntos, así también podría agradecerte por todo lo que haces por mí... — No resistí el deseo de besarla, y me avalansé sobre ella. Mi mano izquierda estaba sobre su cabeza y la derecha en su cintura, no quería que escapara de mí, su cuerpo estaba pegado al mío, ¡Carajo! Se sentía tan bien poder tocarla, besarla, tenerla así. Ella era como una droga. Su pequeño cuerpo comenzó a removerse y trato de separarse del mío. La levanté un poco y la senté en una de las esquinas de la mesa. En ningún momento dejé de besarla, hasta que ella pudo separar nuestros labios, mis manos acariciaban su cuerpo. — Stephen detente — Paré en seco, pero ¿Qué mierda estaba haciendo?
Me alejé un poco de ella.— Lucy... Perdóname yo... — ¿Qué le diría ahora? ¿Que solo pienso en tener sexo con ella?, No, imposible, soy un maldito desgraciado pero no con ella. Bajé mi mirada, no podía verla.
— Está bien — Rápidamente levanté la mirada, y mis ojos se encontraron con los de ella — Ya no importa. — Se bajó de la mesa y comenzó a irse.
— Lucy, perdóname yo no... — ella no se detenía.
— No importa — Había subido rápidamente casi corriendo por las escaleras hacia su habitación, desapareciendo de mi vista.
— AAAAHHH — comencé a gritar, tomé la mesa con mis manos y la lancé, provocando que todo lo que en ella estaba cayera al suelo. Me sentía enojado, la había cagado, todo lo que había hecho para traerla aquí ya no serviría, ella ya no se acercaría a mí. — ¡Ah maldición! — Salí de la casa, ya no podía estar allí.
Subí rápidamente las escaleras, no esperaba que Stephen hiciera eso. Una vez que llegue a la planta alta, choque con Ben.
— ¿Lucy? — Me nombró pero solo lo ignore y seguí de largo — ¿Qué pasa?
Entre en la habitación y cerré la puerta. ¡Por dios! ¿Qué mierda me pasa?. ¿Por qué siento está presión en el pecho? ¿Será Stephen? ¿Por su beso, por sus acciones?... El realmente me atrae, pero eso no quiere decir que lo quiera ¿Podría empezar a gustarme?... Yo no debería estar aquí... Ambos somos muy distintos, además no sé nada de él, o en lo que andará metido, o lo que podría llegar hacer. Pero sabía que esto desde el principio estaba mal, yo elegí correr el riesgo, y ahora debo afrontar las consecuencias y enfrentar lo que he provocado. Debo aclarar las cosas con Stephen.
¿Qué acababa de hacer? Había atacado a Lucy, no podía tener esas actitudes con ella, no quiero asustarla; pero es que... La deseo tanto, quiero besarla, tenerla debajo de mí... Pero debo controlarme, Lucy es especial, no quiero apresurar las cosas con ella...
Volví a llegar a casa como a las 2:30 de la madrugada. Y me sorprendí al encontrar a Lucy sentada en la escalera.
— Lucy... ¿Por qué sigues despierta? — Ella se levantó y se acercó a mí.
— Quería disculparme Steph.
— Pero... Tú no tienes que disculparte... Lucy todo es mi culpa, lamento haberte atacado, es que no lo pude resistir y solo quise besarte.
— Stephen yo quería disculparme, por ser una molestia y lo del beso, en verdad ya no importa...
Esta mujer era increíble, aunque ella no hubiera hecho nada malo, aún así se quiso disculpar sin esperar nada de mí. No puedo con esta mujer, no me resisto, quiero que sea mía... Pero... Aún es muy pronto... No puedo hacerle nada. — No eres una molestia Lucy, yo quise traerte aquí... Para protegerte... — Está mentira podría traerme consecuencias en el futuro, pero no importa; ella no lo sabrá.
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No te alejes de mí [Stephen James]
De Todo- Todos piensan que soy malo - dije mientras estábamos acostados. - Pero tú cariño, me ves como una maldita buena persona. - Es que no eres malo. - dijo mientras me miraba a los ojos, con su tierna e inocente mirada que posee. - Oh cariño, se ve que...