Stephen
Un par de días después. Lucy salió del hospital y ya estaba en casa, también era tiempo de poner en marcha mi plan.
— Saldré de casa un momento — me dirijí a ella — Volveré tarde no me esperes. — Era mentira, todo lo que le decía era mentira.
— Muy bien — Era tan inocente, no podía dudar de mi. Comenzaba a preguntarme si lo que estaba por hacer, estaría bien, estaba a tiempo de arrepentirme, pero luego recordé, el por que lo hacía. — Cuídate — me dijo. Se me acercó y me dió un casto beso en los labios. Algo se fracturó en mi.
— Si — contesté frío — Nos vemos. — Y salí de allí. Caminé hasta el auto y una vez que me senté cerrando la puerta, me desplome sobre el volante. — ¿Qué estoy haciendo? — Dudé, pero aún así ensendí el auto y condusí.
En el camino, la cabeza me dolía, no estaba seguro de esto y quería arrepentirme, pero no podía, era por su bien, y esto solo le dolería un par de meses como mucho, hasta que me olvidara.
Llegué al lugar acordado donde me espetaba una chica.
— Hola — dijo en cuanto bajé del auto.
Solo moví un poco la cabeza y caminé hasta entrar en el lugar, ella me siguió por atrás.
— No me interesa como te llames, solo te contraté para una cosa, y es que finjas acostarte conmigo. — Cuando Lucy nos encontrara, no solo vería eso, sino que también le diría cosas hirientes, para que se vaya y me dejé.
Pasé la noche entera allí, pero nunca la toqué. Me costó dormir en una cama en la cual no estuviera Lucy a mi lado, pero apartir de ahora, las cosas serían así y debía acostumbrarme, aunque me sintiera extraño.
Narrador omnisciente
Lucy estaba preocupada, Stephen le había dicho que volvería tarde, no que no volvería. Desde el hospital ella había notado, que algo, no andaba bien, pero no le tomó importancia ya que creía que Stephen no podría alejarse de ella.
— Lo localicé, por medio de su celular — Le dijo Ben, estaba tan preocupada por él, que le había pedido a Ben que lo encontrara.
— Y ¿donde está? — Preguntó alterada. Ben le mostró la dirección.
— Quisiera acompañarte, pero no puedo, debo encargarme del funeral de Mark. Así que si quieres verlo, tienes que ir tú sola.
— Está bien, no importa. — No le importaba ir sola, solo quería saber por qué Stephen no había vuelto anoche. Esa noche no pudo pegar un ojo preocupada por él, le era extraño, no tener los brazos de Stephen sobre su cuerpo y no sentir su calor.
Rápidamente tomó las llaves que Ben le había pasado y salió de la casa.
En cuanto escuchó que el auto se fue, Ben sacó su celular y marcó un número en el — Stephen — Lo nombró cuando atendió — Lucy va para allá. — Colgó, fue breve y directo. Stephen le había dicho lo que planeaba hacer y que necesitaba su ayuda, Ben aceptó sin dudar, si era por la seguridad de Lucy, era capaz de hacer cualquier cosa. Sin embargo lo del funeral de Mark no era mentira, pero le había servido de escusa perfecta.
Lucy había llegado al lugar, dónde Ben le había mostrado la dirección en el celular.
Era extraño, pensaba, ¿Qué hacía Stephen en un lugar como este?
Dubitativa entro. Y se sorprendió, al escuchar gemidos. Su corazón comenzó a doler de la nada, se acercó más y más al lugar donde provenían esos gemidos y al estar enfrente de la puerta, con miedo fue abriéndola de a poco, temiendo encontrarse con lo peor, con lo que no se había imaginado nunca.
Cuando abrió la puerta completamente, se horrorizó con lo que vió. Stephen estaba sentado y sobre el una chica, a la cual el estaba penetrando.
Ver eso le dolía, le dolía como la mierda, el dolor que sentía era mayor que el que pudo sentir cuando le dispararon.
Su corazón se fracturaba pedazo por pedazo.
— Stephen — Apenas las palabras salieron de su boca, fueron casi inaudibles, pero se escucharon. Sus piernas le temblaban, nunca espero esto, la sorpresa fue tanta la que se llevó, que toda la valentía y coraje que había tenido tiempo atrás se evaporó como humo.
Al escucharla, Stephen maldijo en su interior, sin embargo no se separó de la mujer, levantó la mirada para ver a Lucy destrozada.
— ¿Qué haces? — preguntó incrédula de lo que veía. Stephen siempre le había dicho que la amaba, no podía creer que la engañara.
Él sacó a la mujer que estaba sobre sus piernas, se levantó y puso el pantalón.
— Me cansé Lucy — Dijo lo más frío que pudo sin mirarla — Me arte de ti, solo te quise por un tiempo, pero luego me cansé — volteó a verla — Tú personalidad me asquea, eres demaciado buena y yo solo quería sexo contigo, por un largo tiempo tuve que fingir a tu lado, ya que te habías enamorado de mi, y sentía que te lo debía, porque habías sufrido mucho por mí cuando te secuestrarón, pero me cansé y ya no puedo estar más contigo — Las palabras que Stephen le dijo, le dolían mucho más a él, que a la pobre Lucy, que también sufría casi tanto como él. — Me encanta pasar el tiempo con muchas mujeres y limitarme a solo una, no va conmigo.
—Steph... — Stephen no dejó que terminara su nombre siquiera.
— Ya no quiero verte Lucy, no te soportó, tan solo verte me asqueo, eres horrible y solo fuiste un juguete con el cual me divertí, no lo negare me gustó pasar tiempo contigo, pero me aburría — "Era un basura, eso era, una escoria, una porquería, que no se merecía a esta increíble mujer" pensó él.
— Creí que me amabas — dijo Lucy con la voz quebrada y muy dolida — No dejabas de repetirme lo mucho que lo hacías y tampoco dejabas de demostrarmelo.
Como pudo, y aunque le costará Stephen le gritó — Vete, desaparece de mi vista, ya no quiero volver a verte Lucybell. — Lucy se sorprendió era la segunda vez que la llamaba así. Al escucharlo decir eso, no pudo evitar romper en llanto. Salió de allí corriendo.
Instintivamente Stephen quiso detenerla, pero era tarde, si lo hacía, todo lo que le había dicho habría sido para nada, todo lo que le había lastimado sería en vano.
Lucy corrió hasta el final del pasillo y por la pared izquierda se recostó, cayendo sentada sin poder creer los que pasaba. Allí lloró en silencio, creyéndose una tonta, por haberse enamorado perdidamente de un hombre como él, por haber sufrido tanto por él y al final ser lastimada por esa misma persona.
Stephen creyó que Lucy ya se había ido.
— Vete — le dijo a la chica. Ella atónita sin poder entender todo muy bien ni se movió — ¡VETE! — gritó furioso — ¡TE DIJE QUE TE FUERAS MALDITA! ¡NO QUIERO VERTE, DESAPARECE DE MI VISTA! ¡Me das asco! — lo único que le daba asco era él mismo. Sabía perfectamente que había lastimado a Lucy.
La chica asustada por la reacción de Stephen tomó sus cosas y salió corriendo. Pasó por enfrente de Lucy, y ella la vió, estaba desconcertada, había escuchado a Stephen gritar que se fuera, por un momento creyó que eso hacía con todas, pero lo dudo cuando lo escuchó gritar y lanzar cosas.
Stephen se puso como loco, reaccionó mal ante lo que hizo, gritaba frenético y lanzaba cada objeto que había en la habitación con la intensión de romperlo. — Eres un basura — Se dijo así mismo mientras destrozaba las cosas a su alrededor.
Lucy se levantó dudosa, pero caminó hasta llegar a la puerta y allí lo vió de espaldas rompiendo todo como loco.
No lo dudó y corrió hacia él, dónde lo abrazo por atrás. — Cálmate — sollozó. — Cálmate.
El pecho de Stephen subía y bajaba rápidamente, por la respiración que tenía, estaba agitado.
Fue en ese momento que Stephen se dio cuenta de que jamás podría alejarse de Lucy. Aunque quisiera protegerla, lo haría, pero con ella a su lado.
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No te alejes de mí [Stephen James]
Random- Todos piensan que soy malo - dije mientras estábamos acostados. - Pero tú cariño, me ves como una maldita buena persona. - Es que no eres malo. - dijo mientras me miraba a los ojos, con su tierna e inocente mirada que posee. - Oh cariño, se ve que...