Capítulo 20

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Narrador omnisciente

Si eso llegara a pasar te juro que dejo que me mates. — Derek no dejo de tener una intimidante mirada hacia Stephen.

Derek, ya déjalo así — Dijo Lucy alejándolo de Stephen.

— Te descuide por muchos años, creyendo que eso era lo mejor para ti. Lamento haberte abandonado Lucy, pero ahora que se que está en este mundo, voy a tratar de estar presente.

Lucy se volteo a ve a Stephen — Nos dejarías solos, por favor.

Él la miro a ella, y luego a Derek — Claro — Se dispuso a irse, pero en cuanto pasó al lado de Lucy, ella lo detuvo, agarrando su muñeca. Y lo jaló un poco, para pararse de puntitas de pie, y darle un beso en la mejilla. Stephen quedó estático.

— Estamos bien — Le susurró en el oído. Él no pudo evitar hacer una mueca, con una pequeña sonrisa, sin mostrar los dientes. Y salió del despacho.

— De verdad, no sabes cuánto te extrañe — Dije Lucy abrazándolo, una vez que quedaron solos.

— Ya no voy a desaparecer así. Además adivina qué, tenemos una hermana.

— ¿Ahh? — Lo miro confusa

— Bueno, más bien tengo una media hermana, su nombre es Galya, tiene 17, pero es todo un caso serio, es caprichosa, quilombera, y hace las cosas sin pensar en la consecuencias.

Ella se rio — Suena a qué no te aburres.

Y Derek también rio — Me tiene como loco. Por cierto, ¿Qué le dijiste a Stephen antes de que se fuera?

Lucy miro para un costado, y luego para el otro, volviendo así a ver a Derek con algo de diversión — Cosas de pareja — Dijo en un tono burlón.

— Ohhh ya entiendo — Contestó de la misma manera.

— No me digas que estas con alguien — Dijo totalmente entusiasmada.

— Buenooo, no la llamaría así, pero digamos que sí, hay alguien.

— Pero espera... ¿Ella te importa?

— Siendo sincero, creo que sí, pero aún no sé si la amo, o si quiero tener otra clase de relación con ella.

— No me lo puedo creer, tú eres un sádico de mierda.

Derek abrió por completo sus ojos mientras la observaba totalmente sorprendido — ¿Cómo carajos llegaste a esa conclusión?

— ¡Así que es verdad!

— Yo no confirme nada — Se quejó él.

— No, listo, ya lo dijiste.

— Ay ¡Lucybell!

— Así que te gusta andar con esos juegos del dominante.

— Yo no tengo porque hablar contigo de esto — Se tapó la cara con una mano.

(...)

— ¿Ya te vas? — Le preguntó Lucy algo triste. Era la primera vez que volvía a ver a su hermano, y no quería que se fuera tan pronto.

— Así es peque, yo vine para llevarte conmigo, pero se ve que eso no va a pasar. Y debo volver a casa, tengo cosas pendientes y me preocupa Galya; de seguro ya se metió en otro problema.

— Y de seguro ya quieres ver a Alla — Inquirió Lucy.

— Ni me digas, está enojada conmigo. Esa mujer tiene un carácter fuerte, y no tiene filtro. Y lo peor, que es por eso mismo que todavía sigo con ella, y no me canso. Es que su manera de desafiarme mi irrita. — Dijo mientras subía las escaleras del Jet. Pero Lucy se apresuró y lo abrazo.

No te alejes de mí [Stephen James]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora