Capítulo 21

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Octubre no tardó en llegar; mi papá ya tiene dieciséis semanas de embarazo y esta es la primera vez que las gemelas y yo lo acompañamos a él y a Frank a una de sus consultas para ver las ecografías del bebé.

Nos llevaron al consultorio después de la escuela. La doctora me pareció muy dulce; tiene un recipiente con paletas en su escritorio, y nos dejó a mí y a las niñas tomar una. Seguidamente, mi papá se recostó en la camilla y levantó su suéter para exponer su abultado vientre. Desde mi lugar, observé cómo la doctora le untó un gel antes de arrastrar la cosita esa que se conecta al monitor a lo largo de su vientre. Frank está junto a él, mientras que las gemelas y yo estamos sentadas en el pequeño sofá del consultorio; ellas parecieron impresionarse tanto como yo cuando el sonido de los latidos del corazón de nuestro hermanito invadió nuestros oídos, mientras que en el monitor se distinguía la figura de un bebé muy pequeño.

— ¡Bandita, Cherry! ¡Miren, el bebé se está chupando el dedo! — Exclamó Lily emocionada, señalando el monitor, donde se puede apreciar que la pequeña cosita tiene una manito en su rostro, sin embargo, no se nota con exactitud si se está chupando el dedo o no.

— ¿Es eso posible? — Le pregunté directamente a la doctora.

— De hecho sí, es posible que se esté chupando el dedo. — Respondió, y escuché un "aww" de parte de mi papá. — En esta etapa del embarazo se desarrollan los músculos faciales del bebé, así que puede fruncir el ceño y tener otras expresiones faciales, sus ojos también pueden moverse de lado a lado y percibir la luz aunque sus párpados todavía están cerrados. Además, también es capaz de escuchar sus voces.

— ¿Quééé? ¿En serio? — Frank esbozó una enorme sonrisa, al igual que mi papá.

— Así es, los huesos sus oídos ya se han desarrollado correctamente. Dime, Gerard ¿No lo has sentido moverse aún?

— De hecho sí. — Comentó bastante contento. — No es como si pateara o algo así, pero desde hace como cinco o seis días, lo siento moverse ligeramente, como si flotara.

— Eso está muy bien, eso significa que sus vías nerviosas ya se han unido de tal forma que el bebé puede girarse, flotar e incluso dar volteretas.

Me reí para mis adentros, imaginando al bebé de la ecografía dando volteretas como un acróbata de circo, e inmediatamente me sentí idiota por pensar tal estupidez.

Ya hablando en serio, debe sentirse muy raro tener un pequeño ser humano moviéndose dentro de ti. Según las palabras de la doctora, el bebé ya pesa 100 gramos, mide 12,5 centímetros, tiene un diámetro de cabeza de 33 milímetros y una longitud de fémur de 21 milímetros, es sorprendente que siga siendo tan pequeñito y ya pueda hacer tantas cosas.

La doctora pasó a hacerle preguntas a mi papá sobre su alimentación, su aumento de peso y su salud en general.

— ¿Has tenido dolores de espalda, Gerard?

— Sí... Pero no han sido insoportables.

— Normalmente, recomendaría hacer ejercicio ligero diariamente, pues eso podría mejorar tu estado a lo largo del embarazo. Pero... Considerando que tienes escoliosis, tienes que guardar mucho reposo mientras más esté creciendo el bebé, pues el peso podría ser mucho para tu espalda.

Mi papá asintió, estando de acuerdo en seguir cada una de las indicaciones.

— ¿Y cuándo podremos saber el sexo del bebé?

— Probablemente el siguiente mes, durante nuestra próxima consulta. Hasta entonces, recuerda que tienes que cuidarte mucho porque tu embarazo es delicado.

Daddy's New Boyfriend; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora