— ¡Pero yo sí te lo estoy dando! — Lo dijo con tanta seguridad que me quedé pasmada por un segundo. — Soy tu madre ¿Acaso yo no tengo autoridad?
¿Qué iba a decirle? ¿Que no tiene ningún tipo de autoridad siendo mi madre? Porque, vamos, eso sería como terminar de desprenderla de mí. Y si ella ahora está triste porque siente que no forma parte de mi vida debido a que estoy lejos con mi papá, ha de ser peor si la trato como si ella no tuviera el derecho de darme permiso o no de hacer alguna cosa, lo cual, después de todo, es algo que hacen las mamás.
Es por esta razón que, la semana siguiente, dije la mentirita piadosa de que todos los chicos de mi clase iríamos al centro comercial después de la escuela para comer pizza, cuando en realidad estaría en un local donde hacen tatuajes y piercings... ¿Pero saben qué es lo que no consideré? ¡Que Frank tiene su puta tienda en el mismo centro comercial!
Obviamente, no pensé en eso mientras estaba recostada en una silla de cuero, con una chica toda tatuada y con muchos tipos de perforaciones y modificaciones corporales sosteniendo mi lengua con unas pinzas, mientras que en su otra mano tiene la aguja apuntando justo en el centro de ésta. Juro que nunca he estado tan asustada antes de hacer algo. Tanto así, que tenía las lágrimas retenidas, listas para salir en cualquier momento, además, tenía el estómago revuelto... Casi me retracté... Pero al final lo hice. A pesar de que me habían puesto anestesia, dolió un montón.
Bronx se había perforado primero, se hizo un piercing en la ceja derecha, le quedaba bien, y aunque sé que estaba jodidamente asustado como yo, él estaba tratando de no demostrarlo; no soltó ni una sola lágrima, fingió que no le dolía, pero claramente sí, es imposible que no le doliera... Y lo digo porque yo realmente sentí dolor cuando la aguja atravesó mi lengua, cuando fue reemplazada por la barra de metal y cuando la chica limpió los restos de sangre antes de ponerle a la barra la bolita que va arriba. El dolor me llevó a soltar las lágrimas que tenía retenidas, a la vez que, mientras todo el proceso se llevaba a cabo, apreté con demasiada fuerza la mano de Bronx, ya que le pedí que tomara mi mano en todo momento.
— ¡Qué genial! ¡Lo hiciste! — Me felicitó, antes de darme un abrazo. — ¡Bandit, eres la mejor amiga del mundo!
Enseguida, la chica que nos atendió, al igual que hizo con Bronx después de hacerle su perforación, comenzó a decirme cuáles son los principales cuidados que hay que darle a un piercing en la lengua, el cual tarda cuatro semanas en curarse, ¡Cuatro! ¿Podré mantenerlo oculto durante tanto tiempo? Espero que sí, porque mi papá enloquecerá si se entera.
El punto es que entendí todas las indicaciones sobre cómo debo limpiar bien la zona con sal diluida en agua dos veces al día, lavarme los dientes de dos a tres veces al día, usar enjuague bucal después de cada comida (todo eso sonaba a que me iba a arder), hasta me vendieron un spray antiséptico para evitar infecciones, el cual, a su vez, actúa como una especie de anestesia para el dolor.
La sensación de la que habló mi mamá, que es la adrenalina por aventurarme a hacer algo como esto, está allí, y se siente bien. A pesar de que una parte de mí estuvo todo el tiempo asustada (y lo sigue estando), la otra parte está como: "Quien tenga miedo a morir, que no nazca"; es algo así como una resignación a que al menos, si todo sale mal, tendré una historia con la que mis hijos puedan reírse en el futuro.
Eran las cuatro cuando salimos del local, aún sentía la lengua un poco pesada, y si llegaba a casa hablando así, se darían cuenta, así que decidimos quedarnos en el centro comercial, vagando entre tiendas hasta que llegamos a la zona de juegos donde Bronx y yo perdimos el tiempo en las máquinas para agarrar peluches, donde no conseguimos ganar nada.
Mi habla volvió a la normalidad a las cinco y media, por lo que Bronx ya se iba a su casa a preparar todo para la fiesta de esta noche a la que, desgraciadamente, no iré. El señor Wentz se ofreció a llevarme a mi casa, pero tuve que decirle que no, porque... Bueno... Mi papá piensa que Bronx es mala influencia. Estábamos en el primer piso, llegué con ellos hasta los elevadores para que se fueran al estacionamiento, mientras yo llamaría a la rata para que fuera por mí, sin embargo, justo en ese instante, cuando estaba pensando en que debía llamarlo, el susodicho tuvo que hacer acto de presencia... Demasiado pronto, en el momento menos oportuno.
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Daddy's New Boyfriend; Frerard
Fanfic|| mpreg || Bandit siempre fue la "princesa de papi", pero su trono se ve amenazado cuando su papá consigue un novio, con quien ahora está por formar una familia.