Capítulo 42

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Tuve suerte de que este año las vacaciones de primavera iniciaran el seis de abril, eso me da una semana libre, no sólo para estar presente el día del nacimiento de mi hermanito, sino también para el cumpleaños de papá.

Mamá y yo vinimos a Nueva Jersey sin avisar, de modo que mi llegada será una sorpresa. Pero antes de eso... Tuve que hacer una parada importante; mi último intento de recuperar a mi mejor amiga.

Fuimos en taxi hasta la casa de Melissa; entré al edificio con los nervios a flor de piel, y también con la mente en blanco, pues no sabía exactamente cómo iniciar. A llegar al tercer piso, respiré profundo antes de tocar a su puerta. Cuando ésta se abrió, me encontré a su madre, quien, sin tener la menor idea de que su hija y yo terminamos nuestra amistad, me trató con mucho cariño y me indicó que Melissa estaba en su cuarto, por lo que fui hasta allá sin dejar de estar tan nerviosa, ya que lo más probable sea que no logre nada, pero al menos quiero poder decir que lo intenté.

Toqué la puerta y la abrí lentamente; ella estaba recostada en su cama leyendo Christine de Stephen King, sólo que bajó el libro al haber notado mi presencia.

— Hola... — Dije mientras me miraba estupefacta. — Sé que probablemente no quieres volver a verme y estabas feliz sin saber de mi existencia, pero- — Fui interrumpida cuando, inesperadamente, ella se levantó y me abrazó fuerte. Fue tan de repente que me tomé un momento antes de corresponder, un poco confundida, pero feliz también. — N-No tenía idea de que me extrañaras...

— Odio tener que admitirlo. — Dijo al separarse de mí. — Pero sí...

— Oye, yo... — Tomé asiento en la cama, junto a ella. — Recién llegué a la ciudad... Mañana nacerá mi hermanito y quise sorprender a mi papá llegando un día antes. Pero creí que lo correcto antes de ir a casa sería resolver otros aspectos importantes de mi vida, y uno de esos es nuestra amistad.

— Aprecio que hayas venido. Pero... En realidad, creo que soy yo quien debería resolver las cosas, porque fui yo quien decidió dejar de ser tu amiga.

— Tenías razones.

— Pero de todos modos siento que dije cosas que no debí haber dicho.

— ¿Como cuáles? — Pregunté extrañada.

— Estuvo mal minimizar la manera en la que te sentías en ese momento sólo porque pensaba que tu vida ha sido mucho más sencilla que la mía o la de otras personas. He pensado mucho en eso y... Pienso que tuve razón en todo lo que dije hasta que llegué a esa parte; ahora creo que no debes comparar los problemas de las personas.

— Pero dijiste la verdad... Yo estaba siendo una malcriada, y siempre lo he sido porque he vivido en una maldita burbuja toda mi vida, pero cuando esa burbuja reventó y las cosas dejaron de ser tan perfectas como antes, simplemente enloquecí y no me permití ver que tenía mucho por lo cual estar agradecida y que las cosas malas las provoqué yo.

— Hubo cosas que no merecías, como todo lo que hizo Bronx... En esos momentos... Me arrepentí de haber dejado de ser tu amiga, quise acercarme a ti, pero no me dejaste.

— Porque no quería que lo hicieras por lástima.

— No era lástima... Sólo había comenzado a arrepentirme de no haberte dado una segunda oportunidad, pues seguía teniendo fe de que aprenderías de tus errores por tu cuenta... Pero la cosa es que... Yo nunca doy segundas oportunidades a nadie, nunca lo he hecho, porque siempre he pensado que esa oportunidad es más bien para que vuelvan a lastimarte... Esta vez, quiero que las cosas sean distintas; quiero cambiar eso y que volvamos a ser amigas. Pero verdaderas amigas. No quiero que tú vuelvas a traicionar mi confianza, y yo no quiero seguir siendo tan desconfiada y arisca.

Daddy's New Boyfriend; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora