Capítulo 33

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Frank's POV

18 de noviembre de 1999

Después de que los padres de mi novio nos sacaron de la comisaría bajo fianza la noche de mi cumpleaños, uno de nuestros castigos ha sido trabajar para pagar el dinero que gastaron. Estamos trabajando juntos en una pizzería, y realmente no me quejo, pues no es un mal trabajo; ambos somos repartidores. Además, parte de nuestro castigo es no salir de casa si no es para ir a la escuela o a la pizzería, así que son las únicas oportunidades que he tenido de ver a Gerard.

Estoy muy preocupado por Gee; ha estado muy extraño durante los últimos días. Ha tenido muchas náuseas de la nada, y hoy tuvieron que llamar a sus padres del trabajo porque tuvo un mareo y se desmayó.

Como también tenemos prohibida la comunicación con el mundo exterior por nuestro castigo, por la noche me dio una ansiedad terrible al no saber nada de mi novio y, por lo tanto, decidí escaparme de casa para ir a verlo.

Esperé que mis padres se durmieran para salir con sumo cuidado de mi cuarto, bajar las escaleras en total silencio y tomar las llaves del auto de papá.

Cuando llegué a la casa de Gerard, todas las luces estaban apagadas. Me las arreglé para saltar la cerca que da al patio trasero y correr hacia la ventana su habitación, lanzando varias piedritas a ella hasta que, por fin, vi que la ventana se abrió y me detuve.

Gerard me miró con ojos grandes, bastante sorprendido de que esté aquí, arriesgándome a que nos descubran sus padres.

— ¿Qué haces aquí? — Dijo muy bajito, apenas pude leer sus labios.

— Déjame subir, por favor. — Le dije con el mismo tono de voz.

Lo vi perderse en su cuarto por lo que parecieron horas, hasta que regresó sosteniendo una cuerda hecha con sábanas, permitiéndome escalar a su ventana sin hacer mucho ruido.

— Dios, Gerard, ¿Estás bien? — Lo envolví rápidamente en mis brazos. — He estado demasiado preocupado por ti ¿Fuiste al médico?

— Estoy bien, Frankie. Y no... No fui al médico.

— ¿Pero por qué? — Me separé de él.

— Tuve que convencer a mis padres que probablemente fue una baja de azúcar porque no he estado comiendo bien estos días.

— Claro que no has comido bien estos días; has estado vomitando todo. — Le dije a modo de regaño, expresando mi preocupación. — En serio debiste ir a que te examinaran.

— ¡Pero iban a sacarme sangre y sabes cuánto me aterran las agujas! — Exclamó en susurros para que nada se escuche fuera de su habitación.

— Pero Gee...

— Frankie, estoy bien; no te preocupes. — Me dio un beso breve en los labios. — Me parece lindo que te hayas escapado para saber de mí, pero... Odio que te metas en problemas.

— De verdad me preocupas, porque estos síntomas no son nada normales... Si fueras una chica, pensaría que estás embarazada.

— ¿Qué? — Soltó una pequeña risa. — Frank, estás siendo muy exagerado. — Dijo entre risas. — Pero en tal caso, qué bueno que no soy una chica... — Rodeó mi cuello con sus brazos. — Ya no te preocupes más ¿Okay? Ahora dame un besito.

— Idiota. — Musité dulcemente antes de probar sus labios.

Nuestro beso comenzó lento y suave, pero poco a poco comenzó a subir de nivel cuando los pasos de Gerard me guiaron hacia la cama y él se acostó sobre mí con sus manos en mi pecho, abriendo la boca para permitirle el paso a mi lengua para encontrarse con la suya.

Daddy's New Boyfriend; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora