Daddy's New Boyfriend; Frerard

Epílogo

Haber pasado una semana en mi hogar me dio una nueva perspectiva de lo que sería mi vida cuando regresara definitivamente, y fueron días muy lindos, porque pude estar con mi familia, mi mejor amiga y mi NOVIO (aunque esto último mi papá aún no lo sepa, pero lo sabrá pronto).

Mi papá y yo tuvimos la oportunidad de vernos una vez más cuando, tan sólo un mes después del nacimiento de Miles, al llegar mi cumpleaños, me dio la sorpresa de aparecer en Los Ángeles.

Yo aún estaba durmiendo, y él me despertó al saltar en mi cama. Antes de abrir los ojos, creí que sólo era mi mamá, pero qué sorpresa me llevé al verlo a él... El día anterior había estado un poquito triste porque sería mi primer cumpleaños sin mi papá, por eso me hizo tan feliz que, a pesar de las circunstancias, él hiciera el gran esfuerzo de tomar un vuelo de seis horas para pasar ese día conmigo; una vez más, me hizo sentir amada y especial.

Ese día, noté un nuevo gran cambio que jamás me habría esperado: Mis padres llevándose bien.

Cuando estuve en Jersey, le conté a mi papá cómo las cosas con Lindsey no eran nada fáciles, que su vida alocada y promiscua era aprueba de niños, y que hablaba mal de él a pesar de estar consciente de que él no es un mal hombre. Le hablé de cómo ella parece tener traumas con respecto a ser mamá, problemas de alcoholismo, y que si seguía fumando como lo hacía, sus pulmones se volverían cenizas, y le dije que yo quería ayudarla, más ahora que ella quería recibir mi ayuda, por lo que él me dio muchos consejos y alternativas para ayudar a mi mamá a sacarse adelante a sí misma y crear un verdadero vínculo de madre e hija; hago énfasis en el "verdadero", porque ahora sé que todas las cosas lindas que ha hecho mi mamá por mí, en realidad las hizo mi papá.

Por lo tanto, al regresar juntas a Los Ángeles, ella estaba más decidida a limpiar su vida y seguir los consejos de mi papá, como tomar terapia, por ejemplo. Desde entonces, ambas nos ayudamos mutuamente.

El día de mi cumpleaños, mi mamá dio uno de los primeros pasos para su propia sanación... Perdonar a mi papá, dejando ir todos sus rencores hacia él. Sé que ambos tuvieron una conversación profunda donde reconocieron sus propios errores y que se lastimaron mutuamente, aunque no los escuché, los vi hablar y llorar juntos para después darse un amistoso abrazo de reconciliación.

Luego tuvimos un lindo día; fuimos a Disneyland y tuve un pastel de princesas. Descubrí entonces que mi mamá, VERDADERAMENTE mi mamá, había planeado todo para mí.

— Bandit es una niña maravillosa... Eso tú lo sabes de sobra. — Le dijo a mi papá durante la noche, cuando lo llevamos al aeropuerto. — Nunca me había dado el tiempo de llegar a conocerla verdaderamente hasta ahora, y pienso que ella es increíble... También creo que tú eres el único responsable de eso... Siento que te dejé todo el trabajo y, aun así, lo hiciste excelente, mientras que yo no he dado el mejor de los ejemplos.

— No te subestimes. — Le dije cariñosamente.

— Bandit tiene razón. — Me apoyó mi papá. — Ya no eres la misma Lindsey a la que no le interesaba conocer a nuestra hija... Ahora estás dando lo mejor de ti misma por ella, y eso es algo admirable; es un gran ejemplo el que le estás dando a Bandit justo ahora que estás trabajando duro para mejorar. Estoy seguro de que no ha de ser fácil, y estoy orgulloso de ti, Lindsey. También estoy orgulloso de ti. — Me tomó de los hombros. — Sé que este último año no ha sido fácil para ti... Y a pesar de los problemas, has aprendido muchas cosas. — Acarició mi cabello con dulzura. — Te has vuelto una niña fuerte, y más consciente también. No puedo esperar para tenerte de vuelta en casa... Pero mientras tanto, puedo estar tranquilo sabiendo que tu mamá te está cuidando bien y que ambas están haciendo un buen trabajo.